Panmunjom, abril 26 -Cuando este viernes se sienten aquí frente a frente los líderes coreanos, Kim Jong-un y Moon Jae-in, se activará el cronómetro de una nueva esperanza para la paz definitiva y la reunificación en la península.
Esta reunión se convocó a inicios de año de manera inesperada y unilateralmente por Pyongyang, y forma parte de la actual ofensiva de paz que lidera el presidente de la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
Moon recogió el olivo tras entender que en un conflicto militar como el que se visualizaba en diciembre de 2017, con peligro de empleo de armas no convencionales de exterminio masivo, el sur saldría tan perjudicado como el norte o más.
La presencia dentro de las fronteras terrestres y aéreas en el sur de más de 28 mil soldados estadounidenses, portaaviones y sus naves acompañantes, convertirían a toda la parte meridional de la península coreana en un eventual polígono de tiro.
Por ese motivo, entre otros, Kim y Moon en su conversación buscarán superar la cota de la declaración conjunta sobre la desnuclearización de la península coreana.
Asimismo conversarán de un anhelo coreano, la reunificación, a pesar de que los dos conocen muy bien de que en la ruta hacia ella está poner fin a la guerra (1950-1953) que técnicamente existe entre ellos.
Otro tema que se conversará en la Casa de la Paz, situada aquí en la denominada Zona de Seguridad Conjunta, será la reducción de las tensiones militares en la península.
Con ese fin este jueves Washington y Seúl hicieron el anuncio de suspensión durante el evento de las maniobras militares que realizan desde el lunes pasado en la zona sur de la península bajo el nombre Key Resolve.
El mismo ejercicio, que busca presionar a Pyongyang para que cumpla con las peticiones de desarme nuclear que intenta imponer occidente, continuará durante una semana. Serán reanudadas luego de que Kim y Moon hagan el epílogo de la cumbre con la siembra de un árbol símbolo de paz.
Otro asunto que estará las pláticas será la ampliación de la cooperación que puede beneficiar tanto al norte como al sur, así como temas humanitarios pues familias de los dos países fueron divididas por la guerra hace 14 lustros.
La aludida cumbre fue precedida igualmente por reuniones de máximo nivel efectuadas sin resultados concretos en los años 2000 y 2007.
De esta manera, Panmunjom está obligado a ser, efectivamente, la tercera esperanza para la paz definitiva en la península de Corea.
