Acreditamos a Oscar Schemel, presidente de Hinterlaces, haber forjado una de las mejores y mas divertidas metáforas políticas de la temporada electoral cuando expresó que el precandidato Capríles era “jardín sin flores”.
Esta alegoría retrata de manera descarnada la ordenación de las ideas del novel candidato a quien todavía no le ha sucedido el hallazgo milagroso de una mínima intuición política para expresar lo que realmente siente y menos alguna animación lirica precoz para transmitirnos sus emociones y visiones en un siquiera un párrafo digno de alguien que pretende gobernar el país.
Podría haberle respondido a Schemel con otro metáfora, pero sabemos que las parábolas son fugaces residuos intelectuales cuya esencia viene de vuelos imaginativos, que pertenecen al mismo espacio de las neuronas que recuerdan el dolor y desde allí explotan en vocablos, algunas veces no exentos de poesía .... que a lo mejor,… el precandidato aún esta gestando y no da muestra de ellas o las guarda para sorprendernos en mejor momento. Por ahora como decía Don Antonio Machado: “¿Espera, duerme o sueña?
Pero el estadístico, sigue, hecha mano, ya no al recurso de la poética, sino a brutales cifras y escuece a Capriles cuando descubre que "aunque 46% de los venezolanos piensa que la oposición tiene buenas ideas para los pobres, pero sólo el 25% se identifica con sus ideales".
No son del todo negativas sus percepciones sobre Capriles y agrega: la candidatura es atractiva, pero todavía no logra conectarse, identificarse o lograr una fuerte simpatía con las mayorías. Palabra de analista político a quien si duda se le han criticado percepciones erróneas con anterioridad, pero que en este caso, acierta cuando dice: que el candidato de la derecha, Henrique Capriles Radonski no tiene discurso ni propuesta. Quizás será por que como dijo el poeta “ las “comadrejas” tienen más curiosidad que los “filósofos nutridos de sopa de convento” a lo cual, agrego o los políticas con gruesas chequeras y escasas ideas, en terreno “donde cruza errante la sombra de Caín”.
La frase del “Jardin estéril” que comentamos por lejana antítesis me llevo a un verso de Antonio Machado: “corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;/ mas no amo los afeites de la actual cosmética,/ ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar. Antonio Machado: Retrato, Campos de Castilla, Pag. 491; 1907-1917. I Poesías Completas, Edición crítica, Oreste Macri, Espasa Calpe 1989.
Solo espero que el temerario líder entienda y exprese mejor el eterno problema del hombre en la asunción de la realidad y su forma de revelarla en sus discursos -a ver si llega al fin-, por ahora, anda buscando votos y armando camorra, pero las encuestas lo revelan estancado y una distancia considerable detrás del enfermo y ausente, a quién se opone.
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