Este si es el camino de Hugo Chávez

Los golpes asestados a la corrupción, al contrabando y al narcotráfico en estos cinco meses de gobierno por parte del presidente obrero Nicolás Maduro y su equipo de la dirección cívico – militar de la revolución bolivariana, nos dan señales positivas y nos indican que vamos en el camino correcto hacia la profundización y radicalización del proceso revolucionario, como tiene que ser. Poco a poco y sin apuros. Con buen tino. Con píes de plomo pero pisando seguro.


En la revolución no necesitamos carritos F1, que con la misma velocidad que avanzan, retroceden al primer obstáculo que se les presenta. En un proceso serio y con proyecto claro, se requieren tractores de oruga, que avanzan lentos pero seguros y dejando la huella de su peso a su paso. La revolución es un proceso de perseverancia, disciplina y decisión, que implica sacrificios, análisis, comprensión y mucha claridad ideológica, sin caer en infantilismo.

En estos momentos cuando el gobierno de calle va con todo, para seguir el camino de Hugo Chávez, los revolucionarios, necesitamos atizar la organización, la solidaridad y potenciar la capacidad de acción para ayudar al empuje gubernamental, que sin el apoyo del poder popular es poco lo que puede hacer, pues la guerra que enfrenta no es poca cosa, es la arremetida de la burguesía criolla con el apoyo económico y logístico del imperio para dar al traste con el legado del presidente y comandante eterno Hugo Rafael Chávez Frías, que es la piedra en el zapato de las fuerzas imperiales en el mundo, donde la llama bolivariana arropa praderas y aviva el calor de la revolución en el alma de los pueblos oprimidos del orbe.

No es hora de retóricas, sino de acciones de calle para empujar el tren de la revolución, con el presidente y su equipo a la cabeza, que están en lucha sin cuartel contra los corruptos, apátridas y contra revolucionarios, que junto a sus socios internacionales juegan al fracaso, no de Nicolás Maduro, sino del proceso revolucionario, en busca de arrancar del corazón del pueblo la memoria de Hugo Chávez.

La lucha contra el acaparamiento y la especulación no puede ser solo del INDEPABIS y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, tiene que ser también de los consejos comunales de las comunas, de los consejos de trabajadores y demás sectores de la sociedad organizada, con la formación la guerrillas contra los hambreadores del pueblo.

Lucha que debe tener diversas aristas; por una parte vigilar y detectar los depósitos de alimentos y productos de primera necesidad acaparados, para denunciarlos ante las autoridades competentes. Abstenerse de comprar productos con sobreprecio y, al mismo tiempo dialogar, con la gente del pueblo que tras la riqueza fácil, se han convertido en cómplices de la guerra económica contra la revolución, al hacerse buhoneros de alimentos que expenden con sobreprecios de hasta diez veces su valor original.

Las pasiones electorales no pueden ser superiores a los intereses de la revolución. En estos momentos tenemos que jugar cuadro cerrado con la acción profiláctica del gobierno y obviar las discusiones baladíes que para eso hay tiempo más que suficiente.

Ponernos a pelear en estos momentos mediante discusiones sin el suficiente análisis ideológico, sino por la simple percepción que podamos tener de alguna situación, es poner en bandeja de plata las armas contra revolucionaria en manos de la oligarquía, que apuesta a su regreso a como de lugar.

Por una parte llaman a votar en el próximo proceso electoral, porque ciertamente en esa jornada no nos estamos jugando unas cuantas alcaldías y cargos legislativos municipales, sino el destino del proceso, porque se trata de un desafío, que puede consolidar la base del bolivarianismo, pero que también puede ocasionar un descalabro moral para las fuerzas bolivarianas, si la derecha alcanza sus propósitos de dominar espacios de gobiernos locales, desde los cuales poder desarrollar su proyecto de golpe de Estado, contra el presidente Maduro.

Por eso es que apelamos a la conciencia de nuestros camaradas, para acogernos a la disciplina revolucionaria y saber ubicar al enemigo, que ni siquiera está en las filas de quienes obnubilados por las manipulaciones de la canalla mediática adversan el proceso bolivariano, sino en los poderes exógenos que financian, asesoran y dirigen a sus operadores políticos internos, que fungen de dirigentes de partidos de “oposición” y que constantemente viajan al exterior a hacer lobby ante los centros de poder imperial, para que invadan a Venezuela.

La unidad, que convocó el comandante eterno, cuando vino a despedirse de nosotros antes de viajar a Cuba, para someterse a la última intervención quirúrgica en la lucha por la vida, no podemos echarla a la espalda, tenemos que empuñarla como espada contra el imperio y hacer un solo frente al lado del Comando cívico militar de la revolución, que está avanzando hacía la quiebra de los poderes fácticos que ejerce la derecha venezolana.

Para que el Estado, tome en sus manos las riendas de las importaciones de alimentos y materia prima, sin depender de la oligarquía parasitaria que cada día quiere más dolares para continuar conspirando, necesita tener un pueblo unido, organizado, armado de claridad ideológica y direccionalidad en la lucha, un pueblo que sea capaz de asumir las riendas de los medios de producción y distribución de todo lo que necesita el país para avanzar hacia el estado comunal, columna vertebral de la patria socialista. No nos queda de otra que ponernos al lado del gobierno de calle que requiere del esfuerzo de todos, porque este si es el camino de Hugo Chávez.
 



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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

 cd2620@gmail.com

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