El portaviones y los papagayos

Un portaviones es efectivo y cumple su cometido si lo que transporta son verdaderamente aviones. Pero si en su cubierta lleva papagayos coleados en lugar de naves de combate su final no tendrá ni siquiera la gracia de Don Quijote en su fiera batalla con los molinos de viento. Lo trágico del desenlace no dará tiempo de reír lo cómico del disparate. Será tarde para cuando el caballo de Troya, una vez traspasadas las líneas enemigas, se dé cuenta de que en lugar de guerreros, lleva en su vientre avispados oportunistas.

Las bases bolivarianas han presenciado por estos días los altisonantes combates que varios de sus dirigentes han librado por cargos municipales y parroquiales.

Los trofeos de guerra más apreciados están todavía un poco más lejos:
la Asamblea Nacional y los cargos regionales de dirección. A lo interno de cada factor del Bloque del Cambio se libra su pelea particular y, a la vez, éstos pretenden abarcar más espacios de los que realmente tienen en alcance y militancia.

En el reino animal, los machos tienen que pelear para ganar el derecho a aparearse. Hay algunos, sin embargo, que aprovechan la lucha entre los sementales para colocar sus genes en el lugar preciso. También las escaramuzas políticas por ambiciones subalternas permiten que los corruptos hagan su agosto y los papagayos, camuflados de naves de combate, se cuelen en el portaviones.

De esta manera, los movimientos van engendrando el germen de su implosión. Valga el tono didáctico para unos alumnos tan viejos.

Por ahora, el proceso revolucionario cuenta a su favor con una oposición estupendamente torpe. Su única y recurrente estrategia ha sido la huida hacia adelante y gritar “ni un paso atrás” aunque esté a un paso del abismo. Por allí se lanzó con todos los aperos y activos que movimiento político alguno haya tenido en la historia: Fedecámaras, Pdvsa, medios de comunicación, militares de alto rango, jerarquía eclesiástica, premios de la España de Aznar, apoyo de la CIA, dólares de Bush vía NED, Ong’s nacionales e internacionales, Secretaría General de la OEA con Gaviria, Cidh, policías estatales, metropolitana y municipales, e infiltrados en la causa que controlaban los más altos cargos en el movimiento bolivariano (remember Miquilena).

El “autosuicidio” de esa oposición parece haber hecho creer a no pocos de la dirigencia bolivariana que llegó la hora de disfrutar las mieles del poder. Tremenda y letal equivocación.

La ineficiencia y la corrupción son peores y más corrosivos enemigos y, si no las aplastan temprano -escribí aplastar- terminarán por acabar con todo y generar en el pueblo venezolano una nueva y larga frustración.

A su lado, las precoces ambiciones de liderazgos sin liderados sobre la cubierta del portaviones sirven la mesa para la comedia mediática y la tragedia real. No hay peor ciego... suele repetir el comandante.

La CIA se cansó de la estupidez antichavista y decidió ejercer por sí misma la oposición. Ese es el pequeño enemigo -los Estados Unidosque tiene frente a sí el proceso bolivariano. Una apabullante campaña internacional ha desplegado en todo el mundo contra Venezuela. Desde Bush hasta el último vocero de la Casa Blanca, pasando por Rice, Brownfield, Gross, Noriega, Reich, el Pato Donald y los Simpsons, no hay un solo día del mundo en que no declaren contra el país y su gobierno. Esta es apenas las primera fase de un libreto interventor que ya conocieron Chile, Grenada y Nicaragua, para nombrar sólo los tres últimos países víctimas del zarpazo estadounidense.

Mientras tanto, despreciando con desdén y superioridad los planes imperialistas, alguna dirigencia revolucionaria le imprime visos de epopeya a la encarnizada lucha por controlar la junta parroquial de Caja Seca o la municipalidad de El Chaparro.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 3251 veces.



Earle Herrera

Profesor de Comunicación Social en la UCV y diputado a la Asamblea Nacional por el PSUV. Destacado como cuentista y poeta. Galardonado en cuatro ocasiones con el Premio Nacional de Periodismo, así como el Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal (mención Poesía) y el Premio Conac de Narrativa. Conductor del programa de TV "El Kisoco Veráz".

 earlejh@hotmail.com

Visite el perfil de Earle Herrera para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Earle Herrera

Earle Herrera

Más artículos de este autor


Notas relacionadas