Ambiciones socialistas

Explorando las revoluciones armadas, estas recorren un duro camino que implica la vida, con formulas incorporadas sobre la marcha, para sobrevivir, con el ajuste paulatino de las innovaciones ideológicas formando un verdadero espíritu de cuerpo traducido en la cooperación, la disciplina y en el convencimiento que lo que se está haciendo ayuda a una conciencia revolucionaria.

Las revoluciones actuales, “pacíficas”, absorben una variedad de ideologías igual que las utopías de compensación que justifican en términos revolucionarios, las justificaciones infiltradas, permiten descubrir la falsedad y la falta de contenido ético, de las revoluciones de orden económico, encadenadas en consecuencia a la evolución del capitalismo. Surge como una consecuencia de la articulación económica dependiente, no como fruto de una revolución predominantemente convencida, que permite ver que esta sociedad no parió la necesidad del socialismo.

La suposición equivocada, suposición de que un pueblo suficientemente maduro adoptaría sobre la marcha, la necesidad de una ideología de izquierda, cuya convicción constituya la necesidad de un cambio político social. La utilización de dinero de manera exclusiva, deteriora la convicción socialista y pronto necesita de un crecimiento revolucionario y de un urgente desarrollo socialista, situación esta, atrayente para los trabajadores asalariaos, no para los trabajadores informales que opinan: “si no trabajo no como”, son los que están faltos de conocimiento ideológico, por lo tanto es una masa de seis millones de personas susceptibles de influencia política. Es este, el sector indiferente que ve en sus ciudades como el discurso de Chávez es uno, haya en Caracas, y otra la realidad con los gobernadores, alcaldes y diputados en los estados y ciudades.

A si las revoluciones y sus ventajas prevalecen hasta el momento en que la naturaleza del proceso se revela, surgen evaluaciones críticas, realistas, fundadas en las necesidades e intereses insatisfechos de la población. Las decepciones y frustraciones coinciden con el referéndum, los movimientos sociales aglutinados en marchas que nada dicen, en América latina, históricamente así se demuestra. Producen el desenmascaramiento ejecutivo con los intereses revolucionarios, desencadenando reacciones políticas que terminan en ambiciones socialistas.

Por otra parte, la aspiraciones del pueblo, basadas en las promesas revolucionarias, estimulan a las masas a fijar sus intereses, necesidades y expectativas que regulan y condicionan la entrega del poder a los concejos comunales, en el caso de Venezuela o poder popular en la ideología socialista.

En este contexto el pueblo capta el atraso, más perceptivamente que cognitivamente, como un estado revolucionario deseable e indeseable. Sus relaciones sujetas al paternalismo del gobierno así como el conformismo del pueblo no asalariado, producen una ambición socialista por parte del gobierno para cumplir a la masa, este estará con el gobierno en la medida que dependa del gobierno. Las relaciones socioeconómicas revolucionaras con la sociedad, es una relación de conflicto de intereses, para realizarse dentro de la ideología de izquierda, el pueblo necesitaría condiciones, solo posibles mediante la eliminación simultánea de la dependencia. Por ello, sus confusas percepciones revolucionarias no favorecen el paso al socialismo, utilizando el convencimiento que da el conocimiento. Y se lo hace por medio del partido unido y la reforma constitucional que son ambiciones socialistas.

Muy pocas son las personas que enfocan sistemáticamente, conscientemente. lo que está pasando, en particular si el socialismo económico podrá resolver las condiciones culturales de dependencia y explotación en la que se encuentran los pueblos latinos. Las ideologías y utopías se forman y crecen cumpliendo las funciones, al orientar comportamientos inspirados en expectativas de revolución dentro de una revolución, también este es una ambición revolucionaria. Esto ocurre, porque la incorporación de la ambición social es invisible, necesaria, inflexible e impostergable, ignorando los lazos de dependencia que los liga a la cultura y a sus hábitos. Pero se cae en un vacío ideológico, el cual pone en juego su propia disolución.

Solo la revolución contra la revolución negará al mismo tiempo, la dependencia del subdesarrollo que produce el capital. El asunto, tácticamente importante es saber en qué momento hacerlo. Estas nuevas revoluciones no tienen archivo para consultar, lo único claro, la puerta abierta a la superación de la explotación neoliberal es la revolución bolivariana socialista.

rcpuma061@yahoo.com





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Raúl Crespo


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