¡…, tomemos el timón! (…, y II)

Recordábamos con cierta pasión como a 13 días del triunfo de Chávez el pasado 07 de octubre del 2012, convocó a su primer Consejo de Ministro con la finalidad de dar un Golpe de Timón y, entre todos, asegurarnos de llevar al país a las aguas calmadas del socialismo eficiente que garantice el objetivo principal de llevar felicidad, tranquilidad y paz a todos los venezolanos y venezolanas en todos los espacios de la cotidianidad.

“Triste es que nos quedemos callados, para que no me llamen piedrero. Aquí no estamos de niños de segundo grado ni de escuelita primaria. Este es el gobierno revolucionario de Venezuela, ratificado por un pueblo hace dos semanas, pero también criticado por un pueblo y con razones, y estas son alguna de las razones: falta de eficiencia”. Así, con sus propias palabras honestas, Hugo Chávez demandaba de sus ministros y de todos quienes asumimos este proyecto de transformación social como estandarte frente a la vida, que tenemos que maximizar todo un trabajo de inteligencia y coordinación para conseguir los resultados esperados en cada uno de los propósitos que tengamos como tareas.

Este llamado no sólo va a las autoridades de gobiernos y funcionarios de altos rangos sino a todos los que luchamos desde nuestras propias comunidades por construir y mejorar la patria: “Lo que estoy dando es una orden con las reflexiones, para que ustedes ajusten las cosas con los que trabajan y trabajen de verdad en equipo y se comuniquen y trabajemos en equipo y le demos el máximo valor agregado a todo, por más pequeño que sea un proyectico por allá, en un pueblito de Mérida”. En esta oportunidad nos reclama la interacción que debe existir en el trabajo revolucionario que se ejecuta en todas partes, el cual debe ser organizado y proyectado a fin de conseguir ese objetivo de vencer con la convicción de que nos asiste un proyecto consolidado y eficaz capaz de avanzar a estadios de una estabilidad suprema de felicidad mediante la concreción de este sistema socialista que derribe la hegemonía capitalista depravadora mundial.

En esas reflexiones que hizo nuestro Comandante Supremo, nos recomendó, también, el libro de Jorge Giordani “La Transición Venezolana al Socialismo”, donde nos explicaba los factores determinantes en ese transición de dejar el modelo viejo y avanzar a la construcción mediante la transformación de la base económica del país para hacerla esencial y sustancialmente democrática, esta transformación productiva ligada al modelo de acumulación se encuentra referida por cinco aspectos importantes que tenemos que tener en cuenta: la modificación de la base productiva del país, buscando una mayor democratización del poder económico; el cambio en el rol del estado para lograr que el proceso acumulativo se oriente a la satisfacción de las necesidades básicas de la mayorías de la población y la defensa de la soberanía; la incorporación de mecanismo de autogestión productiva ; la utilización de la planificación democrática como mecanismo regulador de las relaciones productivas; y la ubicación autónoma del país frente a la internacionalización del sistema capitalista.

Todos estos postulados teóricos, tenemos que llevarlo a la práctica en todas las instituciones y en toda nuestra cotidianidad, es entender que en cada espacio donde tenemos el deber de ir construyendo la revolución: en las viviendas, en las nuevas industrias, en los grandes, medianos o pequeños proyectos, en los polos de desarrollo científicos y agrícolas, en las canchas de paz, en las disciplinas deportivas y culturales; en fin, en todas partes debe prevalecer el espíritu de la comuna, la cultura comunal, donde debemos convencer, no imponer, con nuestro propio proyecto socialista.

No debemos perder nuestro rumbo. El objetivo es el pueblo y su felicidad y para ello debemos injertar la propiedad social con el espíritu socialista. La propiedad social debe convivir con la pequeña propiedad. El espíritu socialista debe estar a lo largo de toda la cadena, en todos los espacios y área de la vida republicana y de la Patria. La misión es vencer con la convicción del socialismo y lo mejor es empezar con la autocrítica a fin de rectificar, deslastrarnos de las excusas y alcanzar los fines supremos de la Revolución Bolivariana y Chavista.


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Geovanni Peña

Diputado a la Asamblea Nacional. Militante del PSUV.

 santanajerez@hotmail.com

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