En su afán por reconquistar al Presidente, quien ya sabe de su incapacidad como Ministro de Educación Superior, a Moncada se le ocurrió una de sus más “agudas” invenciones, que seguramente lo elevará a Primer Ministro de “Mentirolandia” o “Jalabolandia”. Resulta que su administración recuperó 38 millardos, que con Navarro de Ministro se los robaban las universidades. El rector París aceptó que, en el pago anterior, el ministrillo le pagó de más una suma superior a un millardo. El ministrillo se hace el loco sobre su error y, como buen comediante, exige le devuelvan el dinero y sus intereses. Los universitarios se preguntan: Y los intereses por el diferimiento del pago del 2002 y 2003, ¿dónde están?
Primero: ¿Por qué el ministrillo Moncada pagó el 50 por ciento de la deuda por incremento salarial de 2002 y 2003 sin tener toda la documentación en regla? Él fue quien pagó. No fuimos nosotros. ¿Cuánto pagó de más a todas las universidades, al no revisar los datos que tenía? ¿Y qué está haciendo, ahora sí, para recuperar el dinero erróneamente entregado? La Contraloría General debería revisar ese pago irregular, y vergüenza es lo que debería sentir el ministrillo, en vez de andar ufanándose de una recuperación de fondos que existe sólo en su “creativa” cabeza.
Segundo: Desde que existe la OPSU, las universidades le envían sus solicitudes de recursos para el pago de sus deudas, las salariales entre ellas. La OPSU estudia los recaudos, recalcula, hace las observaciones pertinentes y los devuelve. En muchas ocasiones, debido a debilidades de la administración universitaria, las solicitudes son devueltas varias veces. Al final, la OPSU da su buena pro y procede a tramitar los pagos. Así se hizo durante la gestión de Navarro, aunque con mucha mayor rapidez.
Si restamos el monto de las solicitudes iniciales menos el último monto, ajustado por las revisiones hechas, se encontrará una diferencia entre ambos, generalmente a favor del Estado. Para eso existen la OPSU y el MES: supervisan, controlan y descubren los errores, estén donde estén. Así ha sido y el ministrillo lo está haciendo ahora, pues no lo hizo con el pago anterior, el del 50 %, y pagó de más. De las diferencias, no hicimos fanfarrias en el pasado, pues ocurren con todas las instituciones y eran parte de la rutina administrativa.
