Una nube cósmica compuesta por elementos del basurero ideológico de la derecha

La MUD es una farsa

    En el marco de las ilusiones todo es posible, pero después de mezclados los colores burbujean los odios y las pasiones, resultando todo en una melcocha, en una mazamorra. Precisamente, queriendo construir el arcoíris de colores escuálidos los de la MUD se creyeron el cuento que haciendo esa rara combinación de tonalidades blancas, verdes, vinotinto y otros desteñidos, iban a formar la nueva constelación del sistema partidista. No obstante sus lunas, luceros y asteroides no alumbraron porque allí no hay gravedad, ni energía sino un caos ideológico y atracciones fatales.

Entonces la MUD es una farsa, una nube cósmica compuesta por elementos del basurero ideológico de la derecha. Esa combinación de colores y gases raros se fueron desconfigurando en sucesivas evaporaciones. Primero fue “PAZ”, un gas amorfo y de bajo peso (0, 000001%) en su estructura molecular-electoral; luego le siguió “Morro”, gas enrojecido en su cara frontal y con algunas moléculas de alcohol (CH3CH2OH) en su estructura. También está el gas “L-D-ASMA” insignificante, sin peso ni densidad molecular, que se diluye en su recorrido. En esa constelación de agujero negro quedan tres gases que no revisten ningún tipo peligro para el sostenimiento de la vida revolucionaria en el planeta.

De los tres hay uno que no ha sido aceptado en plenitud por la comunidad científico-electoral y el otro es un gas clonado y perteneciente a la constelación filosófica de los cantos de ballena. Aunque también está el gas “MCM”, estructurado molecularmente en la constelación Casa Blanca, donde le sembraron la fórmula del capitalismo espacial o popular. En todo caso son puros cuentos de la Vía Láctea.

Como vemos, el panorama empieza a aclararse. Los inventos de laboratorios no pasaron la prueba de la verdad y todos esos gases con falsos puntos de ebullición se fueron evaporando. Hablaban hasta de las nuevas leyes de la física, la química y la biología electoral; pero tal como lo mencioné al inicio, todo era una mera fantasía y en el mundo de las ilusiones todo es posible. Ahora deben afrontar la verdad.

No existe la tal unidad, nada está garantizado para ellos. Los integrantes de ese submundo político, donde se tejen los negocios del universo y se negocia la soberanía del planeta y de nuestra porción territorial-electoral, lo saben: están perdidos, derrotados y aniquilados. Mas allá de esta metáfora, que hoy utilizo hoy en este escrito, está la gran verdad que la MUD es una farsa, donde las alianzas fracturan y se frustran los gloriosos deseos de lograr el poder.

Ya hay una especie de desencanto en las filas de la derecha, donde muchos quieren acabar con la pobre mesa e incendiar sus patas. Cómo andarán las cosas por esos lares que un partido, supuesto otrora del pueblo, terminó apoyando al clonado. Pobre partido que por no tener siquiera un majunche de candidato propio, terminó pegado a las barandas de la derrota. Pero como nada es definitivo, pudiera ser que esos partidos de la MUD prefieran morir con las botas puestas y cada quien lance su propio candidato. Eso pudiera ocurrir, porque la MUD es una farsa.  

*Politólogo

  eduardojm51@gmail.com



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Eduardo Marapacuto*


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