Mientras las disputas entre vecinos y los pequeños conflictos
cotidianos amenazan con desestabilizar la armonía en nuestras
comunidades, una figura discreta pero esencial emerge como el motor de
la solución y la convivencia: el Juez o Jueza de Paz Comunal.
Lejos de los pomposos tribunales y los largos procesos judiciales,
estos líderes electos por la propia comunidad están demostrando ser
los verdaderos constructores de puentes, convirtiendo problemas
menores en oportunidades de entendimiento mutuo.
Su trabajo es unapieza clave para asegurar que la justicia no solo sea accesible,
sino también rápida, gratuita y, sobre todo, con sentido
Por lo que la Mediación y Equidad, es la fórmula del éxito, esa es la
fortaleza de la Justicia de Paz ya que radica en su enfoque: la
conciliación y la mediación, el Juez de Paz no está allí
principalmente para imponer una sentencia, sino para facilitar el
diálogo. Su rol principal es sentar a las partes en conflicto –ya sea
por el ruido del perro, la basura acumulada o las diferencias en la
administración de un condominio– y guiarlas para que sean ellas mismas
quienes lleguen a una solución justa y consensuada, aplicando siempre
el principio de la equidad.
"El Juez de Paz Comunal utiliza su profundo conocimiento de la
comunidad y el sentido común para aplicar una justicia que se ajusta a
la vida real. Es una justicia que no busca culpables, sino acuerdos."
Al promover que las personas resuelvan sus problemas a través del
compromiso, se logra un doble objetivo: se restaura la relación
vecinal y se garantiza que el acuerdo sea duradero, pues nace de la
voluntad de quienes conviven a diario.
Un Escudo para la Comunidad
La labor de estos funcionarios comunitarios es fundamental porque
actúa como un escudo protector para el tejido social, evitando que los
conflictos escalen a niveles de violencia o se conviertan en pleitos
legales que duren años. Sus competencias abarcan un amplio espectro de
la vida comunitaria:
Por un lado están los Conflictos de Convivencia que resuelven disputas
vecinales, problemas de linderos y desacuerdos en la propiedad
horizontal (condominios).
Por otro lado está la Vigilancia Social la cual es la facultad para
conocer y actuar en situaciones de la vida en comunidad que afectan a
grupos vulnerables (niños, niñas, adultos mayores) y controversias
sobre la tenencia de animales domésticos.
Alivio Judicial: Al manejar estos casos en el ámbito local,
descongestionan el sistema de justicia ordinario, permitiendo que los
tribunales formales se centren en los delitos y casos más complejos.
Una Inversión en Paz, es aquí un Llamado al Reconocimiento, el trabajo
del Juez de Paz Comunal es, sin duda, la inversión más invaluable en
paz social. Su existencia garantiza que todo ciudadano, sin importar
su nivel socioeconómico, filiación partidista, creencia religiosa o
procedencia cultural, tenga un mecanismo de acceso a la justicia al
alcance de su mano: una justicia de puertas abiertas.
Es importante que se honren y respalden de manera tangible la
indispensable labor de los Jueces de Paz Comunal, quienes día a día
demuestran con creces que la mejor manera de resolver un conflicto es
sentándose a la mesa y priorizando la convivencia sobre la
confrontación. Sin embargo, detrás de esta gran labor subyace un
sacrificio cívico que engrandece su rol: la mayoría de los Jueces de
Paz desempeñan sus funciones sin percibir remuneración alguna, movida
únicamente por un profundo sentido de vocación comunitaria.
Sucompromiso es tal que, frecuentemente, trabajan fuera del horario
laboral convencional, atendiendo a vecinos y mediando conflictos en
las tardes, noches o fines de semana, momentos en que la vida
comunitaria se detiene.
Ellos son los pacificadores de la esquina, los mediadores silenciosos
que, con cada disputa resuelta mediante el diálogo, fortalecen los
valores de la solidaridad, la tolerancia y el respeto mutuo. A pesar
de esta entrega abnegada y la crucial estabilidad que proporcionan en
sus territorios, es una realidad que el reconocimiento formal y el
apoyo logístico a su labor son mínimos.
Es hora de que la sociedad ylas instituciones honren y respalden de manera
tangible la indispensable labor de los Jueces de Paz Comunal, quienes día a día
demuestran con creces que la mejor manera de resolver un conflicto es
sentándose a la mesa y priorizando la convivencia sobre la confrontación.
jeannettejcgsnew@gmail.com