Entre tanto

La historia a pedazos

Los propósitos memoricidas de los dominadores no son del todo explícitos en las múltiples artimañas utilizadas para ocultar verdades, tergiversarlas y borrarlas, en materia de historia.

En el imaginario colectivo venezolano, la fecha 19 de abril está asociada con el tema de la independencia. Y la independencia suele reducirse a una declaratoria o una firma -o ambas cosas- que es una especie de acto simbólico por el que parecieran haber cambiado, automáticamente las relaciones de Estado.

Historiadores comprometidos con una lectura desde el pueblo, desde las vanguardias de los dominados en lucha por su emancipación, coinciden hoy en resaltar que el 19 de abril de 1810 refiere a la firma de un convenio de autonomía que otorga un rango de participación a ciertas élites criollas de blancos en un gobierno que no deja de reconocerse subordinado a la misma corona española y no a un acto realmente vinculado explícitamente con nuestra independencia.

Si a la independencia de Venezuela del imperio español se le puede colocar fecha es la del 5 de julio de 1811. Asociada esta fecha con la victoria militar en Carabobo, el 24 de junio de 1821 al enfrentarse  unos cuatro mil realistas contra seis mil 500 patriotas, resultando estos victoriosos en cuestión de horas. Esa batalla, la de Carabobo, asegura nuestra independencia pero es el 24 de julio de 1823 cuando se rubrica con la batalla naval del lago de Maracaibo.

Es importante resaltar, y de aquí la importancia de observar nuestra realidad, la realidad, toda realidad, no por estancos, no a trozos, no escindida, que la historia no es una fecha ni una sumatoria de fechas o de hechos más o menos heroicos, sino un proceso de pueblo que tiene o puede tener momentos resaltantes, pero que jamás se puede reducir a uno de ellos de manera aislada.

Por eso es importante observar,ante una efeméride como la que conmemoramos este jueves 19 de abril, que esta fecha habla de un pacto autonómico entre élites y no de una acción de pueblo venezolano por su independencia. Aunque la misma, contradictoriamente, forma parte del proceso, que conduciría luego a nuestra independencia de la corona española.

Resaltar brevemente esta apreciación, desde una visión de pueblo, de nuestra historia, nos ayuda a comprender que cerca de 200 años después, la ruptura definitiva con el nuevo imperio, con el imperio del capital, representado políticamente por los Estados Unidos, es también un proceso y no todos sus actos pueden, aisladamente, tomarse como sellos de nuestra total y definitiva independencia.

Enrumbados en ese camino, nuestra propuesta es la de la lectura crítica de nuestra historia y, principalmente de esa de la cual hoy somos protagonistas en la construcción colectiva de la Patria socialista, por la que ¡Viviremos y venceremos!

ivanpadillabravo@gmail.com




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Iván Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

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