A Guillén voy



Hace unos años era muy fácil saber cuántos venezolanos jugaban en las Grandes Ligas del Béisbol estadounidense. Política aparte siempre me pregunté por qué a la Serie Mundial se le llama así. Sin embargo eso no impidió, ni impide disfrutar del béisbol mayor. Pero decía que los venezolanos en las Mayores eran pocos. Vizquel, “el de los pies alados”, como diría mi amiga Annie. Galárraga, el big cat. Guillén. Por hablar de tres de mi época relajada.
Ahorita para saberse todos los nombres y numeritos y no quedar como una perfecta ignorante, hay que ser algo así como los lectores de solapas de libros. Son esos tipos o tipas que siempre dicen que sí, lo leí, y lo que hacen es recitarte la presentación de las solapas. Me explico. Si te preguntan qué te parece la actuación de Freddy García, responderás, mínimo, que tiene una buena recta. Hay que estar al menos enterada de la posición que juega el compatriota, porque salir con “cuando lo veo jugar me acuerdo de Vizquel”… Ya me dirán. Sólo si lanza improvisando un pax de deux.

Si se acerca el Clásico de Octubre la cosa se pone más fácil. Sólo tienes que estar pendiente de ocho equipos, buscar en los periódicos el cuadrito de “venezolanos en la post temporada” y… sin embargo. El domingo lo busqué y hay unos nombres rarísimos. Sólo Freddy García y Kelvim Escobar sonaron en mi desinformada cabezota.

Este año todo se ha simplificado. El Mago de Ozzie, Oswaldo Guillén, el eterno tiburón, es el protagonista. Y bueno panas, quien no sepa quien es Guillén, pues tiene que responder al interlocutor que le hable de las post temporada, un simple: a mí no me gusta el béisbol. Ese, o esa, no sabe ni siquiera, qué es una barajita. Contra eso no hay esfuerzo de última hora que valga.

Mi hermano Pedro, que en paz descanse, decía que su mayor anhelo era ser un short stop como Oswaldo Guillén. Disfrutaría de lo lindo Pedro en estas horas. Guillén es el que gana, el que pierde, el que batea, el que pitchea, el que se ríe. El que salta con las buenas jugadas y se enoja con las malas. El “estratega caribe” (no entiendo muy bien que quieren decir con esto) No como Joe Torre, que si los Yanquis ganan, parece que estuviera pensando en que comerá en el desayuno mañana, porque está haciendo dieta sin carbohidratos. Es decir, algo muy desagradable. Le dicen nada menos que Mr. Silencioso.
Lo cierto es que Guillén nos mantendrá ocupados, al menos, esta semana completa. Chicago no clasificaba por el “banderín de la Americana”, desde 1917, cuando ganaron la Serie Mundial por última vez. ¿No les parece que una excelente crónica deportiva? Estoy enteradísima.

Lo que sino no se me había ocurrido era “apostar” a Guillén por sus preferencias políticas. He sabido de gente que irá al rival de Chicago, “para que no gane el chavista ese”. Tendría que empezar por denigrar del Big show, lo cual me parece una exageración ideológica. Nuestro corazoncito late, porque si no lo hace estaríamos muertos. Pero now a Guillén voy. Pedro ¿Qué te parece?

*Periodista

mechacin@cantv.net



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Mercedes Chacín


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