El Proceso en peligro. La conspiración se acentúa en occidente y nadie dice nada

Vivir como burócrata quinto republicano en Caracas es el símil de un aislamiento, en este caso en lo político y en lo económico, principalmente. Debemos hacer la excepción de nuestro presidente que trabaja excesivas horas y recorre el país haciendo contraloría a su estilo. En la Gran Caracas no hay cortes programados de electricidad por razones que no vamos a discutir, siendo fundamental la razón de la sede del gobierno nacional. Muy bien. En los demás estados sí hay cortes sistemáticos del fluido eléctrico para evitar un colapso en la generación eléctrica del Guri y eso es perfectamente comprensible. Estoy convencido que no se consultó suficientemente a expertos en la materia para tratar de aliviar, en lo posible, malestar en la población. No voy a comentar al respecto pues sería inútil. Pero en los estados occidentales, principalmente en el Zulia, donde la derecha fascista es fuerte y domina el escenario electoral, el malestar es mayúsculo, muy fuerte, y los opositores disociados están aprovechando ese “lomito” para socavar aún más la credibilidad efectiva del gobierno bolivariano. A nadie le agrada un corte de luz, a nadie y el que lo diga es un idiota fanático. Los afectos al proceso bolivariano asumimos el sacrificio de nuestro bienestar porque comprendemos la situación crítica que se vive por la sequía que nos golpea. Pero debemos entender que en la segunda circunscripción electoral del país (Zulia) la contrarevolución nos ha ganado casi siempre, con la excepción del referendo del año 2004. Por esos lares se compran conciencias, se regala mucho dinero para que los ingenuos voten por el difunto político Manuel Rosales y sus secuaces. Rosales está ausente pero sigue manejando sus hilos desde el exterior.

En el municipio Maracaibo, el más caudaloso en votos, la campaña contra Chávez y su proyecto es feroz. Cada vez que ocurre el apagón respectivo comienzan las maldiciones y similares improperios para descalificar. Aquí los escuálidos disociados no ahorran energía, ellos encienden los aparatos de aire acondicionada 2 y 3 horas antes del corte para refrescar sus casas y, por ende, consumen más. Por otra parte, en el sector alimentación también nos están dando un golpe con el desabastecimiento sistemático, apoyados especialmente en la etnia wayú que se llevan los alimentos para Colombia y, junto con algunos arijunas, los revenden por el triple de su precio en el mercado Las Pulgas, las Playitas y otros de mucha importancia. Los goajiros hacen colas en los supermercados de la ciudad apenas se enteran que llegó la leche, la harina Pan, el aceite de comer y el arroz. Se van de un supermercado a otro y, como la marabunta, acaban con todo. Los que necesitamos una botellita del aceite o un paquete leche o arroz nos quedamos mirando lejos. ¿Y qué hace la autoridad para evitar ese golpe suave y prolongado? Nada. Es por eso que en esos sitios oímos a los opositores invocando maldiciones y muy molestos (o sea, arrechos) porque llegaron tarde y no pudieron comprar lo que por derecho les pertenece. Los wayú tienen derecho a comprar sus alimentos básicos pero no tienen derecho a revenderlos groseramente. Los mercales también fueron apropiados por dicha etnia y es muy poco lo que podemos comprar si es que nos alcanza la cola que se hace para poder entrar. ¿Esto es justo? ¿Quien gana y quien pierde con este desorden? Por otro lado, la empresa Polar provee a sus clientes con cantidades muy limitadas para causar malestar en la población y eso debe ser atacado con firmeza. Hay un silencio cómplice en Indepabis. Como extrañamos a Samán.

Los cortes de electricidad deberían ser hasta las siete (7) de la noche pues el horario de 7 a 9 es el más odioso y el que más mentadas de madre le acomoda a Chávez. Vivimos además una inseguridad que campea sin que la autoridad nacional haga algo significativo y los opositores le echan la culpa al gobierno por no detener tantos atracos y muertes. ¿Por qué el ministro El Aissami no se pronuncia al respecto? ¿Por qué en Miraflores no voltean la mirada para el occidente?. Estamos en año electoral crucial para las aspiraciones de controlar la mayoría de la Asamblea Nacional y alguien debe hablar con el presidente y detener este apagón de votos que en occidente se cuece diariamente. ¿Dónde están los diputados zulianos, por ejemplo? ¿Qué hacen esos burócratas por el estado que representan? Hagan algo, burgueses, hagan algo pues el pueblo los recordará el venidero 26-S.


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Efraín José Granadillo


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