No fue para la toma de posesión del presidente Donald Trump el prófugo de la justicia Edmundo González Urrutia. Lo dejaron como novia de pueblo; “vestida y alborotada”. El único que lo recibió en las afueras del capitolio fue el “libertario” Milei, vestido de gala con toda su parafernalia. Se quedó sin su lobby, después de tanta bulla y tocadera de puertas en la ONU, UE, OEA y ese movimiento de amargados y truhanes, compuesto de ex presidentes que mientan IDEA. La sayona acudió a todas las instancias, buscando auxilio para su pupilo. El único que le prestó oídos a su insistencia; fue un oscuro senador republicano llamado Rick Scott; pero al final lo pararon en seco. Esto por supuesto es un revés para los planes conspirativos de la sayona y su compinche Edmundo.
Trump obvió en el discurso, aquello de tener en la mira a Canadá para convertirla en un estado asociado de los EEUU; o lo otro, de ponerle mano a Groenlandia. En lo que sí hizo insistencia fue en asumir el control del Canal de Panamá. Sentenció que “china se ha apoderado del control del Canal; se lo dimos a Panamá y no a los chinos”. Esta construcción le costó a EEUU 30.000 víctimas”. Tenemos que acotar que esas víctimas fueron de latinos y asiáticos producto de la fiebre amarilla que los azotó. Dentro de otras medidas a poner en práctica a comienzo de su mandato están: Levantar el derecho de asilo, militarizar la frontera con México, eliminar el derecho constitucional de la ciudadanía por nacimiento. Designar como organización terrorista a los carteles del narcotráfico y al tren de Aragua. Enviaran a los países de origen a los criminales. Crearán aranceles a los países extranjeros. Esto por supuesto va a ser como una especie de boomerang; pues estos países aumentaran los precios de sus bienes y llegaría a mayor costo a manos del consumidor. Otra de las medidas, es cambiarle el nombre al Golfo de México, por Golfo de las Américas. Anunció con bombos y platillos la conquista de Marte con astronautas estadounidenses.
Hay que resaltar que Trump no tiene un camino de rosas y apoyo total; debe sortear algunos tropiezos; no obstante de mostrarse sobrado y optimista y de reiterar que las tenía todas las de ganar. Hay que resaltar que Donald Trump, regresa a la presidencia por segunda vez y en esta oportunidad con 34 cargos encima que le están pisando los talones, solo se les ha escabullido, pero siguen latentes. Hay que observar que viene con todos los hierros a expropiarles el Canal a los panameños y a enviar a un ejército a la frontera con México, pero a la vez baja las tensiones con Francia y Europa; pero con la mirada puesta en Latinoamérica. Que se puede esperar de Venezuela, Cuba y Nicaragua; que si bien no las nombró para nada existe un roce latente. Con Putin ha tenido acercamientos, que no se han cristalizado. Ya Putin anunció que iría a una paz si es larga; pero si es para darle poder a Ucrania; hasta ahí lo acompaña. Dentro de este nuevo cuadro político, no hay que desestimar a lo expresado por la jefa del Comando Sur Laura Richardson, que no tuvo dudas en referirse a la “actividad maligna” del gigante asiático. Por allá pueden ir sus intenciones de trancarle el paso a ese “gigante”. De todas formas el imperialismo tiene metido entre ceja y ceja, repartirse el mundo y uno de los punto centrales y piedra de tranca es Venezuela y con ella sus inconmensurables recursos. Hoy más que nunca se hace necesario la creación de frentes antiimperialistas y antifascistas con un horizonte claro y definido de golpear esas amenazas, tanto internos como externas.