La agresión permanente como política exterior de los Estados Unidos (III)

Ciertamente, la política exterior de los EEUU ha sido no tener política Exterior (valga la redundancia), o para ser más preciso, la tengo en el papel pero en una gaveta y me da igual lo que piensen ustedes, soy superior. México es un ejemplo claro, preciso, histórico, más de la mitad del territorio de los EEUU pertenece a la República de México, y son tan degenerados y habilidosos, que desarrollaron una campaña ideológica dirigida hacia el pueblo de Pancho Villa, que los mexicanos y mexicanas actuales se desviven para irse a vivir a los Estados Unidos; los humillan, los agreden, los explotan como nuevos esclavos, pero atrás quedó la lucha de Arango y de tantos otros patriotas mexicanos por rescatar sus tierras.

Extremo, el gobierno actual de México ha vendido casi toda la producción de maíz al gobierno de EEUU para la producción de etanol, dejando sin la tortilla necesaria a su pueblo. En este momento histórico, esa posición de los EEUU de los siglos XIX y XX, ha ido perdiendo peso, ya no es tan fácil llevar a cabo invasiones, ocupaciones para el saqueo o anexarse territorios como hicieron también con Puerto Rico, en este siglo ya las voces de rechazo se han multiplicado, se ha ido perdiendo el miedo y pese a que ya no existe el muro de contención que se tuvo en el siglo XX la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialista, (URSS), ha ocurrido entre finales de ese siglo y el comienzo de este un fenómeno mundial, la aparición de Hugo Chávez Frías.

Ese planteamiento de los EEUU de no respetar los acuerdos y tratados internacionales es una clara violación del derecho internacional, y la mejor demostración ha sido la reciente cumbre de las Américas realizada en Panamá. Haber visto a un Presidente de EEUU prácticamente huyendo, señalado por casi todos los representantes de los países participantes, escuchar el discurso de la Presidente Argentina cargado de verdades sin que el Sir Barack Obama pudiese soportarlo, dice mucho del cambio de las cosas. Un decreto írrito del Presidente de la EEUU contra Venezuela, sin ningún carácter vinculante, es demostración de la pérdida de fortaleza de esa filosofía hueca de ser los amos del mundo y los que decidían por el resto. Atrás quedó el miedo, Hugo Chávez despertó al mundo con aquel grito que provocó el estallido de risas en plena sede de Naciones Unidas y en el territorio de los Estados Unidos: "huele azufre"; ese dirigente de talla mundial logró quitar la venda de los ojos al mundo y cada día son más naciones las que se atreven a reclamar sus derechos y a oponerse a los atropellos.

El decreto de Obama que aun no teniendo carácter vinculante representaba una amenaza, provocó que el planeta tierra se levantara a fijar posición con una firma en la cual se exigía a Obama que derogara su decreto, Alemania, Japón, España, Perú, Bolivia, Cuba y hasta en EEUU se movilizó el amor por la vida y la dignidad de los pueblos para un rechazo contundente. Esa posición digna, ya no de miedo del mundo provocó que tuviesen que recoger sus palabras y decir: "no hemos dicho que Venezuela sea una amenaza".

Por supuesto que ese planteamiento anexionista, guerrerista y de invasión de los EEUU no tiene vigencia alguna, sin embargo, en su brutalidad siguen empeñados a aplicarla, no ocultan su intención con la República Bolivariana de Venezuela, ellos se quedaron por su locura despilfarradora sin petróleo y lo necesitan con urgencia para seguir viviendo como nación, pero en vez de aplicar una política de buscar esos recursos en relaciones comerciales de respeto y ajustadas a derecho, quieren tomarlo por la fuerza, saben que la Patria de Bolívar y de Chávez tiene 400 años de petróleo de reservas, amén de las de gas y miran con desespero que se le aleja esa posibilidad de invadir este territorio porque estarían provocando una tercera guerra mundial, lo que le complicaría más su situación.

Si osaran meterse en Venezuela el marco de ese planteamiento de tomar las cosas por asalto, provocarían que la frontera colombo-venezolana se viniese abajo y los 150.000 hombres y mujeres en armas de la Fuerzas Armadas Revolucionaria Colombianas (FARC) entrarían en combate junto a nosotros porque el enemigo es común, sobremanera con las bases militares ubicadas en Colombia, pero bajarían los hermanos del Ecuador, Nicaragua, Cuba, Bolivia, subirían los de Argentina, en fin, se encendería una guerra continental que pudiese ser la chispa que incendiaran la pradera (palabras de Mao Tse tung). Ellos lo saben y por eso no se han atrevido pese a sus ganas, los frena el despertar de los pueblos.



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Víctor José Guerrero

Abogado. Maestrante de Derecho Internacional Público

 guerrerovictorj@hotmail.com

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