La situación reinante
en Libia presenta un escenario muy particular. Realmente los conflictos
existentes en este país, situado en la costa norte de África, obedecen
a la presencia de tendencias que pugnan por el control político del
poder, tanto en su territorio, como fuera de él. Percibamos.
Entre las multiplicidad
de tendencias presentes en el conflicto libio, se destacan tres corrientes
o fuerzas políticas predominantes:
a) El nacionalismo
árabe revolucionario: Representada por Mohamad Gadafi: militar
musulmán, quien asumió el poder en 1969 a través de un golpe de Estado
contra la monarquía imperante en aquel entonces. En sus primeros años,
el coronel Gaddafi realizó un amplio despliegue de planes orientados
al fomento de empleos y a disminuir la pobreza a la que estuvo sometido
el pueblo Libio durante mucho tiempo. En estos primeros años, Gadafi,
mostró una gran resistencia al imperialismo norteamericano y a otros
países europeos hegemónicos. Esta posición le costó la vida a una
de sus hijas, al ser bombardeada su residencia en Trípoli, por órdenes
Estadounidenses. Su nacionalismo revolucionario, le generó conflictos
internos con fracciones extremas, tanto de derecha como de izquierda,
que no ha podido superar hasta la fecha.
b) El neoliberalismo: conformado por pobladores civiles-militares de la derecha y la extrema derecha libia, cuya figura visible es el sistema de dominación capitalista. Internamente tales grupos se presentan como una coalición de partidos. Carecen de líderes emblemáticos. Políticamente conciben las relaciones sociales a partir de la división social y a la división internacional del trabajo, a las empresas transnacionales, a los monopolios, como expresión de dominación del imperialismo mundial. A esta tendencia se abscriben las corporaciones militares como la Organización del Tratado del Atántico Norte (OTAN), corporaciones financieras como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional, (FMI) organizaciones multilaterales como la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos; (OEA) otras transnacionales industriales, comerciales, comunicacionales, etc, en su mayoría localizadas en los llamados países industrializados. Los neoliberales tienen sus líderes internos, los cuales generalmente son designados en el extranjero por las corporaciones antes mencionadas.
Otra tendencia la conforman:
c) Grupos religiosos de bases, socialcristianos, socialdemócratas, ateos, libres pensadores, nacionalistas libres, grupos radicales de derecha e izquierda y los llamados “independientes”, quienes conforman una coalición minoritaria. Estos partidos, aún siendo minorías, tienen relevancia por cuanto constituyen factores que al agregarse a cualquiera de las tendencias mayoritarias, pueden incidir en el triunfo o fracaso del conflicto.
¿Cómo es el nacionalismo árabe? Es anti-imperialista, pero el ejercicio de su acción política, se rige mayoritariamente por la religión islámica, inspirada en la oración personal, sin el uso de intermediarios entre Alá y los fieles. En la práctica, las figuras que se abscriben a esta corriente del pensamiento, han asumido posiciones políticas a “medias”, o en tal caso, manejan una visión parcial, sobre conceptos como “socialismo”, “nacionalismo”, “imperialismo”. El coronel Gadafi, -quien se abscribe a esta corriente política del pensamiento- públicamente afirma ser “socialista”, pero en la práctica muestra una practica contraria a los valores socialistas. Afirma ser marxista y sin embargo, su práctica niega las leyes científicas que constituyen el pensamiento marxista: la “totalidad concreta” como visón indivisible de la unidad, la “dialéctica” como método revolucionario, las bondades del “pensamiento crítico” y el uso de la “historia” como instrumento de acción. Esta tendencia, bajo el liderazgo de Gadafi, mantiene una posición llena de ambigüedades, lo cual representa un elevado costo para su práctica política, aprovechada por sus adversarios para organizar la desestabilización subversiva, como ocurre actualmente
El Libro Verde de
Gadafi. El coronel Gadafi en 1975 crea el “Libro Verde”, el
cual sirve como referente teórico-legal para el ejercicio del poder
en Libia. El Libro Verde establece un sistema de gobierno basado en
el parlamentarismo y en la existencia de comités populares, como órganos
de poder. Libia no tiene constitución. La versión del Libro verde
expresa una visión personalista del poder, el cual presenta muchas
indefiniciones que se prestan para un discurso filosóficamente confuso,
con multiplicidad de “lecturas revolucionarias” y plagado de “subjetividades”.
