Construyamos una conciencia de clase

Los pobres son feos y huelen mal...

Todos concordamos en que la publicidad que hemos visto durante nuestra vida está repleta de gente bella y por supuesto de cosas bellas. Pero algunos de nosotros nunca hemos hecho una reflexión consciente sobre LA BELLEZA. Por ejemplo, ¿por qué nadie en las propagandas se parece a mi o a mi familia o a mis amigos?. Y la conclusión es: porque ni yo, ni mi familia ni mis amigos somos bellos. Porque es que en esas propagandas la gente es bella, porque “tiene el cabello rubio, los ojos rubios y los dientes rubios, como Troy Donahue”. Y es que LA BELLEZA es una de las ideas platónicas, creadas para convencernos de que la manera que tienen las clases dominantes de describir sus formas es la única que vale.

Lo que pasa con LA BONDAD es tal vez aún peor. Porque la discusión estética es hasta cierto punto accesoria; pero ya la ética tiene connotaciones sustantivas. En el primer semestre de mi vida universitaria, una de mis grandes amigas de la época dijo de un profesor: “es que ese cojo es malo, porque toda la gente que tiene defectos físicos es mala.” Y es que mientras los medios te dicen lo que es bonito, la escuela, las leyes y la iglesia te dicen que lo que no es como ellos es malo o tiende a ello. Es por eso que tenemos la idea de que los enfermos, los viejos, los gordos, los negros, los pobres son feos, huelen mal y por tanto, son malos. Y es por eso que somos tan críticos con nosotros y tan permisivos con los ricos, sean gentes o países, porque en el fondo creemos que ellos, que no son negros son buenos y nosotros, que no somos ellos, somos malos. Y es por eso que llamamos a nuestro pelo rizado, “pelo malo”, a lo que por cierto, yo siempre contesto lo que en mi niñez me decía un tío: “pelo malo, el que se cae”.

Y todo eso es la IDEOLOGÍA, que es el mayor obstáculo para la formación de la conciencia de clase, que es uno de los factores más importantes para el surgimiento del hombre nuevo. Pronto en la vida comprendí que ser alegre no era un defecto, sino una virtud; que la flojera no es una característica nuestra, porque los pobres tenemos que salir todos los días a buscar la comida, sino característica de los ricos, que no tienen que despertarse temprano, porque en sus casas y en sus empresas siempre hay pobres que hagan todo el trabajo; que “black is beautiful”, no porque sea una gran consigna del Black Power, sino porque es verdad, tal como son bellos los indios y los amarilos y todos los seres humanos por la diversidad; que más sabe el diablo por viejo que por diablo; que ser gordito es una condición genética, tanto como ser alto o como ser rubio y que solo los excesos capitalistas son poco sanos. Y sobre todo, que lo que es verdaderamente MALO ES LA POBREZA; pero no porque los pobres sean feos sino porque la pobreza es una consecuencia de la riqueza, que es consecuencia de la injusticia, que es consecuencia del egoísmo humano, que es lo que al fin y al cabo es malo en realidad. Porque si las riquezas del mundo estuvieran justamente repartidas, todos tendríamos simplemente “lo que tenemos que tener”, como sabiamente dijo Guillén.

Y para lograr eso hay que dejar categóricamente establecido que la IDEOLOGÍA es FALSA CONCIENCIA y que no una hay ideología del capitalismo y una de la Revolución. Solo hay IDEOLOGÍA, que es la manera que tiene el poder de sostenerse sin tener que usar los aparatos represivos del Estado. Y la Ideología se combate con Conciencia, con Conciencia de Clase, Conciencia de Clase Desposeída, Conciencia de Clase Excluida. Y la formación de la Conciencia de Clase es una labor diaria de todos y cada uno de los revolucionarios para con nosotros mismos y para con nuestros semejantes.

PATRIA SOCIALISTA, VENCEREMOS

mohighpear@yahoo.com


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