El actual asedio económico, político, militar y cognitivo, del Imperio Hegemónico EE. UU en declive, nos invita nuevamente a tomar la senda liberadora de Nuestros Simones, Simón Bolívar, su compromiso militar, geopolítico y ético moral de ser liberador, ni descubridor, ni conquistador; Simón Rodríguez, el incansable e inalcanzable Samuel Robinson: "...o inventamos o erramos".
En un mundo donde las potencias del Norte Global, utilizan la salud como instrumento de control, condicionamiento y dominación geopolítica, Venezuela enfrenta el desafío histórico de construir una soberanía sanitaria integral, capaz de resistir sanciones, bloqueos y modelos hegemónicos que reducen lo humano a simple mercancía. La pregunta es urgente y necesaria: ¿Cómo garantizar salud y vida digna en medio del asedio imperial?
La respuesta no se limita a producir medicamentos o abastecer hospitales. Se trata de algo mucho más profundo: liberar los territorios mentales, corporales y geográficos, transformar la institucionalidad pública, reconstruir el tejido espiritual de nuestros pueblos originarios y fortalecer la capacidad productiva, todo ello en articulación con las 7 Transformaciones del Plan de la Patria 2025–2031, concebidas como una estrategia multidimensional, cuyo centro es la dignidad y el desarrollo del ser humano (artículo 3 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela), para avanzar hacia la independencia plena y la construcción de un Estado democrático, social, comunal, de derecho y justicia
Este enfoque se inspira no solo en la tradición emancipadora y liberadora Nuestraméricana, sino también en las culturas milenarias asiáticas: china, vietnamita y coreana del norte, pueblos que, pese a invasiones, guerras, bloqueos y presiones imperiales, lograron sostener modelos propios de salud, ciencia y desarrollo, fusionando ancestralidad, organización popular y tecnología autóctona de punta.
Del territorio geográfico al territorio mental: el punto de partida de toda soberanía
Todo proyecto de liberación comienza por la conciencia, la subjetividad del ser. Las 7 Transformaciones insisten en que la revolución venezolana solo puede avanzar, si el pueblo desarrolla autonomía cognitiva y política, pensamiento crítico y una visión estratégica del país.
La salud pública tradicional occidental, funcional al mercado, al Big Pharma y a la mirada biomédica fragmentaria, opera sobre un territorio mental colonizado y colonializado: sujetos colectivos e históricos reducidos a cuerpos y seres biológicos, enfermedades aisladas y descontextualizadas de su determinación social, pacientes convertidos en "usuarios" de un sistema público nacional de salud, de la enfermología pública deshumanizada, consumidor de medicamentos y donde el sistema no le garantiza políticas públicas, planes, programas y proyectos de salud terriorializados, que privilegien la promoción de la vida y la salud, fortaleciendo los procesos territoriales favorables a las mismas y la prevención de procesos territoriales nocivos a la vida, la salud y la naturaleza.
La salud colectiva decolonial propone un giro y salto epistemológico: a) el ser humano como totalidad cuerpo-mente-espíritu-cuidados integrales, b) la vida y la salud como relación social e histórica en armonía con la naturaleza, c) la enfermedad como síntoma y cartografía social de desigualdades, injusticias, exclusiones; estilos de vida personales y familiares, modos de vida de convivencia humana y condiciones estructurales que determinan social y territorialmente de que enfermamos y morimos, por lo general, no son causas "naturales" sino sociales, d) el pueblo como productor de saberes y políticas territoriales y territorializadas.
Este territorio mental liberado es la primera línea de soberanía.
El territorio corporal: recuperar el cuerpo como lugar de resistencia
Las culturas milenarias asiáticas han demostrado que un pueblo que domina el conocimiento de su propio cuerpo: energía, nutrición, movimiento, emociones, disciplina, es menos vulnerable a la dependencia farmacológica, económica y cultural.
China, Viet Nam y Corea del Norte integran: a) medicinas tradicionales energéticas, b) prácticas comunitarias preventivas, c) cultivo espiritual y ético, d) encuentro de saberes y conocimientos científicos certificados por la historia y la ciencia e investigación científica avanzada. El resultado es un modelo que combina ancestralidad, biotecnología y organización social.
