(VIDEO) Terremoto político en Portugal. La ultraderecha supera como segunda fuerza a los socialistas

André Ventuta (Chega) Luis Montenegro (AD) y Pedro Nuno Santos (PS)

André Ventuta (Chega) Luis Montenegro (AD) y Pedro Nuno Santos (PS)

Credito: Web

19-05-25.- Portugal votó mayoritariamente por las distintas fuerzas de derecha en las elecciones legislativas anticipadas de este domingo. Todas las encuestas coincidían en otorgar la victoria a Alianza Democrática (AD, la coalición conservadora) y un notable porcentaje a la ultraderecha de Chega, pero el resultado final ha sido muy superior al proyectado.

La AD mejora en más de tres puntos su resultado de 2024 con un 35,97 %% de los votos. Los conservadores de Luis Montenegro serán la bancada más numerosa en la Asamblea de la República con 86 escaños, una victoria holgada pero insuficiente para llegar a los 116 diputados que marcan la mayoría absoluta.

El primer ministro en funciones, Luis Montengro, repetirá al frente del Gobierno luso. El líder de AD, pese a convocar elecciones anticipadas por el escándalo de Spinumviva, relacionado con sus negocios familiares, ha conseguido mejorar sus resultados electorales de 2024.

El dilema de AD pasa ahora por elegir fórmula de gobierno: o Gobierno en solitario con el insuficiente apoyo externo de Iniciativa Liberal (5,5% y nueve escaños), con quien ha habido buena relación durante este año, o buscar una gran coalición con el Partido Socialista (PS) o Chega. Dos escenarios poco probables.

Chega, la gran sorpresa de la noche, obtuvo un espectacular 23,06 % % del voto y 58 escaños. Rompiendo su techo electoral y quedando a menos de 50.000 miles de votos del Partido Socialista, que también obtuvo 58 escaños. La formación liderada por André Ventura fue fundada hace poco más de cinco años y hoy es la tercera fuerza del país.

No parecen haber afectado a Ventura sus hospitalizaciones en plena campaña electoral. El líder ultraderechista tuvo que abandonar dos actividades electorales en la última semana de campaña "por indisposición". Ventura, exultante en su llegada al Hotel Marriott de Lisboa –cuartel general de la formación–, aseguró que "Chega ha matado hoy al bipartidismo" y aseguró que va a "luchar para que haya estabilidad y un Gobierno digno para Portugal".

El partido ultra ha conseguido marcar la agenda mediática con un gran uso de las redes sociales, un discurso de mano dura contra "inmigración y la delincuencia" y una defensa de la "familia tradicional frente a la ideología de género".

Por su parte, la izquierda portuguesa marca mínimos. El Partido Socialista (23,4%) obtiene su peor resultado desde 1987. El economista y exministro Pedro Nuno Santos arrasó en las primarias internas que eligieron al sucesor de Antonio Costa, pero las encuestas llevaban meses señalando una caída sostenida del PS.

La debacle socialista no fue minimizada por Nuno Santos que compareció ante la prensa pasada la medianoche para anunciar su dimisión. Con gesto desencajado, el hasta ahora secretario general de los socialistas pronunció un discurso donde trató de marcar distancias con Luis Montenegro, a quien apoyó legislativamente en momentos clave de esta legislatura, y se mostró contrario a facilitar su reelección. "Asumo mi responsabilidad como líder del partido y convocaré elecciones internas a las que no voy a concurrir", afirmó el todavía líder socialista.

Por detrás, la fuerzas de izquierda radical no obtienen resultados mejores. El histórico Partido Comunista Portugués (PCP) y su coalición electoral, la Candidatura Democrática Unitaria (CDU), obtiene un 3,03% del voto y tres escaños. Perdiendo un asiento en el Congreso y obteniendo una décima menos que en marzo de 2024, el que era ya el resultado en la historia de la formación. El líder de los comunistas, Paulo Raimundo, aseguró que los 180.000 votos a la CDU servirán para "combatir con coraje" las políticas de derechas.

