“Los pueblos -vaticino alguien alguna vez- son como los riachuelos, mansos, tranquilos y en cierto modo no representan peligro; por circunstancias aparente y transitoria todo e mundo lo utiliza, le vitupera y en determinadas oportunidades se les trata mal y hasta se le ofende de manera grotesca… pero sin saber cuando alguna vez ese riachuelito crese, se encrespa y se agiganta, por cualquier circunstancia de la naturaleza y se hace bravío, terrible y arrollador, causando estragos y cobrandoce,quizas sin quererlo a su debido tiempo todos los vituperios del que se le hizo victima”
Nuestro país, ha sido testigo de este vaticinio en muchas oportunidades. El 23 de Enero de 1958, y el 27 y 28 de febrero de 1998, por citar dos ejemplos.
La burguesía criolla debe estar no solo consciente sino también agradecida (aunque parezca contradictorio), del cambio político que opera en nuestro país sin los traumas violentos que suelen acompañar las revoluciones Amén (así sea) burgués o proletaria.
La llamada transición al socialismo o hacia lo que sea menos al modelo capitalista, es absoluta e históricamente indispensable de cara a la crisis de ese sistema y sus efectos sobre los países y pueblos de Europa y Norteamérica.
Pero no es solo la burguesía quien deba estar clara de nuestro futuro inmediato, también el pueblo debe saber o en su defecto, hay que hacerle saber, que volver al pasado es traer al presente la violencia ,la muerte y el dolor sentido en las décadas precedentes a la llegada de nuestro Comandante.
El candidato de la derecha contempla en su programa de gobierno la implementación de las medidas económicas que dicte el FMI, tales como la eliminación (léase privatización) de las misiones ,rebaja de sueldos y una “paulatina” eliminación de las pensiones entre otras.
L a historia, sigue siendo la historia de la lucha de clases. En febrero 1998, el pueblo cansado de engaños e imposiciones, se hizo bravío, terrible, arrollador y mandó al carajo, al Fondo Monetario Internacional, mañana (en un supuesto negado) sería por el NO RETORNO DEL FMI.
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