Narcotráfico o de cómo convertir a Chávez en Noriega, el nuevo plan del imperio

Escándalo fariseo el que armó la Agencia Antidrogas gringa, la DEA, por medio de sus serviles amanuenses de la prensa escuálida, a raíz de la suspensión del Convenio entre la Comisión Nacional Contra el Uso Ilícito de las Drogas, Conacuid, y la Dea, vigente desde el 4 de marzo de 2002, ordenado por el Presidente Hugo Chávez, motivado en la identificación de las acciones ilegales de la Dea en nuestro país, claramente articuladas al plan imperialista para aplastar el proceso revolucionario bolivariano.



Más que el combate efectivo al narcotráfico, la Dea focalizaba sus acciones en labores de espionaje y desestabilización de las instituciones publicas. Los sofisticados equipos de comunicaciones y la extraterritorialidad de que disponen los agentes imperialistas, se estaban utilizando mas para los planes contrarrevolucionarios que para la lucha contra las mafias de la droga de origen paramilitar colombiano, que aprovechan nuestro territorio como punto de paso hacia los centros de consumo en Usa, Europa y las islas del Caribe.



El grito puesto en el cielo por los gringos y sus turiferarios en la moribunda prensa conspiradora, esta lleno de hipocresía y mala fe. Hablar de la eficacia y eficiencia de la Dea en sus labores contra el narcotráfico en todo el mundo, es completamente ridículo y contrario a la realidad. Para la muestra un botón. Me refiero al actual caso de Colombia. Allí quien manda en todos los asuntos es el gobierno imperialista de Bush a través de la Embajada en Bogota, y en materia de narcóticos solo se hace lo que dictamina su majestad la Dea.



Aun así, el negocio de la cocaína nunca había sido tan prospero como sucede ahora segun estudios recientes de expertos en la materia, no obstante los millones de dólares que se gastan en erradicación de cultivos, interdicción de embarques, policías antinarcóticos, equipos sofisticados y medidas para el control del lavado de dineros.



En la plenitud del Plan Colombia, concebido dizque para acabar definitivamente el narcotráfico, los Carteles manejados por los paramilitares, que cuentan con toda la protección del gobierno ultraderechista de Uribe Vélez y del Estado, gracias a una aberrante Ley de impunidad para los delitos de lesa humanidad cometidos por los escuadrones de la muerte en contra de miles de campesinos y al manejo discrecional de la extradición por parte del Presidente, están realizando, a plena luz del día y con el beneplácito gubernamental, el 100% del negocio de los narcóticos.



Los principales capos del narcotráfico como Mancuso (a quien Uribe suspendio la orden de extradicion a Usa), Macaco, Don Berna, Gildardo Ceballos, Báez, los Mellizos, Vanoyes, el Alemán, Hernán Giraldo y otros, ahora disfrazados de flamantes negociadores y de candidatos a senadores y diputados en la campaña reeleccionista de Uribe Vélez, aprovechan las gabelas que les da San José de Ralito (Córdoba), para organizar las exportaciones de grandes cargas de coca hacia Usa y Europa y realizar el correspondiente lavado de los dólares en el sistema financiero colombiano, que para tal efecto utiliza casi 5000 profesionales del cambio en tales menesteres, con el visto bueno de la Junta Directiva del Banco Central de aquella nación, bajo el estricto control de Uribe Vélez.



Todo esto ocurre bajo la severa vigilancia de la Dea, la Embajada gringa y la CIA que, obviamente, pesca en este macabro río revuelto.



Río revuelto en el que nuestra nación corre todos los riesgos del mundo porque los jefes paramilitares, amos absolutos del narcotráfico colombiano, han instalado gran parte de su negocio en nuestro territorio. Venezuela ha sido convertida en un supermercado del narcotráfico paramilitar neogranadino.



Por ejemplo, Mancuso, convirtió la ciudad de Valencia, en bodega de sus descomunales cargas de cocaína. Allí dispone de manera permanente de 100 toneladas de coca, a la espera de ser exportadas en aviones y barcos hacia los mercados consumidores. Hernán Giraldo Serna, el gran capo de la Sierra Nevada de Santa Marta, escogió a Maracaibo como principal caleta de sus voluminosas cargas de narcóticos. Igual ocurre con Ernesto Báez, Gildardo Ceballos (ficha directa de Uribe Vélez en Armenia y el Eje Cafetero para los negocios de droga), los Mellizos, el Alemán y otros capos, instalados como reyes en Altamira, el CCT, Barcelona, el Tigre y otros puntos del Oriente venezolano, que después indicaremos en esta columna.



Desde luego, los peligros de este terrible problema, para el proceso revolucionario son inocultables. La capacidad desestabilizadora y de corrupción del narcotráfico es infinita. Lo cierto es que, mucho de lo que esta ocurriendo, por desgracia, involucra importantes agentes de nuestro Estado. Los capos del narcotráfico colombiano cuentan en sus nominas con altos oficiales de la FAN y con funcionarios claves del gobierno, particularmente en las embajadas, que les proporcionan apoyos estratégicos.



Con este negro panorama, el Presidente Chávez y la alta dirigencia del gobierno deben prende las alarmas. Estamos a las puertas de una súper satanización orquestada por el imperialismo.





Bush, la Cia, la DEA y el establecimiento imperialista gringo, van a utilizar la coyuntura, no cabe duda, para montar, conjuntamente con el gobierno narcoparamilitar de Uribe Vélez, una escalada de provocaciones y fraudes para presentar al Presidente Hugo Chávez como un personaje similar a Noriega, el ex-presidente de Panamá, quien cumple una condena en cárceles de la Florida , después de ser capturado por las tropas invasoras imperialistas que intervinieron en el país centroamericano por orden de Bush padre.



Bush hijo va a utilizar la carta del narcotráfico para dar continuidad a los planes contra la revolución bolivariana. De eso no tengo duda alguna. Ocurrió en Nicaragua contra la revolución sandinista, donde R. Regan y la Cia, financiaron a la Contra de Pastora con el negocio de la coca. O. North compro armas para la Contra con los narcóticos de Pablo Escobar. Ocurre en Afganistán, donde gringos, alemanes y españoles utilizan el negocio de la heroína, mas prospero hoy que nunca, para financiar la invasión de esta nación.



La decisión del Presidente Chávez frente a la Dea ha sido la adecuada. Igual, me parece conveniente la determinación de mantener las puertas abiertas para realizar una cooperación en condiciones de igualdad.



Tanto la Conacuid, como el Cicpc, la Unidad Especial de Investigaciones del Comando Antidrogas de la Guardia Nacional y la legislación vigente contra el narcotráfico, conforman un dispositivo competente en la lucha contra este difícil problema regional y mundial. Sin embargo, soy del criterio que aun nos falta mucho en el conocimiento de este letal cáncer. Al gobierno, a la Presidencia y a las demás instancias públicas les hace falta un seguimiento mas detallado y profundo de la problemática del narcotráfico y sus implicaciones en el proceso de cambios de nuestra sociedad. Ese es el desafió que debemos encarar en el menor tiempo posible. Aquí, desde luego, tenemos una gran responsabilidad quienes desarrollamos nuestra labor en los medios de comunicación. Por tal razón volveremos sobre este espinoso tema en próximas oportunidades.


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Horacio Benitez


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