Verdaderamente que dan pena ajena las protestas del grupito de estudiantes de derecha de Venezuela. En mis tiempos de estudiantes las HUELGAS estudiantiles eran emblemáticas como lo son hoy la de los estudiantes de Grecia, España, Francia y de Estados Unidos cuyas luchas son históricas y justas ya que se levantan contra un sistema explotador y brutal que cercena los más elementales derechos humanos.
Las manifestaciones estudiantiles ocurridas en el país durante los años 70, 80 y principio de los 90, que yo recuerdo, además de legítimas eran heroicas porque había que tener guaramos para enfrentarse a la represión de los cuerpos de seguridad. Participar en una marcha equivalía a arriesgar el pellejo así como lo hacen los muchachos europeos quienes son víctimas de una violencia brutal por parte de las Fuerzas Públicas por reclamar lo mismo que nosotros en la IV República: educación, vivienda, salud, alimentación, empleo, pensiones y salarios dignos, que se traducen en condiciones más humanas de vida, que nosotros gracias a la revolución bolivariana liderada por el comandante Hugo Chávez Frías hemos alcanzado.
Mientras en Venezuela el gobierno construye centros educativos, para garantizar el derecho a la educación, que además es gratuita, contrata personal, otorga becas de estudio, invierte en planes alimentarios, residencias estudiantiles, programas deportivos y culturales para los jóvenes, en Estados Unidos y Europa cierran instituciones y despiden el personal docente; la educación universitaria es un lujo que pocos se pueden dar.
A la vista están también los esfuerzos de la revolución bolivariana para erradicar el hambre y la pobreza, hoy reconocidos por la FAO; en tanto por aquellos lares, como lo escribía recientemente una joven, cuya familia está radicada en España, los ciudadanos dejan de comer y hasta de asearse para reducir gastos. La vida allá, sostiene esta chica, no es muy diferente a la de los campos de concentración según lo relatado por sus abuelos a quienes por cierto les han recortado las pensiones, muy contrario a lo que ocurre en nuestro territorio donde no sólo los adultos mayores reciben sus asignaciones con los incrementos correspondientes sino que además se ha ampliado la cobertura y cada vez son más los venezolanos y venezolanas que cuentan con la seguridad social.
En la nación “Castro comunista” como la tildan los manitos blancas el gobierno construye viviendas para los pobres y la clase media, dando facilidades y exonerando en muchos casos el pago. En aquellos parajes europeos a muchas personas les han quitado sus viviendas y no hay gobierno que se responsabilice de su situación, por lo que algunos terminan quitándose la vida.
La respuesta a las demandas de la población europea y estadounidense han sido golpes, maltratos y prisión. Aquí en este terruño el gobierno custodia a los huelguistas para que no se les rompa ni una uña, se sienta a conversar, escucha las propuestas y aprueba los recursos necesarios como ocurrió recientemente con la solicitud de incremento salarial de los profesores universitarios.
A pesar del dialogo y los compromisos asumidos por el ejecutivo venezolano, los señoritos universitarios que le siguen el juego a la oposición golpista persisten en extender la huelga en algunas casas de estudio, sin importarles el daño que le causan a quienes si necesitan terminar sus estudios ¡Que pena con los auténticos huelguistas, aquellos nuestros que cayeron defendiendo causas fundamentales, y con los muchachos europeos que todos los días salen a la calle a exigir justicia y a cambio sólo reciben trancazos!. Afortunadamente estos huelguistas light no son la mayoría.
