¿Quienes forman la verdadera base revolucionaria de Venezuela?

El presidente estadounidense Abraham Lincoln no sólo exclamó, masticó o rumió aquella famosa frase ideológica sobre la ‘democracia’, sobre un ‘gobierno de, por y para el pueblo’; es más, ya enfrentando un futuro imperialista, habló principalmente sobre ‘la última y mejor esperanza en la Tierra’. Lo que quiso decir en realidad, ciertamente no fue la edificación sangrienta de los Estados Unidos de América con su decadencia actual o de su globalización fascista, e incluso de la actual sanguinaria junta militar Bush y su administración draconiana.

Directamente relacionados con nuestras luchas revolucionarias diarias por la sobrevivencia física inmediata, por el refortalecimiento de nuestras economías capitalistas neocoloniales inseguras y por la búsqueda de la cooperación popular y la solidaridad socialista, es decir, por la sofocación de nuestro inmenso hambre, nuestra inmensa miseria, pobreza y alienación, son las fuerzas globales transhistóricas, su dinámica material, su dialéctica social y su creatividad humana.

Al fin y al cabo, ¿de qué o de quienes estamos hablando? ¿Quién realmente cambia y realmente defiende a Venezuela? ¿Dioses? ¿Ideas? ¿Héroes? ¿Un Mesías? ¿Un herrenvolk?
Un ‘nuevo socialismo’ presupone nuevos seres, existencias y trascendencias humanas; una ciencia innovadora y una filosofía emancipatoria. En términos simples, esto significa que tenemos que volvernos conscientes de las peligrosas limitaciones de nuestra actual cosmovisión universal, de su Lógica Formal restringida y geocéntrica, y de su Dialéctica intrasistémica heliocéntrica; de su movimiento, su moción, su desarrollo y su cambio unilateral espacial-temporal y de sus concepciones obsoletas de la historia, especialmente de las fuerzas laborales de producción las cuales, inter alia, afirman que los grandes dioses, los grandes hombres, las grandes ideas, los grandes mesías populistas y las grandes razas hacen y deshacen la historia.

Son precisamente estas concepciones erradas que impiden la creación de un socialismo mundial, que niegan el poder ciudadano protagónico y participativo, niegan la existencia de las luchas de clase antagónicas, trascendentales y transhistóricas, que ideologizan la teoría revolucionaria, neutralizan la práxis popular, pacifican la negación rebelde del capitalismo, cristianizan la emancipación mundial anti-imperialista militante, condenan al ostracismo y esterilizan el marxismo revolucionario a través del reformismo.
Como resultado de semejantes fuerzas contrarrevolucionarias, las luchas de clase en América Latina se personificaron, y se pusieron en las manos de algún máximo líder, del señor, de un mesías, de sus déspotas.

Bertolt Brecht, el dramaturgo marxista, en un excelente poema sobre la clase trabajadora, nos explicó hace mucho tiempo, que un gran señor no puede existir sin sus firmes creyentes religiosos, que ningún faraón puede construir un pirámide a solas, que Bolívar y Napoleón, cabalgando a solas y sin ejército y soldados, nunca hubiesen ganado ni una sola batalla y que un eterno amante por sí sólo no puede construir ningún Taj Mahal.
Las masas trabajadoras siempre fueron utilizados y abusados por todo tipo de clase dominante, por clases altas y medias (negativas, positivas y neutrales) o por amos explotadores y dominadores nacionales e internacionales.
Así que quien en primer lugar derrota realmente los golpes militares, el sabotaje petrolero, la intervención extranjera y el ‘chavismo sin Chávez’ aquí en Venezuela son sencillamente los millones de empleados, desempleados y sub-empleados, los trabajadores, campesinos y otros ‘desvalidos’ muertos de hambre. Todo esto se pudo verificar ampliamente entre abril y diciembre del 2002 y hasta después.

En lo que concierne al ‘socialismo’ desde arriba y desde abajo, en su trabajo Dos Almas del Socialismo, Hal Draper escribió:
“Desde el comienzo de la sociedad existe un sin numero de teorías que ‘comprueban’ que la tiranía es inevitable y que la libertad-en-democracia es imposible; no hay ideología más conveniente para una clase dominante y sus lacayos. Esos son predicciones que se cumplen automáticamente, ya que sólo son correctas mientras se creen correctas. Al fin y al cabo, la única manera de refutarlas es durante la lucha misma. Esa lucha desde abajo nunca la podían parar las teorías desde arriba, y cambió el mundo una y otra vez. Escoger cualquier forma de socialismo-desde-arriba es mirar para atrás, al viejo mundo

[...]. Escoger el camino del socialismo-desde-abajo es afirmar el comienzo de un nuevo mundo.”
http://www.anu.edu.au/polsci/marx/marx.html

