Nuestra concepción categorial de la salud en general y de la Salud Mental Colectiva en particular como el encuentro entre tres grandes subjetividades: La subjetividad del Ser, las intersubjetividades del Amar y Tener-Estar, ya explicadas extensamente en artículos anteriores. Hoy nos queremos referir al impacto de los Imperialismos en la subjetividad de los seres humanos, situación un tanto olvidada ¿inconsciente o intencionalmente?, habrá sin lugar a dudas, personas para una u otra situación; la subjetividad humana, no es tomada en cuenta a la hora de analizar los colonialismos, la colonialidad y su hijo dilecto el imperialismo, son situaciones como resultado del desempeño y comportamiento personal, corporativo o colectivo de seres humanos y sus subjetividades, siempre estamos buscando responsables y situaciones en “otros” sobre los que proyectamos nuestras propias sombras, a eso nos queremos referir.
Hace 108 años, uno de los políticos más claros y estrategas del mundo, el ruso Vladimir Ulianov, mejor conocido como Lenin, el gran arquitecto del Primer Estado Socialista, cuya prematura muerte, aligerada por un atentado contra su persona, dejó una obra inconclusa, que de haberla concluido, quizás otro mundo estaríamos viviendo, para entonces, Lenin escribió un ensayo titulado “Imperialismo fase superior del Capitalismo” y cinco características de lo que sería ese Imperialismo: a) Concentración de la producción y el capital que conducen al monopolio y a la ruptura de la libre competencia, característica del capitalismo temprano, b) Fusión del capital bancario y el capital industrial y la creación del capital financiero y una “oligarquía financiera”, el capital sionista, enmascarada en lo que conocemos como Estado Profundo, muy popular por estos días, que anualmente se reune en el llamado Foro Económico de Davos c) Exportación de capitales (inversiones en el extranjero) y no solo mercancías, generando saqueos en los países hoy conocido como Sur Global, d) Conformando Asociación de Capitalistas, formando carteles y trust, acentuando las desigualdades, injusticias y exclusiones en países del Sur Global, e) Reparto del mundo entre potencias capitalistas; si les parece algo vivido no es casualidad, sino cumplimientos en mayor o menor grado de las predicciones prospectivas de Lenin como estudioso y estadista, su comprensión de la subjetividad del sujeto colectivo e histórico del Capitalismo.
En tiempos contemporáneos, en 2023, Claudio Katz, publicó “La crisis de los Imperialistas”, donde alumbra caminos para comprender el sistema imperialista mundial actuales, a los cuales tipifica en: a) Imperialismo Hegemónico, representado por EE.UU, como potencia dominante que establece las reglas globales del sistema económico y político, ejerciendo influencia directa sobre otros países, b) Imperialismos emergentes o competitivos en los que incluye a China y Rusia, potencias que disputan la hegemonía global de EE.UU, buscando espacios de influencia económica, política y comercial, c) Imperialismos secundarios en donde ubica a la Unión Europea y Japón, potencias que desempeñan un papel secundario en el sistema imperialista, aliándose generalmente con el Imperialismo Hegemónico, d) Subimperialismos representados por Brasil, Sudáfrica, India y Turquía, son economías periféricas que actúan como intermediarias del Imperialismo Hegemónico, ejerciendo dinámicas de explotación en vecinos y regiones cercanas, e) Países dependientes o periféricos, que significativamente no tienen capacidad de influir en las decisiones globales y están subordinadas a otras potencias imperiales.
Las crisis de dichos imperialismos, se generan por tensiones y conflictos de interés al interior de los países y entre países de dichos imperialismos, en las Dimensiones políticas, económicas y militar que emergen de dichos imperialismos y sus dinámicas globales, las crisis imperialistas identificadas por Katz son: a) Crisis del neoliberalismo y reconfiguración del poder imperial, b) Competencia entre potencias y nuevas disputas hegemónicas, c) Militarización del imperialismo, d) Critica a los imperialismos sin imperialismo, que tratan de banalizar y minimizar el papel del imperialismo en el mundo contemporáneo, e) Resistencia y alternativas al imperialismo y las luchas antiimperialistas de movimientos de liberación y gobiernos progresistas, a pesar de sus crisis internas.
Desde las proyecciones prospectivas de Lenin y las crisis de los imperialismos señaladas por Claudio Katz, son una evidencia que vivimos una crisis de subjetividad del liderazgo político, económico, social y cultural mundial, de los pueblos imperiales del Norte Global y de los pueblos oprimidos, subalternizados e inferiorizados del Sur Global. El colonialismo y la colonialidad del ser, colonialidad del saber y la colonialidad del poder como base del imperialismo, impacta la subjetividad de pueblos, mediante: a) la imposición de jerarquías culturales, devaluando, descalificando o borrando culturas e imponiendo la cultura de la barbarie geopolítica actual, negando lenguas, saberes, cosmovisiones y espiritualidades, no occidentales, b) racismo estructural y subjetivo, el racismo como estructura de dominación que regula el acceso al poder, al conocimiento y bienestar; internalización de prejuicios raciales que afectan la autoestima y la identidad, a través de políticas públicas de blanqueamiento o el ideal de belleza occidental, imperialista y capitalista, c) Alienación consumista, promovida por los medios de comunicación, redes sociales y aparatos ideológicos del Estado, que estimula valores capitalistas y necesidades humanas irreales para fomentar el consumo, trastocar la subjetividad e identidad de los seres humanos, haciéndonos creer que valemos por los bienes materiales que poseemos y no por nuestros talentos, d) Fragmentación de la identidad, avergonzarnos de nuestras raíces históricas y culturales, asumiendo como propios valores y necesidades ajenas creando crisis de identidad.
Este impacto del Imperialismo como hijo dilecto del colonialismo y la colonialidad, es reforzado por nuevos patrones de dominación personal como la Psicopolitica de Chul Han, que nos hace a la vez amo y esclavo de la producción y el teletrabajo, haciéndonos creer que somos autónomos y libres, a través de narrativas de progreso, tecnologías de poder y la autoexplotación. De igual manera la Colonialidad del Ser como deshumanización, los sujetos colonializados en su ser se les reduce a objetos de explotación y de autoexplotación, que genera odio, pérdida de solidaridad y el sentido de pertenencia.
¿Es posible decolonizarnos y con ello desimperializarnos? Fácil y rápido no es, pero si posible con horizontes de sentido asentados en la realidad que vivimos, mediante el rescate actualizado de saberes, cosmovisiones y espiritualidades ancestrales, decolonizando la mente y el pensar, enfrentando epistemologías coloniales, con epistemologías altersóficas y alterativas, resistencia cultural comunitaria como movimiento estratégico, para adelantar acciones políticas emancipadoras y liberadoras, como la Filosofía de la Liberación, la Política de la Liberación y la Ética de la Liberación de Dussel, como un todo estructurado y por supuesto, desmedicalizando la salud mental, que se sustenta en la enfermología mental publica, por una salud mental colectiva y decolonial, de la cual desde hace dos décadas y un año de publicaciones por este prestigioso medio digital, planteando la Salud Mental Colectiva y Decolonial, como la categorizamos al inicio de este artículo y en artículos pasados, como disciplina de las Ciencias Humanas y Sociales, no como disciplina de las Ciencias Médicas, que sabe mucho de enfermedades y curaciones, pero poco de la vida y la salud.