El amor superlativo

Hay diferentes tipos de amor. Los obvios, sin lugar a duda. Amor a la madre, al padre, a los hijos e hijas, a los hermanos y hermanas, a los amigos y amigas del alma, de la vida. Ese es el tipo de amor que se supone debemos sentir. Que si no, pudiéramos resultar seres extraños a este mundo de animales conscientes obligados a socializar.

Los amores fatuos. A los objetos, a las posesiones, a los seres extraños de la farándula, a los personajes del cine y la televisión, a esa vida que sin conocerla tanto deseamos. Ese es el tipo de amor que nos da una especie de estatus, o que eso creemos. Amores a lo ajeno, a las marcas, al dinero, al sueño impuesto por los códigos globalizantes. Amor a tu teléfono inteligente, a tu carro del año, a tu casa con techo machihembrado. Un amor que si, como animal consciente obligado a socializar, no sientes… simplemente, para los otros, no eres, no existes.

Los amores incomprendidos. Ese beso tan deseado que nunca te dieron, ese ser del que creías depender en plena adolescencia, ese amor hacia otro animal que al igual que tú… buscaba con triste desespero a quién amar. Ese amor imposible, a veces posible. Ese amor que nace gracias a una mirada profunda, hacia el transitar compartido, hacia el escribir común de dos historias que se funden en una.

Los amores superlativos. Los incuestionables, los innegables. Ese amor que nace automáticamente hacia quien te ama aunque no le hayas dado la mano siquiera. Porque hay alguien que te ama desde afuera, como un todo, formando parte de algo que le da sentido a la vida. Es el amor hacia un líder y cada una de sus acciones. Te sabes amado aunque ese alguien no te conozca en lo íntimo. Aunque no hayan cotidianidades compartidas. Pero lo amas porque desde su lugar hace lo imposible por ti. Y ese es un amor eterno, inexplicable, incontrolable… ese el frenesí del que tanto hablamos, esa exaltación tan auténtica y hermosa que te lleva a una urna de votación, a una concentración popular, a una reflexión colectiva.

Ese amor superlativo es el que vivimos tantos millones en Venezuela. Ese es el amor que hace avanzar a nuestra patria a pasos agigantados. Ese es el amor que nos lleva, indetenible, hacia la victoria.

Ese es el amor que siento, como tantos millones en el mundo, por Hugo Chávez.


ggastello@gmail.com
@GipsyGastello
http://literatureleando.blogspot.com


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