Ver (http://es.wikipedia.org/wiki/
A partir de 1992 Gadafi
establece un viraje en su sistema de relaciones internacionales, al
firmar una serie de pactos con organismos como el Fondo Monetario Internacional,
Banco Mundial, transnacionales europeas, chinas y de EE.UU (Ver www.aporrea.org/actualidad/
LIBIA LA BUSQUEDA DE LA PAZ
Ante el conflicto en Libia, La posición venezolana en la figura del presidente Chávez, ha sido la de conformar un grupo de países, que promuevan el dialogo y una salida pacífica al conflicto en Libia. El diálogo evitaría una confrontación entre la población, una posible guerra civil y las amenazas de ocupación de la soberanía Libia, por parte de Estados unidos y otras potencias extranjeras, que buscan apropiarse del principal recurso del país: el petróleo.
El planteamiento de
la salida pacífica al conflicto en Libia, formulado por el presidente
Chávez, plantea conformar un grupo de países de Amigos por la Paz,
que propicie el diálogo entre las partes en conflicto. Tanto las denuncias
sobre las pretensiones de ocupación por parte del imperialismo, como
el planteamiento de la salida pacífica del conflicto, han impedido
que el conflicto libio adquiera mayores proporciones y se abran canales
que propicien el diálogo y la paz, buscando el fin del conflicto
Las Mentiras del
Imperio. El hecho que inicialmente la mayoría de la información
sobre este conflicto, procediera de fuentes vinculadas al imperio, causaba
suspicacia, generaba dudas. Llegaron al recuerdo las mentiras del caso
Irak, las supuestas muertes de niños y niñas, las mentiras de la fabricación
de supuestas armas de destrucción masiva, la mortandad causada por
la invasión norteamericana.
Esta vez la manipulación
mediática de las transnacionales de la información, encontró
respuesta oportuna de algunos voceros y líderes mundiales. La iniciativa
surgió de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Hubo un pronunciamiento enérgico
de parte del canciller cubano ante la Organización de Naciones Unidas,
rechazando los planes yanquis de apoderarse de la soberanía del pueblo
Libio, rico en yacimientos petroleros. En tanto el presidente Chávez
recordó públicamente las mentiras de los medios informativos privados,
cuando la oposición venezolana consumó un golpe de Estado, el 02 de
abril del 2002 (www.patriagrande.com.ve/
Atacan las corporaciones. Entretanto las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) iniciaron un plan de ejercicio militares en las cercanías de Libia. La secretaria de estado norteamericana Hillary Clinton, con aires agresivos recién ensayados, amenazaba con tomar iniciativas militares unilaterales contra Libia, arengando públicamente a otros países a sumarse a sus planes belicistas y buscando un pronunciamiento al respecto, por parte del Consejo de seguridad de la ONU. Rusia y China, integrantes del organismo multilateral, rechazaron los planes belicistas norteamericanos, afirmando desconocer los supuestos ataques y masacres causados a la población civil, por parte de las fuerzas armadas dirigidas por el coronel Gaddafi. Hasta ahora el imperialismo norteamericano, ha centrado sus estrategias intervencionistas en la figura de la OTAN, quienes buscan establecer una Zona de Exclusión Aérea, lo cual significa de hecho la ocupación de la soberanía libia, poniéndola al margen de los grupos "Rebeldes" y de los grupos de rapiña de la OTAN, dirigidos por Estados Unidos y otros países europeos
Hasta ahora el conflicto se encuentra en el terreno de las estrategias mediáticas.Los impulsos mediáticos de los grupos rebeldes libios, han disminuido, hasta ir perdiendo progresivamente terrenos, las ciudades y los espacios militares ocupados. Aún cuando internamente se han producido encuentros militares con saldos lamentables de víctimas de la población, ahora el imperio ha centrado sus operaciones militares en el campo de la guerra psicológica, actuando directamente con las fuerzas militares norteamericanas y de la OTAN, lo cual debe ser denunciado ante la opinión pública mundial, como una pretensión por ocupar la soberanía de los pueblos y sus recursos estratégicos, para saciar su sed de consumo y mantener su sistema de dominación.