Venezuela contra el Imperialismo

El mes de diciembre es propicio para reivindicar el carácter
antiimperialista del pueblo venezolano a lo largo de su historia. Desde
los tiempos de la Colonia, puede verse cómo Francisco de Miranda se
empeñó en su aventura de formar un gran Estado Hispanoamericano
independiente. Dicha nación iría desde el Mississippi hasta la Tierra
del Fuego. En su proyecto Miranda había proyectado una Constitución,
tenía el nombre de Colombia y la conocida bandera tricolor. La
finalidad de crear ese gran Estado Hispanoamericano era lograr una
nación plenamente soberana y que pudiera tutearse con los imperios que
desde ya se adueñaban del mundo. Bolívar reivindicó la idea de Miranda,
viendo cristalizar su esfuerzo un 17 de diciembre de 1819, once años
antes de su muerte, con la creación de la Gran Colombia. Era más
modesta en territorio que la deseada por Miranda, pero con un contenido
político y una visión antiimperialista adaptada a nuestras realidades.

Es suficientemente conocido que por visiones mezquinas, egoísmos y por
la propia intervención del Imperialismo, el sueño de la Gran Colombia
fracasó. A pesar de la heroica victoria de Antonio José de Sucre, un 9
de diciembre de 1824, esa derrota del imperialismo español no nos libró
de la falta de unidad de quienes detentaban el poder local. Nuestras
naciones sucumbieron a las luchas intestinas, el caudillismo y el
personalismo. Sin embargo, la Revolución Federal y algunos gobiernos
nacionalistas reivindicaron el carácter antiimperialista de Venezuela.
Tal vez el episodio más dramático ocurrió bajo el Gobierno del
Presidente Cipriano Castro, quien tuvo que enfrentar el asedio de las
potencias extranjeras y la traición del gran capital interno, ese que
no tiene patria y que compara al entonces banquero Antonio Matos con el
actual Nelson Mezerhane, ambos adoradores del dinero, para lo cual son
capaces de vender a la patria misma.

El 8 de diciembre de 1902, las principales potencias del planeta,
Alemania, Italia e Inglaterra, entre otras, decidieron bloquear las
costas venezolanas con la intención de invadir y saquear nuestro país.
Seis días después iniciaron los enfrentamientos bélicos contra
Venezuela, bombardeando inmisericordemente nuestras ciudades portuarias
y capturando nuestros buques. Sin embargo, nunca invadieron pues
encontraron una muy alta movilización del pueblo quien estaba dispuesto
a dar la vida en contra de la humillación extranjera. Siguiendo el
espíritu latente de Bolívar, los venezolanos asumieron esa frase del
Libertador: "Todos los ciudadanos serán soldados cuando nos ataque el
enemigo". El Presidente Cipriano Castro, consciente de esto hizo
aquella famosa proclama que hoy día aún resuena en la memoria colectiva
del país: "Venezolanos, la planta insolente del extranjero ha profanado
el sagrado suelo de la patria".

El Imperialismo no pudo penetrar físicamente en nuestro país, pero
corrompió las estructuras, derrocando a Cipriano Castro y colocando en
la Presidencia a un hombre, Juan Vicente Gómez, que regaló nuestra
riqueza petrolera por muchos años. La injerencia Imperialista no se
detuvo y es así como vemos que, cuando se realizaba la transición hacia
la Democracia, el Gobierno más civilista del siglo XX (Isaías Medina
Angarita), fue derrocado por un Golpe de Estado con factura yanki. La
movilización popular y el sentimiento nacionalista vieron cristalizado
su poder cuando se logró derrocar la dictadura en el año 1958. Un gran
movimiento latinoamericanista y antiimperialista llevó a que el también
victorioso Fidel Castro fuera vitoreado cuando llegó a Venezuela a
agradecer el apoyo venezolano y por el contrario, el presidente Kennedy
fuese ampliamente rechazado cuando llegó a nuestra Patria. Sin embargo,
rápidamente el Imperialismo logró colocar a ese genocida que algunos,
en un arranque de cinismo, llamaron por algún tiempo "Padre de la
Democracia". Rómulo Betancourt desplegó la política más servil al
Imperialismo y más sanguinaria contra el pueblo que se haya conocido
hasta entonces, sólo comparable al gigantesco crimen cometido contra el
pueblo venezolano el 27F. Los movimientos revolucionarios desoyeron la
consigna de Bolívar: "¡Unidad! ¡Unidad! ¡Unidad! Esa debe ser la
divisa... Unidad de nuestros pueblos" y sucumbieron a un período de
desmovilización que, salvo algunas excepciones, se mantuvo hasta la
década de los noventa.

Afortunadamente para los venezolanos, los valores antiimperialistas de
próceres de la patria como Miranda, Bolívar, Sucre, Zamora y otros, han
sido reivindicados con el triunfo de la Revolución Bolivariana,
ocurrida un 6 de diciembre de 1998, y luego refrendada por la voluntad
soberana del pueblo, con la aprobación de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, un 15 de diciembre de 1999. Nuestra
Constitución, siguiendo ese espíritu antiimperialista declara la
necesidad de impulsar y consolidar "la integración latinoamericana de
acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los
pueblos, la garantía universal de los derechos humanos y la
democratización de la sociedad internacional". Esa integración se
concreta hoy con la incorporación, como socio con plenos derechos, de
Venezuela al Mercosur ocurrida este 9 de diciembre de 2005, y con el
llamado del Presidente Chávez para que el mismo no sea sólo un
escenario de integración económica, sino que sea fundamentalmente de
integración política.

Pero no debemos descuidarnos, hoy Venezuela es nuevamente amenazada con
los planes de intervención del Imperialismo. Estos planes se
evidenciaron en la actitud de los partidos comprometidos con el
golpismo, que abandonaron el camino de las elecciones para llamar a
sabotear el proceso electoral de este diciembre de 2005. Los diputados
Nicolás Maduro, Cilia Flores y Darío Vivas, entre otros, han develado
un plan golpista en el que están involucrados el Gobierno de los EEUU,
a través de la CIA, y contando con traidores a la patria, como Patricia
Andrade y Tamara Sujú. Estos planes, con los videos que demuestran esa
participación, intentan robar nuevamente el futuro de Venezuela y de la
patria grande. Sin embargo, los venezolanos, como pueblo profundamente
antiimperialista, estamos en nuestras trincheras de lucha, alertas y
preparados, por la defensa del Socialismo, por la Revolución
Bolivariana y por la patria libre que entregaremos a nuestros hijos.

ofgomez@espacioautogestionario.com


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Omar Gómez

Conductor del programa "Latinoamérica Unida", por La Radio del Sur.

 omarg.ccs@gmail.com      @omarfgomez

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