La formación de las nuevas generaciones

La construcción o reingeniería de un nuevo país, con una nueva filosofía de vida, con un nuevo concepto del trabajo, del papel a desempeñar en la sociedad, orientado al pensamiento creador, a la vida solidaria en sociedad, al estudio innovador, a la lectura enriquecedora del pensamiento, de ese pensamiento complejo del que hablan Habermas, Edgar Morin, Popper, Heidegger, de repensar nuestra historia, puede ser realidad a la vuelta de una generación, si se asume con toda la seriedad que los momentos y las circunstancias actuales exigen la aplicación en todo sentido lo que expresa la Constitución Bolivariana de 1999, la misma que tanto los venezolanos de aquí como los de la acera de enfrente reclaman por su plena vigencia; ella dice en su artículo 103 que la educación constituye un derecho humano fundamental y debe ser impartida de manera integral, permanente, con calidad, en igualdad de condiciones y oportunidades, para así desarrollar nuestras capacidades científico-tecnológicas vinculadas a las necesidades del pueblo.

La pregunta que me hago es: ¿Por dónde comenzar? Pienso que para formar al hombre nuevo debemos empezar por formar al nuevo maestro, a ése que en la escuela, con papá y mamá en el hogar, ha de iniciar la gran tarea.

Digámoslo con las palabras de Edgar Morin, quien en el capítulo II de su ensayo “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro” expresa, en la sección “Los principios de un conocimiento pertinente”, de la pertinencia en el conocimiento, que: “El conocimiento de los problemas claves del mundo, de las informaciones claves concernientes al mundo, por aleatorio y difícil que sea, debe ser tratado so pena de imperfección cognitiva, más aún cuando el contexto actual de cualquier conocimiento político, económico, antropológico, ecológico... es el mundo mismo.

La era planetaria necesita situar todo en el contexto y en la complejidad planetaria. El conocimiento del mundo, en tanto que mundo, se vuelve una necesidad intelectual y vital al mismo tiempo. Es el problema universal para todo ciudadano del nuevo milenio: ¿cómo lograr el acceso a la información sobre el mundo y cómo lograr la posibilidad de articularla y organizarla? ¿Cómo percibir y concebir el Contexto, lo Global (la relación todo/partes), lo Multidimensional, lo Complejo? Para articular y organizar los conocimientos y así reconocer y conocer los problemas del mundo, es necesaria una reforma de pensamiento. Ahora bien, esta reforma es paradigmática y no programática: es la pregunta fundamental para la educación ya que tiene que ver con nuestra aptitud para organizar el conocimiento.

A este problema universal está enfrentada la educación del futuro porque hay una inadecuación cada vez más amplia, profunda y grave por un lado entre nuestros saberes desunidos, divididos, compartimentados y por el otro, realidades o problemas cada vez más poli-disciplinarios, transversales, multidimensionales, transnacionales, globales, planetarios.



Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia

cepo39@gmail.com


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César Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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