PSUV que Existe Anzoátegui y el PSUV que me Gustaría Tener

Por lo que puedo percibir a través de los mensajes que me llegan a través de mí correo electrónico y twitter –dominguezclauidio794@gmail.com y @ClaudioElCuaco_, como inquietudes y opiniones de los artículos publicados en Aporrea, tengo elementos para formalizar una conclusión en tres partes, que de alguna manera recoge el sentido, gravedad y oportunidad que tiene el PSUV y los militantes en el estado Anzoátegui. Hay conciencia en muchos de los que me escriben, sobre lo mal que están las cosas en el estado y particularmente en los municipios más denso.

Otros camaradas reconocen esta situación pero son de la idea que se está trabajando para cambiar de rumbo. Finalmente, hay un grupo de camaradas que me escriben y hacen una particular lectura de lo que uno intenta plasmar en los artículos y esto nos obliga a realizar algunas precisiones para contribuir con ello al debate, que en honor a la verdad, es el objetivo de estos artículos y escritos.

Lo verdaderamente cierto en todo esto, es que están en riesgo las alcaldías de Bolívar, Simón Rodríguez, Anaco y Sotillo y este riesgo puede arrastrar a la gobernación. Esto está mal, no porque haya decidido publicar unos artículos en Aporrea sobre lo malo de estas gestiones municipales y la efectiva pasividad pública del PSUV en el Estado. Esto está mal, porque estos malos gobiernos generan desaliento. La causa de esta mala situación no son mis artículos, sino los malos gobiernos municipales. Ese debería ser un punto básico en la rutina diaria del PSUV

En mi último escrito, consideré una idea que no se originó de un análisis mío, fue producto de una de esas conversas entre camaradas con las cuales uno se encuentra diariamente. Comentaba que un camarada intentó participar en ella con una pregunta a través de la cual quería saber a cuántos miembros del equipo de los 15 conocíamos. Plasmé lo que él dijo sobre cada uno de estos camaradas, pero en ese intento por recoger la idea del camarada en torno a la pregunta, no se emitió un juicio de valor sobre cada uno de ellos; simplemente se sostuvo que no se conocían y esto no le resta importancia a estos camaradas, sobre sus inquietudes, su apego al proceso e identificación con las luchas del pueblo. No se cuestionó sus perfiles profesionales porque no se asomaron ni fueron el centro del artículo.

Si hubo un cuestionamiento claro y preciso al proceso de selección de estos camaradas y ese cuestionamiento vino porque esta selección contiene una tremenda contradicción entre lo que decimos y lo que hacemos. Hay una contradicción fundamental; La cooptación en atención a lo que el término significa es una cosa muy distinta a lo que hizo el PSUV. Es bueno que los camaradas hagan una pequeña investigación bibliográfica sobre el significado del término cooptación. En este esquema de selección o escogencia, se encuentra una continuidad entre este PSUV de ahora y el PSUV de antes, que como recordaremos llamábamos MVR. Este PSUV no es el que necesitamos para Anzoátegui.

Si queremos rescatar el concepto y práctica de la democracia representativa, deberíamos entonces utilizar el más representativo. Si cambiamos de paradigma, es preferible que se equivoquen 150 mil militantes escogiendo sus líderes en una elección de primer grado a que se equivoquen cuatro o cinco dedos. Este hecho tiene un gran significado a futuro del proyecto. Necesitamos promover el surgimiento de líderes comunitarios, locales y regionales y eso es posible en el debate, la lucha, la confrontación de ideas y nunca será posible a través de una imposición o mala cooptación, porque serán “líderes” sin legitimidad, autoridad y arraigo entre los camaradas. Deseo un PSUV compartiendo, practicando la democracia protagónica y participativa, aplicando objetiva y críticamente los postulados y principios contenidos en el libro rojo.

El hecho que uno desea algo; Un PSUV combativo interna y externamente, esto no es suficiente para evitar que podamos tener un PSUV distinto: Pasivo, indiferente, complaciente con malas prácticas. No quiero un PSUV en Anzoátegui débil e inconsistente, que frente a situaciones graves de corrupción, se limite a enviar oficio de un lado a otro para no encontrar respuesta porque en todo esto se va armando una red de complicidades en donde los grupos se cuidan sus intereses particulares y se dejan a un lado los intereses, objetivos y políticas del proyecto. En Anzoátegui y en el país, necesitamos un PSUV fuerte, combatiendo la corrupción, acompañando con AUTORIDAD, CAPACIDAD Y LEGITIMIDAD a los gobiernos locales, al gobierno estadal y a los entes del Gobierno Nacional, pero la realidad es otra lamentablemente. Lo concreto es lo concreto, según el contenido de esa obra de Karel Kosik, La Dialéctica de lo Concreto, que ocupó un importante lugar en el debate académico en la década de los setenta en los cursos de la escuela de sociología de la UDO-Sucre.

¿En todo lo que he sostenido es mis artículos hay una mentira? ¿Hay un dato falso? Si ese fuese el caso, no tendría ningún problema en ofrecerles mis disculpas y pedirles perdón a los lectores, pero la realidad es otra y sus consecuencias pudieran ser muy lamentables. El 26 de septiembre 2010 trasladado a diciembre de 2012, pudiera ser más desbastador. Ese el punto y esta es la preocupación sobre la que propongo un debate y canalizo mi opinión.

Gracias por las opiniones y eso es lo fundamental en este proceso

@ClaudioElcuaco

dominguezclaudio794@gmail.com


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Claudio Domínguez


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