Espacio crítico para la construcción socialista #140

"Águila no caza moscas"

Si debemos rechazar al fasci-nazismo, fundamentalmente por haber sido un régimen político que con base en la diferenciación racial, religiosa o ideológica estableció "campos de concentración" donde la vida no valió nada, matando según algunos cálculos a más de 6 millones de personas, no es menos cierto que el capitalismo en su conjunto ha matado a millones en las últimas décadas de hambre y por guerras, pero en nombre de la izquierda también es cierto que los Gulag soviéticos en especial bajo la conducción del estalinismo, por razones ideológicas mató a más de 1.6 millones de personas. Los extremos se tocan, y si el fasci-nazismo es defendido por los que afirman haber logrado cosas "positivas" para sus militantes al "purgar la raza", el capitalismo es "adorado" por los capitalistas y sus enajenados, Marcos Pérez Jimenez es defendido por algunos por la añoranza a la "seguridad" en las calles y sus obras en infraestructura y algunos socialistas admiran a Stalin por haber industrializado a la URSS, a través del "capitalismo de Estado", no es menos cierto que la violencia, persecusión y las muertes por causas políticas, raciales o religiosas, sea en nombre de la ideología que sea, es imperdonable y absolutamente condenable.

Si en nuestro país tenemos un conjunto de líderes opositores que juegan a utilizar recursos fascitas para desestabilizar al proceso revolucionario, dentro del proceso revolucionario existen un conjunto de acciones lo suficientemente torpez como para que en algún momento se toquen cuales extremos que desdibujan sus límites. La oposición ha provocado, sin duda, escenarios de violencia, desde el discurso de Capriles el 14 de Abril desconociendo al Poder Ejecutivo y Electoral, pasando por los 9 compatriotas muertos como consecuencia de este llamado induciendo a la violencia, hasta la escena montada en la AN para victimizarse, pero lo que no se comprende es que del lado revolucionario, conociendo esta estrategia, se caiga en el juego, sirviendo de carne de cañón para la violencia inducida o agrediendo al que pide a gritos ser agredido para generar la foto que permita señalar a los militantes del proceso revolucionario como los violentos, aparentando una condición de ingobernabilidad que no existe en el país.

¿Qué hubiese pasado si producto de la provocación en la AN, la bancada revolucionaria hubiese continuado la sesión o la hubiese suspendido después de mostrar comunicacionalmente el seudoinfantilismo de la bancada opositora de querer provocar violencia con cornetas, cascos, sillas, pancartas, etc.? Ahora la imagen que corre en el mundo es la que ellos quisieron imponer, y hubo "cuadros políticos" en la AN que en lugar de demostrar su "amplia" formación política, cayeron en el juego del adversario.

Tengamos cuidado, aunque gracias a Stalin se logró detener el avance de Hitler, en articulación con los Aliados (EE.UU., Francia, Gran Bretaña, etc), eso no evitó que la URSS no tuviese sus propios campos de concentración. No puede la revolución justificar la violencia propia por el origen ajeno, se debe ser más estratégico, eso siempre nos lo enseñó Chávez: "Águila no caza moscas".

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Nicmer N. Evans

Director de Visor 360 Consultores, una piedrita en el zapato, "Guerrero del Teclado", Politólogo, M.Sc. en Psicología Social.

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