Pero incluso es la situación del Bloco de Esquerdas (BE), que ha pasado del 10,2% de voto en 2015 a un pírrico 2% en esta convocatoria. Mariana Mortágua, coordinadora nacional, ocupará el único escaño obtenido en estas elecciones.

La única fuerza progresista que crece son los socio-liberales de Livre. Una joven fuerza progresista –fundada en 2014–, afiliada a los verdes europeos y que ha multiplicado su resultado pasando del 3,26% a más del 4,2% en 2025. El apoyo a este partido, casi inexistente en el interior rural del país, se encuentra en las grandes urbes. En Lisboa (6,8%) y Oporto son la cuarta fuerza por delante del BE y la CDU.

Con el recuento de los últimos votos el animalista Personas-Animales-Naturaleza (PAN) consiguió mantener su representación parlamentaria obteniendo un solitario escaño por Lisboa. Además, por primera vez en la historia de Portugal un partido regionalista tendrá representación en la Asamblea de la República; Juntos Pelo Povo, partido de carácter progresista que lidera la oposición en Madeira contará con un representante.

Tan solo quedan por asignar 4 escaños correspondientes a las circunscripciones electorales de portugueses en el extranjero. Un proceso que puede demorarse varios días.

Abstencionismo en la izquierda y movilización en la derecha
Contra todo pronóstico, la participación ha mejorado respecto a las elecciones de 2024. Un 66,57% de portugueses acudieron a las urnas. El principal beneficiario de esta movilización ha sido Chega, que ha activado un voto protesta dormido.

También es significativo el trasvase de votos entre el PS y AD. Durante el último año, los socialistas han optado por apoyar al gobierno de AD en momentos clave como la aprobación de los presupuestos –donde se abstuvieron–, o en el reparto de la junta directiva y las comisiones del Parlamento.

El norte, más conservador, se ha teñido de naranja con una gran ventaja de AD en regiones como Braga, Viseu, Coimbra o Bragança

Esta oposición suave no ha evitado una gran fuga de votos hacia los conservadores. Los primeros resultados sugieren que gran parte de los portugueses han votado buscando "estabilidad" tras cuatro elecciones en cinco años.

Otra tendencia destacable es el clivaje territorial. El norte, más conservador, se ha teñido de naranja con una gran ventaja de AD en regiones como Braga, Viseu, Coimbra o Bragança. AD también ha conseguido vencer con claridad en las dos grandes ciudades del país, Lisboa (28% AD, 23,7% PS, 20,9% (Chega) y Oporto (34% AD, 24% PS y 20% Chega).

En el sur, histórico caladero de la izquierda, Chega ha conseguido quedar como primera fuerza en Beja (feudo comunista) y en Setúbal, Faro y Portalegre (regiones de tradición socialista). El voto de la izquierda ha sido fragmentado y más abstencionista.

En el sur, histórico caladero de la izquierda, Chega ha conseguido quedar como primera fuerza en Beja (feudo comunista) y en Setúbal, Faro y Portalegre (regiones de tradición socialista)

El sistema electoral luso, idéntico al español con un reparto de escaños por circunscripciones mediante ley D'Hont, ha penalizado a las fuerzas minoritarias. Solo en las enormes circunscripciones de Lisboa (48) y Oporto (40) –que reparten el 38% del total de diputados– han obtenido diputados las fuerzas minoritarias. Por ejemplo, la CDU, con una histórica tradición en la región del Alentejo –la más pobre del país–, no ha visto traducido en escaños su 14% de voto en Beja.

Dos bloques descompensados

En estas elecciones el voto total a la derecha, sumando los sufragios de AD, Chega, IL y ADN, supera el 66,1% del voto. Una cifra sin precedentes en la historia reciente. En las elecciones de 2015, que dieron paso a un Gobierno en minoría del PS con apoyo parlamentario de CDU y BE, las fuerzas de izquierda sumaron el 52,95%.

*Con información de Público.es y EFE /RSS







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