Venezuela puede apropiarse este enfoque para desarrollar soberanía sanitaria basada en: a) promoción de estilos de vida personales y familiares, modos de vida convivenciales comunitarios y condiciones generales de vida territoriales, b) medicina integrativa con base científica y certificación de saberes originarios y populares c) promoción de calidad de vida y salud, prevención de procesos nocivos, daños y enfermedades territoriales, d) cuidados colectivos integrales institucionales y comunitarios como práctica política cotidiana en los territorios de salud.
Un cuerpo con consciencia crítica es un cuerpo menos subalternizado e inferiorizado.
El territorio geográfico: salud con sentido de Patria
La salud no se construye desde un escritorio ministerial, viceministerial, burocrático desde Caracas, a través de "ordenes de operaciones", sino desde el territorio geográfico vivo y transformado, allí donde el pueblo trabaja, sueña, lucha y crea. Las 7 Transformaciones impulsan un Estado democrático comunal, popular, productivo, de derecho y justicia, donde cada territorio fortalece sus capacidades y vocaciones propias: a) cultivo de plantas medicinales, b) producción farmacéutica territorializada, c) sistemas de salud territoriales: Cartografiados por el pueblo, quien es quien mejor conoce el territorio donde convive, con sus salas situacionales y sus sistemas de monitoreo estratégico epidemiológico corresponsable: pueblo/institucionalidad pública de salud territorial, d) circuitos productivos de alimentos saludables, e) tecnologías autóctonas soberanas y apropiadas al territorio. La soberanía sanitaria nace de la geografía concreta, no del modelo pensado desde un escritorio en Caracas o de un modelo importado, que reproduce, lo que dice criticar, en lugar de fomentar el cambio y transformación de realidad territoriales injustas, desiguales y excluyentes.
Burlar el asedio imperial: la salud como campo de disputa geopolítica
Estados Unidos emplea medidas coercitivas unilaterales, conocidas popularmente como "sanciones", bloqueo financiero, restricción de insumos y control sobre las cadenas globales de medicamentos. como tácticas para debilitar economías y provocar colapso social.
China, Viet Nam, Corea del Norte ya vivieron y superaron estrategias similares, nuestra querida Cuba resiste aún después de más de 60 años de asedio, con dignidad y re-existencia: a) guerras químicas y biológicas, b) bloqueos comerciales, c) aislamiento científico, d) campañas de desinformación, e) intentos de cambio de Gobierno por la fuerza.
¿Cómo lo lograron las culturas asiáticas?, a) independencia productiva, incluso en condiciones adversas, b) unidad política y ética colectiva. c) movilización del poder popular organizado, no cooptado partidistamente, d) desarrollo científico-tecnológico interno, e) protección espiritual y cultural.
El pueblo de Venezuela puede aprender de estos procesos, no para imitarlos, sino para construir un camino propio.
La salud colectiva decolonial: superación del modelo biomédico occidental
La salud colectiva decolonial propone tres rupturas: a) romper con la visión mercantilizada de la vida y salud, b) romper con la dependencia epistemológica del Norte Global, c) romper con la institucionalidad pública burocratizada, que coopta y limita la participación popular. En su lugar, plantear: a) una ciencia situada y comprometida con la vida, la salud y la naturaleza, b) la integración del poder popular a la gestión sanitaria corresponsable y territorial, c) la producción nacional de saberes, d) sistemas de salud construidos y configurados desde lo territorial, que combinen ancestralidad, territorialidad y tecnología, e) políticas de la liberación (Dussel) que colocan al pueblo como protagonista.
No es una propuesta romántica: es una estrategia de supervivencia en tiempos de guerra multidimensional.
Dialéctica pueblo–Estado: potencia y poder para una política de la liberación
Siguiendo a Enrique Dussel, el poder nace del pueblo (potentia), mientras que el Estado constituye su forma organizada (potestas). La soberanía sanitaria solo será real si existe una relación dialéctica en movimiento confrontativo y creativo entre ambos poderes políticos, el constituyente permanente (pueblo) y el constituido (institucionalidad pública), donde el segundo gobierna obedeciendo al primero.
