Resistencia

Cualquier inacción en el periodo que tenemos por delante, implica el riesgo de un descalabro total para nuestro proceso, tampoco, el hecho de una acción firme implicaría que el riesgo haya de ser mayor, es todo lo contrario como lo demuestra toda la historia de las relaciones con los norteamericanos y nuestros años de proceso, y no solamente a partir de 1945 con los EEUU, o desde el 2006 cuando decidimos ir al socialismo.

La ley de la resistencia es, “cuando mas firme sea la resistencia tanto menor será el riesgo, cuanto mas firme la acción mejor serán los resultados”. La condescendencia, la transacción, la inacción, la conciliación, invariablemente dan por resultado un aumento de las operaciones desestabilizadoras a nivel internacional e interno con aumento de las exigencias y nuevas agresiones contra nuestro país.

No hemos realizado una resistencia positiva en estos años de revolución influidos por los precedentes, la expresión del espíritu de la resistencia nunca se adapto a la realidad de nuestro proceso ni con los tupamarus, ni con los grupos del 23 de enero ni con los bolivarianos, consejos comunales o, a nivel nacional desde la frontera con Colombia.

El silencio tiene la misma importancia que una disminución de la producción no petrolera, es el equivalente a un paro, porque la resistencia realizada no nos ha llevado a la consecución del objetivo. La confusión manifiesta entre lealtad y complicidad es llamativa. La función de las operaciones de resistencia en sus etapas preliminares nunca superó esa etapa aun con el apoyo de otros tipos de operaciones como las milicias o las marchas masivas y acciones de apoyo ejecutadas por los grupos bolivarianos.

La resistencia se la ejecuta de dos maneras:

1. Operaciones negativas, debilitan, desorientan y afectan al enemigo.
2. Operaciones positivas, alientan, organizan, clarifican, fortalecen nuestras propias fuerzas par obtener el concurso de nuevas fuerzas.



En ninguna de las dos hemos pasado de la etapa preliminar porque el sentido de la resistencia no solo significa oposición y complicidad ya que los frentes desaparecieron hace rato, las fuerzas imperialistas están desplegadas en todo lado, a nivel interno ya compartimos la Asamblea con la oposición, y el objetivo de la resistencia no es solo el debilitamiento del capitalismo y de la oposición, la resistencia, no puede estar limitada a esas opciones ya que la resistencia no es un arma auxiliar, la resistencia debe procurar una decisión no solo para derrotar al enemigo sino para mejorar nuestra revolución, definiéndola, mediante medios positivos de resistencia para pasar al siguiente escalón.

China, Rusia y Cuba, cambian su sistema económico pero siguen gobernados por los partidos comunistas que incluyen una diplomacia de resistencia internacional contra el imperialismo norteamericano y europeo. Últimamente, varios países de Europa, Grecia, Gran Bretaña, Francia, Alemania, España, Portugal, Italia, se encontraron salpicados por operaciones de resistencia contra las medidas políticas para aliviar en algo la crisis económica que afecta a la sociedad, sin llegar a la desobediencia civil, al sabotaje o a las huelgas, con resultados parciales en los resultados, pero, hablamos de países capitalistas.

La resistencia para nuestra patria consiste en identificar de una vez por todas a los colaboradores mal intencionados igual que los que se dicen neutrales. La resistencia no es revolución o contrarrevolución, la resistencia extrae su fuerza y su inspiración de dos fuentes principales: de los movimientos locales y de los nuevos países amigos con las cuales tenemos nuevas relaciones comerciales, pero, así estos dos elementos aun cuando estén mezclados si no son correctamente utilizados no hay resistencia positiva ya que todavía la discusión publica es vaga y restringida, hay que replantearla en todos los extractos.

No hay ningún obstáculo material o técnico insuperable para ejecutar una resistencia, esas capacidades además son requeridas por la naturaleza de la situación actual, muchas de ellas ya han sido puestas en practica pero no hemos pasado de la etapa preliminar, necesitamos expandirlas y dirigirlas mas conscientemente, porque la actividad experimental ya no va.

La actividad social, política y económica difiere de estado en estado y de zona en zona, por el grado de participación diferente por no contar con un partido sólido, lo que es posible en las ciudades ya no es posible en los llanos, lo que es factible en las fabricas con la producción no lo es en el campo con la agricultura, pero, siempre es posible hacer algo, para eso esta la resistencia que permite bosquejar una situación diferente con contactos directos, mas fluidos para ejercer presiones económicas-políticas traducidas en efectos internos directos y significativos.

Lo que hace la Iglesia, con su jerarquía, lo que hace el Vaticano, ahora mismo reunido con su jerarquía mundial, 175 cardenales encargados de minimizar los actos de pedofilia son actos de resistencia, como lo son las ceremonias grandes o pequeñas en las misas, la celebración de santos, las procesiones, utilizadas desde hace siglos como actos de resistencia contra el comunismo y el socialismo.

El desgano de los servidores públicos que aumenta el burocratismo, el ausentismo del trabajo “por enfermedad” son actos de resistencia negativos que afectan a la nación igual que la actividad inmoral de los medios de comunicación, de la cámara de industrias de comercio, de los partidos de oposición, de nuestro PSUV y del BURO, esa ineficacia y la eficacia para encontrar victimas propiciatorias para sostener o incrementar las dificultades, también son actos de resistencia. Sin embargo, las dificultades económicas, son indudablemente un mal manejo por parte del gobierno que influye en el espíritu de resistencia.

No es posible calcular por adelantado lo que podremos lograr si tomamos la iniciativa consciente y coordinada dirigida al objetivo central, agregando a los métodos tradicionales nuestra realidad como guerra política de resistencia podemos estar seguros al menos, que en cierta medida, nos hallamos en condiciones, si así lo deseamos, de debilitar al enemigo y fortalecer nuestras propias fuerzas. Y, para los convencionales y los escépticos es una posibilidad real de mejorar nuestro proceso.





Esta nota ha sido leída aproximadamente 2264 veces.



Raúl Crespo


Visite el perfil de Raul Crespo para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: