Mario Guastapaglia

El artículo proyectado para esta semana inicial del año iba dedicado a Salvador De La Plaza, enorme figura de la política venezolana, revolucionario a carta cabal y un estudioso de los fenómenos económicos y sociales del país cuyo natalicio aconteció el primero de enero de 1.896; pero la vida, en su desarrollo dialéctico de cambios me lleva, no por obligación y sí por convicción, a dedicarle mi humilde artículo a otro comunista ejemplar, amigo de verdad y en fin un ser humano que al igual que el rio del poema de José Ángel Buesa “se acaba de ir pero nunca se irá”, me refiero a Mario Guastapaglia.

El viernes 30 de diciembre en plena madrugada, y recién acontecido el lamentable fallecimiento del camarada, recibí la noticia que de inmediato lleno de tristeza el ambiente, y es que realmente duele la muerte de personas como Mario: cuadro dirigente del Partido Comunista de Venezuela, impulsor del sistema de formación del PCV a través de su Escuela de Cuadros, revolucionario con amplía experiencia desde sus años de juventud en su Argentina natal, médico de gran sensibilidad humana, Coordinador del Programa de Medicina Integral Comunitaria en el estado Bolívar por tan solo mencionar las virtudes políticas de este camarada.

Como cuadro formado en la practica marxista-leninista Mario conocía, y practicaba, la importancia de la discusión y el debate por más acalorado que este fuese; de manera especial recuerdo la discusión de un punto del Proyecto del Programa del PCV en el marco del XIV Congreso en el que no estuvimos de acuerdo, y estoy convencido que el Camarada no tenía razón, solo el tiempo dirá, pero esta circunstancia no era motivo de alejamiento sino que por el contrario servía de “gancho” para continuar debatiendo y construyendo permanentemente en el marco de la camaradería.

De Mario me quedan lecciones personales y de militancia que agradeceré por siempre como la practica recurrente, sistemática y sin paréntesis de la amistad y la solidaridad a toda costa, la puntualidad, el respeto a la palabra empeñada, entre otras; pienso, por ejemplo, que solo el transcurrir del tiempo otorgará a Mario el sitial especial que le corresponde como impulsor a la Misión Barrio Adentro y a la formación de Médicos Integrales Comunitarios a lo que dedicó buena parte de su tiempo y energía y cuyo esfuerzo vio coronado recientemente con la graduación de un buen número de estos profesionales formados en un nuevo modelo de la medicina apegado a los valores humanistas que identifican a todo revolucionario; como digo arriba Mario Guastapaglia era el Coordinador Regional del Programa de Formación de Medicina Integral Comunitaria cuestión que asumió con pasión, entrega, responsabilidad y humildad como a buen comunista corresponde.

Mario formó médicos para la vida, ejerció la medicina ayudando siempre a quien se lo requirió y por si fuese poco, a riesgo de su propia vida y “tranquilidad”, desde joven se dedico a la militancia comunista por el bien del pueblo; bien dijo Ali que a seres como Mario no puede llamárseles muertos.

Nuestra última conversación fue precisamente sobre las elecciones del 7 de Octubre en la que con su característico optimismo me dijo: “tendremos nueva victoria popular”.

Alguna vez leí, no recuerdo de quien es la frase, que los revolucionarios incluso después de muertos son útiles, porque entonces son ejemplo, consigna y bandera y tu bandera Mario, que hoy eres tu mismo, la llevamos en alto, con amor y empeño, tus camaradas y amigos del PCV.

¡Honor y Gloria para ti mi querido Camarada!.

Edgar Meléndez

Militante del PCV

www.twitter.com/edgarmelendez79



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Edgar R Meléndez (*)


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