Memorias de un escuálido en decadencia

Chávez

¡Carajo, qué pasión tienen los chavistas! Uno los ve recordando a su presidente con ese montón de actos y desfiles y llegadas de presidentes de otros países y otras autoridades, y a uno le da una vaina, porque uno no tiene a nadie capaz de igualar a un hombre así. En cambio, mientras ese pueblo chavista conmemora y llora la ausencia de su líder, nosotros estamos dando pena ante el mundo con ese peo de las guarimbas donde nos dio por encerrarnos a nosotros mismos, y menos mal que hay gente en la urbanización que estaban arrechos entre ellos y ahora con esta vaina que no nos deja salir tuvieron que volver a hablarse. Y la verdad es que ya la pendejada esa está cansando, quemamos basura, ahorcamos muñecos, tumbamos árboles, por cierto, un chistoso dijo por aquí que estamos tumbando árboles porque no encontrábamos el árbol de las tres raíces del que hablaba Chávez, en fin, que estamos locos de bola y no lo sabemos.

El gran peo de nosotros está en que uno no reconoce un carajo del gobierno chavista, y ese ha sido nuestro gran error, allí hay un líder, un hombre que enseñó a ese montón de marginales a defenderse, les enseño a tener patria, aunque uno se burle de eso, porque claro, la patria de uno es Estados Unidos, o mejor dicho, la embajada, porque desde allí es que nos dicen lo que debemos y no debemos hacer. En cambio estos chavistas salen a marchar, y a pesar de que Chávez ya no está, van con alegría, con cantos, con bailes, con solidaridad, y nosotros, coño, nosotros salimos dispuestos a matar al primer chavista que se ponga de frente, salimos a joder, siempre a joder, y muchas veces, no es por nada, pero salimos a desfilar, y “mira qué tal me queda este vestido Carolina Herrera que me voy a poner para ir a la plaza del Mr. Alfredo Sadel”, y así no llegamos a ninguna parte, en cambio un chavista es capaz de salir desnudo a defender lo que le dejó Chávez.

Uno mira para dónde están nuestros líderes, y ve allí  a Julio Borges, a Embajada Radonski, a Ramos Allup, a Andrés Velásquez, y dice, carajo, no me echen más cartas, en cambio los chavistas tienen Chávez para rato. Cómo será la vaina, que el papá de Margot, cuando estaba viendo el desfile y vio la gente en sillas de ruedas desfilando y después vio a unas viejitas con los afiches de Chávez gritando: "Chávez vive, la patria siegue”, el hombre se levantó y dijo: “Carajo, ese sí era un verdadero líder, esa vaina hay que reconocerlo”. Y se puso de pie y fue lentamente al cuarto y cerró la puerta en silencio, como en homenaje a un hombre que todavía él y mucha gente de la oposición no terminan de aceptar

  • En la vida hay amores que nunca pueden olvidarse.- Me canta Margot.


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Roberto Malaver

Periodista y escritor. Niega ser humorista, a pesar de algunas evidencias que indican lo contrario. Co-moderador del popular programa "Los Robertos", al cual insisten en llamar "Como Ustedes Pueden Ver". Co-editor del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". "Co-algo" de muchos otros proyectos porque le gusta jugar en equipo.

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