Pueblo como poder constituyente permanente, Potentia: a) comunas y consejos comunales, b) redes de saberes populares, c) organización espiritual y comunitarias, c) equipos corresponsables de promoción de salud como calidad de vida, d) equipos corresponsables de prevención de procesos territoriales nocivos a la vida y la salud, daños y enfermedades e) epidemiología crítica y monitoreo estratégico corresponsable epidemiológico.
Estado como Potestas: a) garantizar derechos humanos y constitucionales, b) planificar nacional, regional y territorialmente, c) recursos d) asegurar infraestructura y mantenimiento preventivo y restitutivo permanentemente de: infraestructuras de salud y equipamiento tecnológico de diagnóstico y terapéutico, e) articular ciencia, tecnología e innovación territorial permanentemente, e) desarrollar políticas públicas de salud y políticas públicas saludables de largo alcance.
Sin pueblo como poder constituyente no hay revolución. Sin Estado no hay proyecto nacional. Solo su unión pueblo/Estado crea soberanía.
Las 7 Transformaciones como columna vertebral de la soberanía sanitaria
El Plan de la Patria 2025–2031 integra la vida, salud y naturaleza en todas sus transformaciones. Su aporte estratégico puede sintetizarse así: Transformación Ética y Espiritual: Reconstruir la subjetividad del pueblo, combatir el colonialismo y la colonialidad mental y cultural, promover valores de solidaridad, salud integral, vida y convivencia comunitaria. Transformación Económica Productiva: Impulsar la industria farmacéutica nacional, biotecnologías autóctonas soberanas y la producción de insumos médicos. Transformación Social: Universalización de los cuidados integrales corresponsables pueblo/Estado, integración del poder popular y modelos comunitarios de salud. Transformación Política: Estado comunal, democracia participativa y gestión participativa y corresponsable de la salud desde el territorio. Transformación Geopolítica: Alianzas estratégicas con China, Vietnam, Corea del Norte, Rusia, Irán y países del Sur Global, para romper la dependencia del Norte Global. Transformación Territorial: Sistemas de salud anclados al territorio, producción agro-ecológica, plantas medicinales y circuitos productivos locales. Transformación Científica-Tecnológica: Innovación soberana, inteligencia artificial reglamentada y supervisada por el Estado, medicina social, biotecnología y formación avanzada.
Estas siete dimensiones ejecutadas y desarrolladas como proyecto civilizatorio decolonial, permiten transitar y transformar una salud sometida, subalternizada e inferiorizada a la enfermología pública, al capital y el mercado, en vida, salud y naturaleza soberana, autónoma y liberadora.
Reflexiones finales
Hacia un proyecto civilizatorio decolonial, para construir y configurar soberanía sanitaria autóctona y autónoma, para logar una geopolítica de paz.
Es un proyecto civilizatorio, un camino de liberación, donde la salud se convierte en expresión del poder popular y del Estado en responsabilidades compartidas en la búsqueda de la paz planetaria.
No es. solo un proyecto intersectorial e interinstitucional.
Venezuela, inspirada en la resistencia milenaria de nuestros pueblos originarios unida a las resistencias milenarias asiáticas, guiada por el pensamiento crítico decolonial y liberador Nuestroaméricano, puede burlar el asedio imperial mediante una estrategia que integre: a) conciencia crítica (territorio mental), b) autodeterminación corporal (territorio del cuerpo), c) territorialidad productiva (geografía viva), d) ciencia autóctona y autónoma, e) espiritualidad popular, f) poder popular constituyente permanente, f) institucionalidad pública en salud y protección social, decolonial, desburocartizada y transformadora.
La soberanía sanitaria decolonial es, en última instancia, la capacidad colectiva e histórica de un pueblo para cuidar la vida, la salud y la naturaleza, producir, pensar y sanar desde sus propias raíces.
Tengamos siempre presente el lapidario pensamiento liberador y decolonial de Nuestro Libertador Simón Bolívar: "Nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza. 1819". "Los Estados Unidos parecen estar destinados por la Providencia a causar miseria en América, en nombre de la libertad. 1829"