La "niña del napalm" y los niños desnutridos de Gaza

La Fotografía, como la literatura testimonial, es un documento social que narra y construye memoria, que da cuenta y deja constancia para la posteridad de hechos que si sólo fueran objeto de relatos y comentarios más de uno no lo creyera e incluso los negaran.

Y detrás de la foto están profesionales que muchas veces no son reconocidos por la riesgosa labor que realizan para mostrarnos en vivo realidades y episodios muchas veces desgarradores y trágicos.

Las imágenes pueden ser testimonios visuales impactantes, provocando emociones y movilizando a la acción, al revelar la verdad de conflictos, desastres naturales, de represiones, de torturas, de bombardeos, de genocidios, pobreza y otras calamidades sociales.

Y lo más importante es que la imagen fotográfica, no sólo nos refresca toda esa problemática social descrita anteriormente, sino, que no hace vivirla de nuevo, sentirla. como si la estuviéramos observando en el presente.

Traigo a colación estos comentarios por dos fotografías que han dado vueltas por el mundo una de ellas tiene aproximadamente 50 años y la otra o las otras son del presente trágico que vive Palestina.

La "niña del napalm"

Nick Ut, quien la tomó, se convirtió en el primer y único fotógrafo vietnamita en ganar un premio Pulitzer.

"Una niña desnuda, junto con otros niños, corre con la piel abrasada y gritando de dolor tras ser rociada con napalm".

Nos trae a la memoria la crueldad de los sistemáticos bombardeos que el gobierno estadounidense realizaba contra el Pueblo de Vietnam, en una agresión que ni sus mismos soldados entendían y que forzados a la guerra utilizaban drogas para poder cumplir las órdenes de los mandos militares.

Y no sólo no entendían los soldados, sino, gran parte del pueblo estadounidenses, que le daba la espalda a los soldados que volvía, ya derrotados en Vietnam como muy bien se puede apreciar en la Película "Nacidos el 4 de Julio".

Allí en ese film, de Oliver Stone, puede apreciarse no sólo horrores vividos por la soldadesca, las discapacidades de cientos de los que regresaron con vida sino, el menosprecio de una sociedad que los ignoraba, porque nunca entendieron el sentido de esa agresión contra el pueblo vietnamita. En manifestaciones internas los propios jóvenes estadounidenses quemaban la vadera de su país en protesta por la guerra.

En efecto, la población de manera indiferente e incluso hostil, recibía a los que llegaban evidenciando la falta de reconocimiento, porque nunca la sociedad estadounidense logró entender que hacían sus hijos, llevados por la Casa Blanca y el Pentágono a miles de kilómetros de su país, a una aventura, que terminó enlodándolos y poniendo de relieve que no sólo por estar armados hasta los dientes, se puede ganar una guerra. La convicción y la entrega del pueblo vietnamita les hizo pagar con creses sus ambiciones.

Los niños desnutridos de Palestina

Las fotos que estamos viendo en los portales internacionales y Redes Sociales, no tienen 50 años como la comentada, son prácticamente en vivo.

Varios son los fotógrafos que allí se arriesgan para que nosotros desde nuestras cómodas butacas, podamos ver tanto por la Televisión, como en los portales internacionales las escenas de terror, que están viviendo allí millones de personas, entre ellas niños que acuciados por el hambre retan el fuego de los militares israelitas para obtener una bolsa de harina o cualquier tipo de alimento que se les envía.

Las fotos son realmente dramáticas y muchas personas que las observan se pregunta, hasta donde puede llegar una situación como esta, sin que ningún poder intervenga para frenar tanta crueldad.

Hay fotografías de madres con sus hijos en brazos, sin camisa, donde Ud. puede contar por la flaqueza de los cuerpos, una a una las vertebras de su columnas, las caras demacradas y lo ojos hundidos. Ni pensar en los dolores que una persona pueda sufrir por morir de inanición. Esto puede ser inenarrable.

Este parangón fotográfico hoy, advierte al mundo, hasta donde la elite política mundial puede llegar, en su afán de hegemonizar al mundo. Pareciera que no existen patrones éticos ni morales cuando se trata de utilizar las armas, a violencia y hasta el hambre como instrumentos de guerra para ejercer dominios contra cualquier nación que pretenda ser soberana e independiente.

Hoy el chantaje nuclear se utiliza por las naciones que lo monopolizan e incluso amenazan a lo que pretenden desarrollarla de manera pacífica, porque de esta manera mantienen control y poder sobre los demás.

Su uso, cuando a ellos les convenga con fines bélicos llevará a lo que llaman hoy humanidad a niveles de hambrunas y mortandad que ni siquiera narradores de ciencia ficción pueden delinear en sus escritos.

Pero así estamos en pleno Siglo XXI, a merced de poderes que ni siquiera los Organismos Internacionales pueden neutralizar, porque también han sido penetrados por ellos y los ponen a su servicio.



 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1538 veces.



Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

Visite el perfil de Jesús Sotillo Bolívar para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: