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Con la legalización de la Marihuana se abre el camino para legalizar otras drogas, mientras las Organizaciones Internacionales disminuyen en su estado alerta frente al fenómeno y la mini cartelización se afianza con el uso de nuevas tecnologías como es el uso de mini submarinos y las Redes Sociales.
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En artículos anteriores advertí que el empobrecimiento de las poblaciones en cierto modo sentaba las bases para que el tráfico de drogas se afianzara, pero ahora, son los países acosados por problemas financieros, quienes la legalizan para obtener beneficios económicos e intentar superar sus crisis internas.
Cualquier observador o estudio del tema, quizá, pueda llegar a la misma conclusión: luego del estruendos fracaso de la llamada "Guerra contras las Drogas", no se han implementado planes a nivel global para estabilizar un estrategia que enfrente eficazmente al fenómeno de las drogas.
Venía insistiendo en mis clases del Seminario de Comunicación y Droga, que dirijo en la Universidad Central de Venezuela y por medio de algunos artículos publicados para portales nacionales e internacionales, que apreciaba una especie de estancamiento en la lucha por enfrentar este fenómeno social que ha generado tan graves consecuencias en el seno de nuestras sociedades.
Necesita, si para combatirlo, de una estrategia global, pero no politizarlo como la llamada "Guerra contra las Drogas", impulsada desde los Estados Unidos, donde se estigmatizó a sectores de la población y se pretendió a utilizar como arma de guerra contra otras naciones, pero en el fondo se descuido, la formación, la educación, la prevención y en general la creación de una conciencia global mundial sobre los graves daños que generaba la adicción a las drogas y la alta criminalidad que alrededor de ella se constituyó, para provecho económico de bandas criminales organizadas que junto a políticos venales, dieron lugar a lo que se conoce hoy como "Narco Política.
Luego de ser declarada como "Enemigo Público Número Uno" y habérsele declarado La Guerra, durante el gobierno de Richard de Nixon, se olvido que profundizar en las verdaderas causas del fenómeno, debían también ser estudiadas, no concentrarse sólo en el castigo para los implicados (consumidores y traficantes) y también el entorno social, fundamental para comprender las causas que lo generaban.
En el caso de los Estados Unidos, de donde nos viene la llamada "Guerra contra las Drogas", se desvió totalmente el enfoque hacia la estigmatización de grupos sociales, países y organizaciones progresistas, descuidando algo vital: generar una conciencia global, a través de la educación, que llevará al rechazo del consumo y el desarrollo de planes concretos para en el marco de las sociedades donde se producían las drogas, superar las limitaciones económicas y la extrema pobreza.
No basto la creación y proliferación de Leyes, Convenios y Eventos realizados para frenar el fenómeno, porque al final ni se aplicaban ni se le hacía seguimiento a las conclusiones u orientaciones que se aprobaban, todo quedaba a criterio de los países y organizaciones participantes, es decir, al azar.
Una de las primeras señales de la debilidad con que titulo esta reflexión y de la que advertí oportunamente, fue dejar a criterio particular de cada país, el tema de la legalización de algunas drogas.
Al respecto, de la afirmación anterior, un ejemplo, palpable de lo que digo es el caso de la Marihuana, luego de ser calificada por organizaciones especializadas como dañina para los seres humanos y en particular, para los jóvenes, la impotencia por controlar su consumo y el afán de algunos gobierno de lograr ingresos por su consumo, se llegó a clasificarla como "Medicinal" (Caso Estados Unidos) y otros países en esa onda, pero fundamentalmente, para lograr ingresos en sus menguadas economías, terminaron legalizándola.
A la par de la debilitación de las luchas a nivel mundial contra el fenómeno de las drogas y aceptar la legalización de algunas (como es el caso de la Marihuana, por razones económicas), se ha venido conformando una alianza perversa, que le pone un sello característico a esta realidad que describo, una nueva entente, me refiero, a la alianza de los traficantes de drogas con políticos venales, que buscan también dinero para financiarse y que los medios de comunicación la han denominado "Narco Política".
Con la legalización de la Marihuana, que abre el camino para la legalización de otras drogas que seguramente le encontraran milagrosamente condiciones medicinales y el advenimiento de la "Narco Política", nos encontramos frente a una nueva realidad, sobre la cual no veo ninguna directriz ni orientación, por parte de las organizaciones internacionales que tradicionalmente estudiaban y formulaban políticas al respecto.
La Narco Política, penetra las sociedades en sus cimientos, estructuras políticas, el sistema financiero y bancario, corrompe las instituciones en general y lleva a las sociedades a tal estado de caos, que los altos poderes se sienten acorralados e impotentes frente al fenómeno de las drogas.
Pareciera y así lo siento que ante el fenómeno de las drogas el Mundo ha bajado las guardia y los efectos de esa inercia ya lo estamos viendo, cuando miles de personas deambulan con zombis en algunos países, atrapados por algunas drogas, surge un nuevo fenómeno la mini cartelización de las drogas criminales más efectivas en la práctica (usado de la tecnología y las redes); más países se involucran en él tráfico; algunos gobiernos parecen atrapados sin políticas concretas para controlarlo y se crean más y nuevas drogas, que se difunden por diversidad de rutas, frente a la impotencia de la Vigilancia Mundial.