Mis respetos al camarada Alberto Nolia

Hemos criticado hasta el cansancio que la oposición carece de argumentos para enfrentar el dato preciso expuesto por nuestras filas.
Nos hemos caracterizado, y así debe seguir siendo y cultivándose, por ser los constructores y las constructoras de un modelo político basado en categorías científicas basadas en el materialismo histórico, a diferencia de nuestros adversarios que sólo repiten lo que El Imperio les dicta, sin detenerse a hacer ningún tipo de reflexión.

 


Cuando usted, camarada y amigo Alberto Nolia, trata a nuestro pueblo de “Malviviente” y “dirigido por un capo del Consejo Comunal”
refiriéndose al hecho suscitado en el km 21 de la carretera panamericana el día de hoy, refleja lo atrevida que puede ser la
ignorancia.

Nos parece escuchar y justificar aquella frase que dictaba un innombrable político de la IV República: “Disparen primero y averigüen
después”.

Hoy cuenta esta “comunidad de malvivientes”, señor Alberto Nolia, gracias a la respuesta de nuestro gobierno revolucionario, con un
cuerpo de seguridad del Estado apegado a nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, resguardando su seguridad:

La Guardia Nacional Bolivariana. Esa seguridad que le fuera arrebatada por agentes de la IV República que aún persisten en este municipio.

Seguridad que es responsabilidad de un Gobernador que hace caso omiso a su misión y no gobierna. Como “comunidad de malvivientes”, damos la bienvenida a nuestra gloriosa Guardia Nacional Bolivariana, y ese mismo pueblo “malviviente” está haciendo, hoy, mientras usted se dedica a insultarnos, las rehabilitaciones físicas de los espacios donde permanecerán nuestros aliados de la Guardia Nacional Bolivariana.

Estamos a sus órdenes, señor Alberto Nolia, para entregarle todas las denuncias que se han tramitado ante los organismos que debieron
apersonarse hace meses atrás, y no nos respondieron. La gota que derramó el vaso, amigo y camarada Alberto Nolia, fue la muerte de un
vecino trabajador acribillado el pasado miércoles en nuestra comunidad, cuando se disponía a dirigirse a sus labores diarias en
horas de la madrugada.

No se trata esto de un derecho a réplica. Se trata de una exigencia que debemos tener como revolucionarios, de actuar siempre con la
ciencia en lo cotidiano y argumentar con datos.

Viva nuestro Comandante Chávez.

kaspejg@gmail.com



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Edgar Gil


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