¿Colombia está uribizada?

Quien la desuribize, …. buen desuribizador será.  Uribe, como el tango: hoy vale menos que ayer, y mucho menos mañana. El problema para Santos del Tiempo es quitarse ese olorcito malsano de su cuerpo impregnado por el aroma de una fosa en descomposición con 1200 cadáveres de falsos e insepultos positivos.

Evitar el aroma fétido que lo corona con pavorosas cifras que ni El Tiempo puede ocultar: el Congreso de Colombia tiene 35% de sus miembros afrontando juicios por implicación con el narcotráfico y el paramilitarismo; agregar nauseabundo bálsamo que lo inunda con 12 gobernadores, 166 alcaldes, 13 diputados y 58 concejales, según ha revelado Naciones Unidas, en juicio por narcopolítica. Todo un poema de malos olores lo rodean y provienen de los cementerios clandestinos de la camorra Uribe-Santos, poblados de sepulturas sin lápidas de difuntos sin nombre y familias sufrientes.

Pestilencia sentida al ver su narco-presidente, según lista publicada por Naciones Unidas, abrazar delincuentes y volverlos respetables y  personas honorables tornar en delincuentes.

Hedor difícil de borrar en el alma al saber como Uribe ordenó y su ministro Santos ejecutó, según la prensa colombiana, a 300 dirigentes de movimientos sociales para garantizar la reelección de un partido compuesto por asesinos narco-políticos.

Aromas de azufre que despierta su nuevo asesor de campaña a quién la gente aterrorizada de pánico y mojada en sudor fácilmente asocia con el mismo demonio. ¿Será una adecuada escogencia darle un voto a ese engendro que bombardea a sus vecinos y quema sus puertos naturales e históricos de exportación¿.

Con olores nuevos se presenta a los medios un  Juan Manuel pretendiendo hacerse heder a Vetiver, sonreído, cariñoso, pero cuya bien estructurada imagen diabólica lo traiciona y vuela desde a nuestro inconsciente para delatar a Juan Manuel Santos real, opaco, oliente a bombardeos militares y plantado en la mitad de los terrenos que le disputa a las FARC hace 8 años, cuya contabilidad solo demuestra mayor enfrentamiento, cero paz, ninguna seguridad y una insurgencia con mayor capacidad de fuego. Cero eficacia.

Llegan a nuestra narices aromas de la procesión de muertos en medio de una romería de proyectiles y obuses para sufrir como los infieles adoran la imagen de un Santos  cuyas reliquias no anuncian paz, tal como advierte Alfredo Molano en el Espectador de Bogotá.   En medio de  ese olor a pólvora quemada sentido en la selvas asoladas del Magdalena Medio surge, como dice Ambrose Bierce, en su cuento el “Desfiladero de Coulter”: “Un demonio siete veces condenado”…, “mirada no terrenal”; “dientes  brillando entre los labios negros; los ojos, salvajes y desorbitados, ardiendo como brasas bajo las cejas ensangrentadas”. ¿Será quién asedia a Colombia?, un verdadero Belcebú, o un Mamón, demonio del dinero o aquel que produce olores fétidos, Belial o nuestro criollazo Mandinga o el “Sr. de las Moscas” creado por el escritor inglés y premio Nobel de literatura William Golding.

Mirar a Santos es ver la imagen de la Cruz Roja Internacional en infortunado peregrinar pidiendo paz para los 4.2 millones desplazados, un record mundial. Vislumbrar el padecer de la población colombiana que sigue gritando su desigualdad, desempleo y rezando por la afrenta de sufrir una de las peores exclusiones del MUNDO. Las ya roncas voces de las Madres de Soacha dan fe de su desamparo en las barriadas pobres de Bogotá si quieren pruebas miren el Blog de Araya http://blogdearaya.blogspot.com/?psinvite=ALRopfWmaawoEf7ednCavIA7TgNw6i8fW62ZJkt8jH2t4l6BcHPeU6NBGZ5qmMLCONXrMvXvPry0D4uyx1JeffDCWRMhCmL0CQ.

De esos olores de su cuerpo, que sueltamente nos producen arcadas, debe sacudirse Santos-El Tiempo, pero, ¿como desuribizarlo?  ¿Cambiándole el nombre para llamarlo: Juan Manuel¿. ¿Travistiéndolo en juvenil mariguanero en camisa de manga arremangada a lo John Wayne¿: gran vaina. Nadie le creerá. No es fácil esconder un apellido tras haber cometido por ochenta años tantos atracos desde el campo de golf y las mesas de poker del Club cachaco. Tarde llegó el rumorologo-budista JJ. ….. ese efluvio uribista no se quita ni con jabón azul.

Como diría el Príncipe Hamlet, en su mil memorable y repetida frase: “Algo huele mal en esta parte de Colombia” o mejor dicho "Hay algo podrido en Dinamarca" "There is something rotten in Denmark". Recemos y que dios se apiade de nosotros y de la parte de ese vecino país, aún sano y optimista, apto para hacer renacer la justicia, sobre ese empedrado de miedo y violencia, hoy en espanto con esa amenaza que todo lo sulfura y uribiza. Creemos que bando verde simboliza una ensoñación conmovedoramente libre para un país que merece otro porvenir.


tuliomon@gmail.com



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Tulio Monsalve


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