Hermanos musulmanes vs FFAA

Cuando Mohamed Morsi, llego al poder en junio del 2012 venciendo a Hamed Shafig el primer ministro de Hosni Mubarak, se notó que Washington y las fuerzas armadas egipcias llegaron un acuerdo para calmar los ánimos del pueblo egipcio, punto culminante de la primavera árabe.

Dese el año de 1953 las FFAA de Egipto construyeron un monopolio económico muy poderoso, son el ejército más fuerte del Oriente Medio con 470.000 soldados que gozan de prestigio entre el pueblo, incidieron en la destitución de Mubarak en febrero del 2011. Desde 1979 las FFAA egipcias son las mayores beneficiadas de la ayuda bilateral de EEUU por algo más de 70.000 millones de dólares, según el senado de EEUU.

Después de recibir casi todo el presupuesto para el 2013, 1.300 millones de dólares de 1.500 por parte de EEUU, decidieron dar un ultimátum a Morsi, ultimátum que dio resultado para que el todo poderoso ministro de defensa Abdel Fath al Sisi, nombrara un gobierno de transición.

Los 1300 millones de dólares entregados son el presupuesto para el 2013, financian el 80% de las compras militares, sin embargo, esto es solo una parte porque el pentágono financia con la Lokheed Martin un préstamo por 20 casas F16, de estos, 4 aviones ya fueron entregados en enero, según el Senado estadounidense desde 1980 más de 220 F16 están en manos de los egipcios entre otros equipos de combate.

Así, es muy poco lo que pueden hacer los seguidores de los Hermanos Musulmanes excepto poner los muertos en las protestas, por ahora, nadie hace caso al primer ministro Adili Marsur colocado por el títere de Washington, general al Sisi.

La primavera árabe que empezó en Túnez contra el presidente Ben Ali, continúo en Argelia, siguió en Libia con una guerra civil para destronar a Gaddafi, asesinado hace 2 años, el gobierno de transición continua y las tribus armadas se pelean por los dólares del petróleo, después, la primavera árabe continua en Egipto; hace dos años salto a Siria con los mismos combatientes de Libia, hoy, como mercenarios asalariados de Arabia Saudita y Qatar, para derrocar vivo o muerto a Bashar al Asad, guerra civil provoca ya, más de 100.000 muertos y 4 millones de desplazados.

En Yemen, las protestas dieron lugar a un acuerdo negociado sin que exista una Constitución porque la CIA todavía no la redacta; en Bahrein la monarquía ofreció reformas sin que se sepa si el pueblo la conoce o no, algo parecido ocurre con los egipcios acostumbrados a no tener un poder legislativo, pero, eso no es lo importante de la primavera árabe.

Lo importante de la primavera árabe en esos lugares era asegurar las rutas comerciales y las del petroleó por el Canal de Suez y el Golfo Pérsico en el estrecho de Ormuz, a pesar de los 420.000 soldados iraníes y su tecnología mis listica de hasta 3.000 kilómetros de alcance, suficiente para llegar a Israel y a las centrales de producción petrolera saudis.

Washington ordeno detener las protestas de los Hermanos Musulmanes y lo hicieron con más de 55 muertos y 400 heridos en nombre de la reconciliación nacional sugeridas por el todopoderoso general Abdel Fatah al Sisi quien suspendió la Constitución, clausuro medios de comunicación, encarcelo a los hermanos y reprimió con dureza en una típica operación de la CIA antes, durante y después del golpe.

Una Constitución redactada para el pueblo es una quimera en Egipto, ese pueblo no conoce lo que es un sistema parlamentario que los pueda representar con sus diferentes facciones, porque siempre, gobernando atrás de Mubarak, estuvieron las FFAA y la CIA, y desde la firma de la paz con Israel, el poder es subordinado a los EEUU; país que les sugiere que todos los poderes se concentren en un títere hasta que este les sirva.

La agencia de inteligencia aprovecha los altos niveles de división y conflictividad de la sociedad egipcia para que nunca se pueda concretar un Parlamento capaz de consolidar las diferentes facciones para una convivencia pacífica que enrumbe al país al desarrollo integral. La unidad es lo que menos le importa a la política exterior de EEUU, una unión o unidad en la sociedad o en las regiones como cultura política no le interesa para nada a Washington.

La democracia estadounidense no es una cultura de respeto, de vida en sociedad que imprime la libre difusión de ideas y criticas al sistema globalizado, eso no es permitido por la política exterior de Washington, para evitarlo están Israel, Colombia, México, Corea del Sur, la Unión Europea, Japón e Inglaterra, en todos estos países o en la mayoría de ellos se ha provocado con cualquier excusa conflagración dividiendo a la sociedad para colocar presidentes títeres.



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Raul Crespo


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