Acabazón de mundo: una monja mafiosa

Parece que ya nada nos sorprende en este mundo tan descompuesto. A lo que vamos a referirnos no es solamente a la picarezca de Giovanni Boccaccio y sus narraciones con ambiente medieval, donde las monjas son protagonistas de picantes y eróticos cuentos plasmados en el "Decameron".

Una de sus narraciones "El Hortelano" en el Jardín de las Monjas, un hortelano mudo se convierte en el favorito de las monjas de un convento, fue llevada magistralmente al cine por el gran cineasta italiano Pier Paolo Pasolini.

En resumen:

En un monasterio de monjas muy famoso por su santidad, trabajaba un hortelano de nombre Nuto que labraba un hermoso jardín y realizaba otros trabajos. Cansado del mal pago y de las órdenes de las monjas, Nuto decidió volverse a su pueblo. Allí le contó a Masetto da Lamporecchio, un joven labrador, cómo era aquel monasterio de ocho monjas y una abadesa, y a este le entró un deseo grande estar con aquellas mujeres. Como temía que lo fueran a rechazar por ser joven y buenmozo, decidió fingir que era mudo para que lo admitieran. En el monasterio fue recibido por el administrador, que lo puso a cortar leña y hacer otros trabajos. Luego la abadesa, viendo que, como era mudo, no podría hacer bromas con las monjas, lo tomó como labrador del huerto. Al principio, las monjas se aprovechaban de que era mudo para molestarlo y decirle palabras depravadas.

Pero luego, las monjas quisieron aprovechar la supuesta mudez del hortelano, para disfrutar de los deseos de la carne, pensando que por ser mudo, su "pecadillo", estaba bien resguardado


Un día, dos monjas se acercaron a Masetto cuando estaba dormido. Una de ellas le confesó a la otra que se había propuesto probar la dulzura de la unión entre el hombre y la mujer con el joven, que por ser mudo no podría contar lo que hicieran. La otra monja le dijo que le habían prometido su virginidad a Dios y mostró preocupación por si quedaban embarazadas. La primera le respondió que muchas veces se prometían cosas que no se cumplían, y que no debería pensar en el daño antes de que llegara, que de quedar embarazadas tendrían muchas maneras de ocultarlo para que nadie se enterase. Así estuvieron las dos de acuerdo y llevaron de la mano a Masetto, que había oído todo y se dejaba hacer, hasta una cabaña, donde mientras una hacía guardia, la otra probaba "cómo el mudo sabía cabalgar

Los apetitos por la carne crecieron:

Sucedieron varios días así, hasta que una de las otras monjas descubrió lo que aquellas hacían. Primero pensó en denunciarlo, pero después resolvió que quería probar ella también. Así se involucraron todas las monjas del monasterio, que en distintos momentos iban a hacerle compañía a Masetto. Por último, la abadesa, después de ver a Masetto durmiendo bajo el sol con el cuerpo descubierto, cayó en el mismo apetito, y se llevó al joven a su celda, donde lo tuvo varios días. Luego lo devolvió a su estancia, pero lo requería muy a menudo, al igual que las otras monjas.

Masetto estaba extenuado de satisfacer a todas las monjas, por lo que resolvió confesarle la verdad a la abadesa. Una noche, estando con ella, empezó a hablar, diciendo que ya no podía servir a nueve mujeres. La abadesa, sorprendida, le preguntó cómo podía hablar, y Masetto le dijo que se había curado de la enfermedad que lo hizo mudo. Así se enteró de que sus monjitas hacían lo mismo que ella.

Se corrió la voz entonces, de que las oraciones habían curado a Masetto, es decir, que los "pecadillos" monjiles habían producido un verdadero "Milagro", devolverle la voz a Masetto.

No sé que "Milagro", ocurrirá ahora, para tapar lo que la prensa internacional anuncia como un nuevo "pecadillo", religioso, una Monja, que integraba a la Mafia Italiana.

La hermana Anna Donelli, como era conocida, fue detenida por actuar como intermediaria entre la mafia italiana y sus miembros encarcelados. Utilizó "su cargo espiritual" para acceder libremente a las cárceles.

Desconocemos, pues no lo relatan los medios, que otros "Milagros", realizó la hermana Anna, no sabemos si practicó con los presos el mismo cabalgar que hicieron las monjas de Bocaccio, con Masetto. Pronto podrían revelarse otros "Milagros", sino viene la censura vaticana.

Esta monjita mafiosa, me hace recordar La Monja que aparece en la Escuela de Periodismo de la UCV, que al parecer desde los años sesenta recorre los pasillos. Pero esta Monja periodista, es prácticamente una santidad, frente a las de Bocaccio y la Mafiosa de Italiana, la hermana Anna.

Hasta ahora, a los que se le ha aparecido la Monja de la Escuela de Periodismos de la UCV, entre los cuales me cuento, dicen que no ha acosado a nadie, no ha manifestado sus deseos de cabalgar, sólo se limita a recorrer los pasillos. Minerva, nuestra Secretaria, que dice haberla visto, le tiene gran Fe y le prende hasta velas. Muchos estudiantes, en momentos de apuro, la invocan, para sus exámenes.

 



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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