El Ministerio del Poder Popular Para la Cultura no
tiene presencia en las comunidades, en vista que no podido sincronizar
un vínculo que le permita interactuar con los diferentes imaginarios que
interactúan que se encuentra deambulando dentro del área de la cultura
en el país, en vista que se ha venido caracterizado solamente por el
desarrollo de las empresas culturales y la industria de boulevard, como
que si no existiera la capacidad para crear un mega proyecto que
incluya a todos los que se encuentran en su predio, lo cual ha
conllevado a crear una atmósfera negativa que incita al escepticismo e
intolerancia que pone en peligro la paz, la salud, la convivencia
pacífica que debe existir en el imaginario colectivo que integra la
cultura ( en el que se puede notar claramente que existen recursos para
los grandes proyectos, pero no para el desarrollo de las comunidades y
cuando existe…, se les exigen una cantidad inapropiada de requisitos
inter-institucionales que culminan en su no otorgación porque se hace
imposible su consecución)…, pero que hasta el momento se ha hecho sentir
como una Entidad Cultural aislada y con una marcada omisión, al sentir
de quienes nos encontramos en el área, puesto que dicho organismos
institucional se ha encargado de cultivar una acción (que no se puede
llamar política cultura) que sólo toma en cuenta, proyecto como el
Obelisco que se creó en la Plaza el Venezolano de la Ciudad Capital de
Caracas, el Encuentro Internacional de Filosofía, la Feria Internacional
del Libro, Encuentro Internacional de la Danzas, Encuentro
Internacional de Poesía, Encuentro Internacional de la Salsa o la
construcción y ampliación de nuevas galerías museos que no justifican el
gasto, su inversión (véase el caso de la Galería Nacional y el Museo
Crus Diez o el Museo Miquel Otero Silva), lo que quiere decir, que
solamente está interesado solamente en el desarrollo de la Industria
Cultural y la industria del bulevar, puesto que detrás de este, se ha
desarrollado una gran maquinaria que implica la prestación de servicios
para la realización de una serie de eventos locales, nacionales e
internacionales, dejándose a un lado, el desarrollo de las otras áreas
de la cultura (por ejemplo, se han olvidado del fomento y los estímulos a
la creación, la investigación y al desarrollo de la actividad artística
y cultural) para darle cabida a esta gran maquinaria económica, puesto
que ella deja grandes dividendos económicos para quienes son dueños de
esas grandes empresas y para quienes los contratan, los cuales gozan de
usufructúan un gran porcentaje de cada contrato.
En este sentido notamos que el Ministro Pedro Calzadilla no ha
logrado cambiar la estructura tradicional que se montó a partir de 2002,
con la Eliminación del Consejo Nacional de la Cultural (CONAC), por el
contrario a pesar que habido cambios dentro de ese Organismo
Ministerial, éste no ha podido superar la presencia de tal modelo
positivista, excluyente, porque todos los ministros que se han impuesto,
lo han reafirmado como único dentro de su estructura y lo que han
hecho, es buscar su continuación y la imposición de un mecenazgo
cultural que se ha venido caracterizando por no ir más allá de los
paradigmas establecidos, en el que se rechaza ubicar nuevas propuestas
en base a la diversidad, lo multicultural y plurilingüístico en función
de ir dando los pasos hacia la mayor suma de felicidad posible, donde
no se ha logrado superar las concepciones fosilizadas que se han hecho
predominante en el discurso y menos, en la práctica que se ejerce, lo
cual debe conllevar a que dichos cambios deben pretender el desarrollo
de las capacidades individuales y colectivas, transformándose en una
experiencia de aprendizaje enriquecedora, provocadora de la
modificación, consciente y autónomamente sobre la práctica, como de las
percepciones que actúa sobre nuestro roles y responsabilidades y para
ello se hace necesario, contar con lineamientos estratégicos idóneos
para enfrentar estos retos que se hacen visibles cuando se ignoran la
importancia que tiene la reflexión, en el que se debe internalizar la
importancia que tiene apropiarse de una actitud epistémica abierta a
los procesos de creación del hecho estético, donde se debe admitir la
necesidad de una revisión permanente de nuestros postulados, partiendo
del diálogo, la crítica y la disidencia constructiva en el marco del
respeto mutuo, lo cual debe permitir nutrirnos a partir de la libertad
de creación, el desarrollo de un lenguaje propio, el despliegue de una
cosmogonía y omnipresencia que lo conlleve a convertirse en un ente
creador de unos lineamientos cónsonos con el imaginarios que se
encuentran en circunstancia de fragilidad manifiesta o en condición de
debilidad Jurídica, en vista que sentimos que se está menoscabando
nuestro reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, ya
que el Ministerio del Poder Popular Para la Cultura (dirigido por
Calzadilla), se viene caracterizando por una práctica que en el
contexto donde se desenvuelve, se ha convertido en estereotipos con una
personalidad que envilece la eficacia de una visión, que poco a poco se
fue desgranando hasta convertirse en una obstáculo para el
fortalecimiento de una plataforma cultural que permita sustituir la
inspiración por la homogenización, la creación por las actividades
individualizadas, la ferocidad de las propuestas temáticas y estéticas
por el trueque y un sin fin de oscuros e inútiles desaciertos que nos
han venido despojando a la cultura de su condición transformadora, audaz
y subversiva.
brunildeplcs@gmail.com