Damnificado o Victima

Otra de las tantísimas herencias que la humanidad le debe reconocer al Imperio Romano, fue la generosa novedad, de las posadas que construyeron a lo largo de sus carreteras para protección de los viajeros y ofrecer alojamiento, comida y bebida y protección contra las inclemencias.

Sabido es que todo debe ajustarse a las dinámicas que la sociedad produce, sí lo extraordinario se hace real, y lo que era no es, y todo, cambia y suceden malaventuras, pues el ser humano debe actuar y responder fuertemente.

Procede cuando los índices de lo normal se superan, Pej. en materia de lluvias; haciendo que muchos cauces de ríos descabecen sus bordes y superen sus represas. Fue tal la magnitud de lo sucedido, que el agua terminó ocupando los poblados y creando condiciones adonde la vida, se rebajó y perdió sentido la casa, al acabarse los espacios habitables.

Lo normal puede y debe ser planificado según afirma la estadística. ¿Pero y lo inconcebible?, sencillamente se tiene que cubrir con medidas creativas una de ellas saber amparar gente, que sufrió los embates de quince días continuos de inclemente lluvia. Hoy inmensas poblaciones están sin hogar, se impone, que algunas sean protegidas en hoteles u otros lugares, so pena de terminar de matar sus almas y esperanzas.

¿Por qué extrañarnos y criticar con tanta crueldad y egoísmo esta medida temporal ?. Uno presiente que lo reprochable, según dictan los editoriales de la “gran prensa” no es que se ocupe estos espacios, sino que lo hagan quienes por su origen social y racial no lo merecen.
Conclusión que ratifican en TV sus extraños periodistas de ”Contrabando”, por ende no es raro escuchar en cualquier supermercado, una de esas viejas parteras del desastre repitiendo un mensaje globovisionado: ¡¡¿ De donde acá esa gente viviendo en hoteles ¡¡ fin de mundo, mi amor, fin de mundo¡¡.

Este enfoque de la noticia es ya una agresión previsible, tan burda que causa risa y luego pena. Es un modo de destilar odio; es bueno saberlo sus editoriales son un cáncer maravilloso que todo lo convierte en piedra.

La titulares de la prensa, TIENEN, es su naturaleza: aterrorizar; la palabra damnificado la borran para calificarlos como victimas, tomado en sentido de, “Víctima: todo ser viviente sacrificado o destinado al sacrificio”. Se les señala, recrimina e infama independiente de verlos con el agua a la cintura y cargando sus niños y mayores. Fotografía como seres sacrificados, por su origen racial y señalados como menesterosos desvalidos por que son perdedores naturales y poco importa su destino y naturaleza. Tanto que en lo primero que piensan los lideres de la derecha no es, en estas vidas, - total, esta clase de subgentes poco importan-, el papel del Gobernador Capriles es defender la propiedad privada de los hoteleros.

Les preocupa y duele a estos periodistas pacatos que una pieza de Gego se descuelga de la pared de un museo y se coloque a resguardo, para permitir alojar una familia temporalmente en la Sala de una Galería de arte o en un Teatro o Sala de Cine. Bueno recordar que en 1944 al abandonar a Roma los fascistas bombardearon la ciudad dejando masas de damnificados, lo cuales se refugiaron en Cinecita y con ellos como actores se inició el movimiento del Cine Neorealista. 2005, El Huracán Katrina inunda el 80% de la ciudad, el Domo de Nueva Orleans se convierte en refugio, nadie lloriquea por ello, menos se dijo que se vulneró con esta acción temporal la propiedad privada. ¡¡Estúpidos: es la vida humana ¡¡. No olviden que a cada ser la vida le da una oportunidad para ser inteligentes y otra para ser discretos, en esta jugada aniquilaron su suerte de ganarse el reconocimiento.

Otra novedad, los obispos, su Conferencia y la persona que los dirige, tan activas y firmes a la hora de defender votos de la derecha o descuellarse a gritos ante una Ley se hacen los locos a la hora del dolor que causa un niño dejado al libre juego de las furias naturales. Se hacen sencillamente los desentendidos y estiman que sus Iglesias, ricamente adornadas y mantenidas con plata de todos nosotros – Estado-, no pueden ser sometidas a esa abominable función de proteger a quienes por ser los mas débiles de la cadena de la riqueza –paradoja: habiéndola producido- y siendo a quienes la inclemencia azota con mas furor, se puedan, aunque sea como es, temporalmente, alojar y recibir un mínimo calor humano en estos espacios que supongo, alojan a Dios. ¿Cuál es éste dios, que abandona a sus exhaustos vecinos: Urosa o el Dios lejano y soberbio que se hace ajeno e indolente ante esta dolorida población?.

Pero esto NO debe extrañarnos, la moral de la derecha no tiene por que comprometerse con ninguna causa humana o social a menos que esta produzca riqueza; así nos lo dejo escrito y bien subrayado, John Maynard Keynes; para mas precisión de sus orígenes de clase, primer Barón Keynes, gran idolatra neoliberal quien sentenció: “Cuando la acumulación de riqueza deje de revestir tanta importancia social se producirán profundos cambios en los código morales. Estaremos en condiciones de liberarnos de muchos de los falsos principios morales que nos atormentan”. Por ende, como esperar que el gobernador Capriles o su bien acicalada eminencia sientan simpatía o minima sensibilidad por las familias desvalidas. Menos mal, que hoy, cuentan con mas de quinientos albergues, por cierto ni una Iglesia, que los proteja. Es dato demostrable que las fotografías y los chismes terroríficos que sobre esta tragedia exponen esos periódicos, de la derecha nunca hablan de la red de protección que junto con las Comunidades se han organizado, prefieren titular y atemorizar mas a la gente, con tesis errabundas sobre cual puede ser el efecto que llegue a tener el percance, sobre el PIB del año 2011. El colmo.
Obvio que en todo este proceso el manejo de los desastres naturales no ha sido hasta ahora bien delimitado por parte del Gobierno nacional, estadal ni municipal. No se reconocen estrategias y políticas consistentes que sin duda hubieran podido disminuir en alguna medida los efectos del desaforado clima. Esperemos, y siempre tenemos fe, habrá cambios en el sentido de darle mas énfasis a la previsión que al mero asistencialismo o simplemente evitarlo y crear formas mas estructurales y menos aleatorias frente a las peripecias de los cambios climáticos.

tuliomon@gmail.com
Sábado, 11 de diciembre de 2010



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Tulio Monsalve


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