Ramos en su baño entendiéndose

Allup, piensa e Interroga a Diana D'Agostino

Heme aquí tratando de ..... y pensar. Después de ese glorioso 5-E que me sacó del grupo de los dinosaurios de la IV, la metidas de patas ya son bastante.

Viéndolo bien, la diputación y la presidencia de la Asamblea Nacional fue un chepazo. Ya políticamente era un cadáver insepulto, tal y como el padre de la democracia representativa calificó una vez a Jóvito Villalba. Yo he metido la pata varias veces, pero justo es reconocer, que ser diputado y presidente de la Asamblea Nacional hoy, se lo debo enteramente a la revolución. Me dieron este empujón y volví.

Heme aquí en el baño pujando y pensando. Nada que me sale. Mi condición de estreñimiento mental y estomacal no me permite parir nada. Ni una idea ni una cagarruta. Unnnnj. ¡nada! Como que estoy comiendo cemento.

Lo único que tengo claro sentado aquí, es que he sido muy turulato. Nunca debí llamar a los bolsas de PJ petimetres, lechuguinos y mariposonas. Hay cosas que uno cree y tiene seguridad, pero no debe decirla. Ahí se me fue la lengua. Bueno tampoco en ese momento creía que sería diputado. La propia revolución me dio esta oportunidad, que AD me negó. Lepage y Canache con su pacto institucional “guanábana” de AD y Copei no me dieron un chance.

Ya cuando todo parecía imposible, la enfermedad que padecimos en la IV y que acabó con nosotros, le llegó al PSUV y estoy montado en lo alto de la AN. El 5-E, la lengua se me volvió a soltar y dije una vaina que teníamos entre manos, pero que no debía decir. Me desboqué. Sabía que era mi oportunidad pero no me aguanté y dije lo que queríamos pero que no debía decir. Seis meses y van doce. Mañana es enero. Es posible que el 5-E, ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario.

Si salgo de la presidencia de la Asamblea Nacional me quedo casi en el aire, como volador sin rabo. Maquinaria no tengo. Tengo sólo la silla de la Asamblea Nacional y eso es hasta enero, porque no creo que los lechuguinos y petimetres de PJ vayan a darme otra oportunidad.

Dianaó, ¿estas ahí?

Si viejo. ¿Nada de aquello?

Pujando Dianaó. Vete a la Asamblea Nacional. Mira que es posible que sean tus últimos días como primera dama. ¿Por fin  hablaste con María?

Si viejo, muchas veces. Fíjate que en dos oportunidades tuve que calarme al tacarigüero Roberto.

Viejo ella está pendiente de blanquearle la silla al Istúriz. También he hablado con la Tintori. Ahí la cosa si está complicada. Pelúa pues. Esa pide más que un ciego y está convencida que tiene poder para ir lejos.

Viejo voy saliendo

Dianaó, ¿Hablaste con la mujer de Capriles? ¡queeeeeeeeé!



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Amaranta Rojas


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