¡Que no nos asesinen de nuevo a nuestro amado Chávez!

Empiezan con la cátedra del “Comandante Eterno Hugo Chávez”, lo convierten (como de hecho ya lo es) en un nuevo icono de la Revolución del Siglo 21, hacen muñecos, todo tipo de serigrafías, imágenes de cera, museos, y ni hablar cuántas cosas más. Le dan caldo a este injusto sistema para seguir cultivando sus malquerencias a nombre de causas nobles y libertarias.

El Socialismo del Siglo 21 necesitaba sus mártires, ¿no?, por esa senda caminamos, mientras su legado muere de verdad, igual le han hecho a otros hermanos que vaciaron su espíritu en aras del despertar humano, y lo mismo, ahora son estatuas que ni oyen ni ven, aunque sean objeto de adoración. Cuantas mentiras y patrañas, los verdugos de Chávez lo lloran junto a sus auténticos e ingenuos dolientes, ponen flores en su sepulcro y asisten a todos los actos en su honor, ese es el chavismo, que los tiene gordos de avaricia y bien distanciados de la mística del hombre que amenazó a los controladores del mundo en todos los tiempos con arrancarlos de raíz de la faz de la tierra.

Por esos caminos igual andan con el legado del Comandante Eterno Hugo Chávez, convertir sus luchas y conquistas en estampas, mientras a carcajadas gozan todos sus enemigos que están a una para desaparecerlo hasta convertirlo en un nostálgico recuerdo de lo que un día fue y no será (eso es lo que piensan). Y en todo esto, están los justificadores y los críticos, solo basta mirar de qué lado están, no en el sentido ideológico, porque ambos están vestidos de la misma vetusta revolucionaria, unos con dignidad y otros con descaros.

Muchos avances se han alcanzado en todas las áreas del saber científico, tanto así que ahora se dice que los científicos militan en una nueva religión, la fe cuántica, ya la ciencia no subestima las capacidades del espíritu humano, no del cerebro (brillante maquina) sino de quien controla y maneja ese cerebro. De hecho siempre lo han sabido, solo que últimamente recibimos ciertas pinceladas de altísimo poder que poseemos los seres humanos, somos la principal y más temible arma sin importar en qué dirección sea usada.

Así igual todo cuanto escribimos desde un computador conectado a la red del internet, fácil es encontrar el rastro desde donde partió la información, puesto que todo computador tiene un identificador: El IP (puerto de internet). Es nuestro número de teléfono de internet. Eso mismo ocurre con todos los hechos que le pasan al ser humano, todos los eventos son registrados y almacenados, cuando el humilde carpintero Jesús dijo, “…no hay nada oculto que no haya de ser revelado”, revelo esta magnífica tecnología de la vida, todo se registra.

Los pueblos poseen capacidades innatas, naturales, con las que pueden fácilmente con un mínimo de concentración a un hecho y análisis del mismo, descubrir cualquier verdad subrepticia. Si realizaran un sondeo serio sobre las causas del fallecimiento de Chávez, aseguro aquí, que la mayoría diría que a Chávez lo asesinaron, y más aún, dirían con la participación de cercanos. Es por esta razón que la expresión “vox populi vox dei”, voz del pueblo voz de Dios, es un poderoso fundamento a estas afirmaciones en la que se basan todas las investigaciones en las ciencias sociales.

Es una tamaña burla que a Chávez quieran ahora convertirlo en un ídolo revolucionario, bajo la estratagema de los mismos que colaboraron para arrancárnoslos de nuestra victoriosa historia de luchas. ¡No lo permitamos! Más bien exijamos acciones concretas, pues entonces seriamos como el fariseísmo hipócrita que cuelan el mosquito y se tragan el camello, los mismos a quienes Jesús les llamo sepulcros blanqueados. La misma podredumbre de la pederastia católica de sus altos líderes espirituales, mientras ofician misas, padrenuestros y avemarías, sodomizan a nuestros niños en la misma cara de la comunidad; solo extrapólenlo a la Revolución.

A Chávez solo le podremos rendir culto cuando le hayamos hecho justicia, cuando la nave que nos dejó como legado la exorcicemos de los traidores y conspiradores, de lo contrario los verdaderos chavistas seremos perseguidos por los sepulcros blanqueados del chavismo. Es así y no más, aunque a muchos les cueste aceptarlo, es así y no más, aunque se empeñen en encubrirlo es así y no más, y aunque quieran arrasar con todos los que nos atrevemos a denunciarlo, es así y no más. Y les aseguro que no podrán tocarme ni con el pétalo de una rosa perfumada, porque estoy bajo el manto protector del más poderoso ejército, el de mi Padre Celestial. ¡Los desafío carajo! ¡Cobardes!

¡Chávez Vive!





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Rafael Guillén Beltre


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