Cuando el rio suena es porque piedras trae

El daño producido por la derecha oligárquica colombiana a su propio pueblo es inconmensurable. Pasaran muchos años las investigaciones forenses que puedan emprenderse para acercarse, apenas, a la mortandad que causaron a la población civil, utilizando y armando a grupos paramilitares, pero también con la actuación aviesa de su ejército, policía y organismos de seguridad en general.

Han tenido que usar hasta modelos matemáticos, para rastrear a los miles de civiles ejecutados por estas fuerzas al servicio de la oligarquía y lanzados cual desperdicios a diversos ríos de Colombia, para desaparecerlos, para no dejar huellas de los crímenes cometidos.

Pero al igual, de lo que pasó en Venezuela, época de la Cuarta República, cuando los grupos represivos al servicio de los gobiernos de esa época (léase AD y COPEI), asesinaron a Alberto Lovera, luego de ser torturado, y lanzado a las Playas de Lechería en el Estado Anzoátegui, la Mar, devolvió el cuerpo, al que lo habían atado con cadenas y puesto un pico en el pecho, para que se hundiera y desapareciere, poniendo en evidencia el espantoso crimen cometido.

Aquí fueron las aguas de La Mar, las que revelaron el crimen, en Colombia, ha sido el agua de los Ríos, que en su recorrido, han flotado algunos cadáveres, poniendo también de relieve la magnitud de los asesinatos cometidos contra revolucionarios y población civil, la cual se contabilizaba, por los Altos Mandos Militares, para obtener recompensas por cada asesinato. El corte de las manos, era la sutil manera de llevar la contabilidad.

Es tan pavoroso este acto criminal que Ever Veloza, un Comandante Paramilitar, conocido como HH, ha graficado de la siguiente manera el genocidio: "Si le sacaran el agua al Rio Magdalena, encontrarían al Cementerio más grande del país"

Pienso, que a lo mejor en esta confesión Ever Veloza, se quedó corto y estamos frente al mayor Campo Santo de toda la región, porque han sido más de 50 años, torturando, desapareciendo y asesinando, quedando sólo, en el Rio de Lagrimas, de hijos, hijas, esposas, madres y familiares las pruebas de tantos desaparecidos y asesinados.

Pero así es el proceder de la ultra derecha, para mantenerse en el poder en cualquier ámbito, les importa muy poco la vida de las personas, se llevan por delante a cualquiera, la libertad, la vida, los derechos humanos, son para ellos, simples bagatelas, que las manipulan y las usan a su conveniencia, borrándolas del mapa en la primera oportunidad que tienen para llevar a cabo sus propósitos de atornillarse en el gobierno. En el caso de Colombia es tan repugnante que hasta se han coaligado con las mafias del Narcotráfico y han creado grupos paramilitares, llegando a tecnificar el sicariato y los llamados "falsos positivos", como métodos para consolidarse.

La Comisión creada en Colombia para esclarecer la verdad, tarea verdaderamente ardua, en un informe que yo calificó como preliminar, ha cifrado la cantidad de, óigase bien, y este número a lo mejor es aproximado, en DIEZ MILLONES DE Víctimas. (Baste informar que se calculan más de nueve millones de muertos en la Primera Guerra Mundial)

Con esta espantosa cifra, que hoy se da a la luz, luego de aproximadamente, 30.000 testimonios, queda sobre el tapete, el brasero donde debe caminar ahora, el Presidente Electo, Gustavo Petro, para alcanzar la anhelada Paz Social, leitmotiv, de su campaña electoral.

Con las lágrimas derramadas por los familiares de tan numerosas víctimas, se podría formar un Rio Paralelo al Magdalena y dejar que su caudal fluya para que la historia registre hasta donde llegan las atrocidades que se cometen por las ambiciones de poder.



 



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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