Las masas venezolanas forman la verdadera base revolucionaria de la resistencia de clase popular contra el globofascismo. Sin su acción, sus actos y su práxis revolucionaria, el edificio bolivariano venezolano entero colapsaría. Por sí solos, no importa lo verdaderamente valiente que son, el Presidente Chávez, sus ministros y sus generales leales no pueden parar golpe militar alguno o intervención violenta alguna, organizados y financiados por los EE.UU. Son ellos, es el pueblo, las clases trabajadoras que resistieron en Vietnam y que sieguen resistiendo en Palestina, Colombia e Irak, son sólo ellos que pueden salvar a la humanidad de la extinción.
Ningún gran dios, ninguna gran idea, ningún gran hombre, ninguna gran raza nos salvará jamás de la extinción.

Los socialistas científicos y verdaderos marxistas nos enseñaron que la tarea de la liberación de los miles de millones de trabajadores y campesinos del mundo es el ‘trabajo’ de ellos mismos. En la famosa canción de los trabajadores La Internacional y en el Manifiesto Comunista podemos comprobar lo anterior: los trabajadores del mundo no tienen patria, no tienen ‘matria’, tienen que crear su ‘dulce hogar’ terrenal por sí solos.
En el caso de que las ‘retrasadas’ masas oprimidas de Venezuela o América Latina se gobernasen a sí mismos, el procedimiento necesario, la esencia política marxista de un gobierno de trabajadores Hal Draper nos la explica así:
“Se argumenta que las masas en esos países son demasiado retrasadas como para controlar la sociedad y su gobierno; sin duda esto es verdad, y no sólo allí. ¿Pero qué sigue? ¿Cómo se prepara un pueblo o una clase para gobernarse a sí misma? Sólo luchando. Sólo luchando contra la opresión, la opresión por parte de aquellos que les dicen que son incapaces de gobernar. Sólo luchando por el poder democrático se educan y se elevan al nivel de ser capaz de manejar ese poder. Nunca existió otra alternativa para cualquier clase.” (ibid.)

Mucho para el disgusto de Washington es precisamente esto lo que hace el gobierno de Chávez en Caracas. Así que, en nuestros proyectos y nuestras misiones bolivarianas, si no partimos de la verdadera base social y física de la revolución mundial, de la realidad emancipatoria, si omitimos los actos creadores y pensamientos creativos de millones de esclavos del trabajo manual e intelectual del mundo entero, y si en cambio sólo acudimos a la jerga sociológica de la clase dominante moderna, al ‘nuevo socialismo del siglo XXI’ computarizado orweliano (sobre el cual Marx advirtió en El Capital, refiriéndose a la ‘composición orgánica del capital’ progresiva, en realidad a una nueva ‘democracia’ real existente), entonces muchos seremos inundados por nosotros mismos, por las luchas globales de clase y seremos llevados al olvido histórico.
El Presidente Chávez está bien claro en cuanto a crear nuestro socialismo, es decir, nuestro socialismo humano, nuestra Emancipación Humana.

Así que, Bolivarianos, antes de agarrar nuestros rifles rusos para luego junto al Presidente Chávez desaparecer silenciosamente a los escondites, cuevas, montañas, selvas y junglas de América Latina (como fue declarado en un ¡Aló Presidente!), en defensa de nuestra soberanía y para evitar los hoyos amenazantes del reformismo y revisionismo, ¡primero vamos a estudiar, criticar y superar al marxismo, y a nivel teórico, a descubrir las clases sociales y sus luchas de clase, que son el potencial proletario de la emancipación mundial y de la Revolución Bolivariana!
En el Manifiesto Comunista, Marx y Engels explicaron que revolución social de los trabajadores significa ‘alcanzar el poder de una vez’:
“ [...] Mientras que les decimos a los trabajadores: ‘Tendrán que pasar 15, 20 o 50 años de guerras civiles o de guerras internacionales, no sólo para que las condiciones existentes cambien, sino también para que ustedes mismos cambien y se preparen para el dominio político’, ustedes (marxistas), por otro lado, les dicen a los trabajadores: ‘Tenemos que alcanzar el poder de una vez, por el contrario es igual ir a dormir’.”

http://www.marxists.org/archive/ruhle/1928/marx/ch04.htm

Sí, bien despierto, en este espíritu revolucionario, comenzando en la Sierra Maestra, en las inmensas y peligrosas junglas de América Latina, África y Asia, junto con sus balas, el Ché Guevara tenía a Marx en su equipaje revolucionario y esto es la razón del por qué sigue siendo el eterno y siempre joven héroe emancipatorio de nuestra galaxia.

Original en Inglés: “Who all form the real, true revolutionary base of Venezuela?”
URL: http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=47132


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Franz J. T. Lee


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