Las Misiones, territorio espiritual socialista, claman por su base material

Las Misiones son estribo espiritual del avance socialista.

El primer escalón espiritual de la Revolución fue el 4 de febrero, madrugada que resquebrajó la ética del egoísmo que por años se impuso en la Venezuela capitalista. Aquel grupo de jóvenes soldados al atacar a Miraflores, insurgían, más que contra un gobierno, contra una moral y una ética que ahogaban al país en la miseria.

El segundo ascenso espiritual fue la victoria sobre el golpe de abril y sobre el saboteo petrolero. Allí el pueblo se movilizó por objetivos políticos altruista, nadie pensó en su beneficio personal, en esas jornadas se sentaron las bases espirituales solidarias de la sociedad de los humildes, de la sociedad de la mayoría.

El tercer peldaño son las Misiones. Barrio Adentro constituye la red espiritual social más fuerte que alguna vez allá existido en este país. Millones de consultados, Millones de consultas, soportan esta afirmación. En cada una de esas consultas va el corazón que da amor y el corazón que recibe. El agradecimiento y el desprendimiento. La sanación del humano por el humano. Cuando un médico cubano atiende es la sociedad cubana toda que atiende. Enfermo venezolano y médico cubano conforman una relación espiritual socialista, que no está basada en la búsqueda del lucro individual, sino en el altruismo social, que sólo aparece en sociedades, como la cubana y la venezolana, que poco a poco construyen su relación sobre la conciencia del deber social.

En Venezuela, lo afirmamos con orgullo, el Socialismo esta presente en las misiones. Está realidad debe ser difundida a todos los rincones.

En las Misiones convivimos con el avance de cincuenta años de lucha socialista del pueblo cubano. Ese Médico que atiende en la madrugada, además de curar, nos pone en contacto con la nueva manera, la socialista, de relacionarse el humano con su semejante, y esa red de relaciones altruista conforman un territorio espiritual socialista que clama por su base material.

¿Que deben hacer los revolucionarios para consolidar el territorio espiritual socialista y dotarlo de su base material?.

Por un lado debemos expandir la lección ética y moral de las misiones al resto de las actividades del pueblo revolucionario. Todas las acciones de los revolucionarios deben tener ese objetivo, estimular, movilizar la conciencia del deber social, la conciencia socialista. Es necesario combatir los valores egoístas del Capitalismo que sirven de apoyo a la manipulación de la oligarquía.
Paralelo a este combate en la conciencia, debemos construir la base material que la sustente. Debemos recalcar, que la conciencia forma un complejo con la base material, en el caso del Socialismo, la conciencia del deber social, está entretejida con la propiedad social de los medios de producción, una depende de la otra, las dos se influyen mutuamente. La conciencia del deber social, fundamento del Socialismo, no puede subsistir sin una economía con hegemonía de la propiedad social de los medios de producción.

Ubiquémonos en las circunstancias sociales que vivimos. Estamos en un proceso que el Comandante ha denominado Rumbo Al Socialismo. Y añade que el Socialismo nuestro es el Socialismo del siglo XXI, antiimperialista, anticapitalista, bolivariano, cristiano. En pocas palabras un Socialismo que recoge lo mejor del pensamiento revolucionario mundial, y lo adapta a nuestro aquí y ahora.

Por otra parte, este proceso se realiza en un país rentista, lo que significa que tenemos una economía con rasgos muy particulares: aquí la riqueza proviene en un 90% de una industria, la petrolera, que sólo tiene unos diez mil obreros. Lo que nos coloca en la situación especial de que el centro de producción de riqueza, no es el centro de producción de conciencia. Por lo tanto, lo que hagamos con la renta petrolera, como la invirtamos, como la repartamos, va a determinar la conciencia de la nación, y la conciencia de la petrolera. La discusión se centra en este punto:

¿Qué hacer con la renta petrolera?

Tradicionalmente se apropiaba de la renta una minoría elitesca oligarca. Con la llegada de la Revolución y del Comandante cambiaron las reglas, se usó la renta para paliar la deuda social de allí las misiones. La operación ha sido exitosa, y fue necesaria. Creamos un territorio espiritual socialista, y acabamos con el analfabetismo, rescatamos de la prehistoria a dos millones de venezolanos, llevamos salud a millones de excluidos. Ahora, millones, que estaban condenados a la desnutrición más severa, comen. Actualmente entramos en otra etapa: como hacer para sembrar el petróleo, esa es la discusión que nos plantea el Comandante. Y hemos llegado al dogma central de nuestra Revolución en esta etapa: la Revolución depende de que sembremos el petróleo de forma que construyamos el Socialismo. O lo que es lo mismo, Revolución es sembrar el petróleo y sembrar el petróleo es construir el Socialismo.

La característica del país, ya lo dijimos, rentista, nos autoriza a pensar que aquí es posible una Revolución pacifica, donde todos tengamos cabida, tal como el slogan, Venezuela puede ser de todos: Un altísimo porcentaje del ingreso es administrado por el Estado, lo que hace innecesario tocar a los capitalistas criollos, se puede convivir con ellos y no se está cometiendo blasfemia revolucionaria. Entonces, cual es la lucha, donde esta el meollo del asunto.
Estamos cometiendo un error, insistimos, estamos cometiendo un error, al pensar que manteniendo a la petrolera y a las industrias básicas en manos del Estado podremos, sin ninguna consecuencia para el proceso, estimular en su entorno al Capitalismo en cualquiera de sus versiones: Cogestión, Empresas de producción social, autogestión, economía de equivalentes, etc. Nos equivocamos, por esa vía lo que estamos es creando una conciencia egoísta y su fundamento económico capitalista que necesariamente buscarán su correspondiente político, e irán sobre las industrias básicas regurgitándolas capitalistas.

El quid de la cuestión está en usar la renta petrolera, ahora más allá del pago de la deuda social, para crear una poderosa zona económica socialista, donde la producción el consumo, la distribución, estén bajo el control de la sociedad, a través del Estado, única manera de planificar la economía en función del bien social y no en función del bien de una elite oligarca, o neooligarca. Una economía socialista que cree, soporte y expanda la conciencia socialista. Que no es otra cosa que el conocimiento, el convencimiento que el hombre no puede realizarse plenamente si no es dentro de una sociedad en la cual la riqueza producida pertenezca a toda la sociedad, haciendo posible así, que cada individuo rescate su condición de ser social y la sociedad rescate sus relaciones armoniosas.

El dilema está claro, o economía socialista o regreso al Capitalismo salvaje.

ineosalud@yahoo.es


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