El nuevo ciclo del Plan de la Patria 2025–2031 plantea una visión estratégica para Venezuela fundamentada en siete transformaciones estructurales. Estas 7T no solo reafirman los cinco Objetivos Históricos del legado chavista, sino que prometen una ruptura histórica con el Estado colonial burgués heredado y una apuesta por la descolonización y decolonialidad del país, ¿Qué tanto hay de transformación real y qué tanto de retórica vacía?
De manera resumida, la Dimensión Ético Cultural se refiere a: Descolonización, Nuevos códigos de valores, Relación sociedad, Cultura del Trabajo, Solidaridad, Honestidad. Bases para el bolivarianismo: Indigenismo, feminismo, afrodescendencia y Ecosocialismo. La Dimensión Política señala la profundización de la Democracia Popular, participativa, protagónica y corresponsable. La Dimensión Social: Dialéctica Sociedad, Justicia social, Identidad, Ética, Respeto y Solidaridad. Dimensión Económica: Nuevas bases materiales y de financiamiento, lógica y procesos "sostenibles". Dimensión Espacial: Nuevas lógicas espaciales y escalas, para una Arquitectura de la Economía Política, Cultura y Sociedad, para contribuir a la descolonización territorial.
Desde una mirada analítica crítica, nos aproximamos las 7T a partir de tres ejes estratégicos: Político-Ideológico (PI), Científico-Técnico (CT) y Ético-Moral (EM). De su entrecruzamiento surgen espacios estratégicos donde ubicamos las Dimensiones del Plan: Ético-Cultural, Política, Social, Económica y Espacial. Esta arquitectura permite mapear con mayor claridad las intenciones del plan frente a los nudos críticos de nuestra realidad.
Espacio estratégico PI donde ubicamos las Dimenciones Ético Cultural, Política y Espacial, las Transformaciones 2T: Ciudad Humana para el Buen vvir, 3T: Seguridad Ciudadana y Defensa, Unidad e Integración Territorial, 5T Política, 7T: Geopolítica. Geopolítica de la paz. Espacio estratégico CT ubicamos las Dimensiones Ético Culturales, Económica y Espacial, Transformaciones: 1T: Económica, 6T: Ecosocialismo, Ciencia y Tecnología. Espacio estratégico EM: Dimensión Ético Cultural y las 7T: Económica, Ciudad Humana y Buen Vivir, Seguridad Ciudadana y Defensa, Unida e Integración Social, Social, Política, Ecosocialismo, Ciencia y Tecnología, Geopolítica.
La ciudad humana como horizonte de vida
La Segunda Transformación nos habla de construir una "Ciudad Humana para el Buen Vivir". Pero ¿cómo hacerlo sin servicios públicos eficientes y territorializados? El Buen Vivir no es una consigna vacía ni una moda importada, es la cosmovisión ancestral de nuestros pueblos y civilizaciones andinas originarias, centrada en la armonía entre lo humano y la naturaleza.
En este sentido, la consigna de la Vicepresidenta Ejecutiva, "menos escritorio y más territorio", interpela directamente a la gestión pública: se trata de pasar de la retórica a la praxis social transformadora. Un ejemplo alarmante de retroceso fue la desaparición sin explicación del sistema de transporte público TransMaracay, una experiencia que demostró que sí es posible gestionar servicios públicos de calidad. Hoy, su ausencia representa una negación del derecho a la ciudad y del Buen Vivir.
Seguridad ciudadana sin agua ni luz
La Tercera Transformación refiere a la Seguridad Ciudadana, la Defensa y la Integración Territorial. Pero no puede haber seguridad cuando la población vive agobiada por la precariedad de los servicios básicos. ¿Cómo defender un territorio cuando no se garantiza la vida digna en él? La soberanía empieza por el grifo que no gotea y el bombillo que no se apaga intempestivamente.
Lo social: ¿revolución o mercancía de la salud?
La Cuarta Transformación insiste en lograr una sociedad justa y equitativa. Sin embargo, no será posible mientras se mantenga un enfoque de salud pública funcional al mercado, centrado en la enfermedad más que en la vida. La mercantilización de la salud convierte la dolencia y enfermedad en negocio. Para revertir esta lógica, urge formar sanitaristas desde la Salud Colectiva y Decolonial, que comprendan que la salud/enfermedad es un proceso determinado socialmente, no solo un proceso biológico o psicológico.
La Universidad de Ciencias de la Salud Hugo Chávez Frías fue creada para ésto, pero muchas veces su praxis es negada por autoridades que continúan reproduciendo el discurso de la salud pública tradicional de la OMS/OPS, alineado con los intereses del capital global.
Democracia popular, no partidocracia
La Quinta Transformación busca consolidar el Poder Popular y frenar el avance del fascismo. No obstante, el Poder Popular no se decreta ni se impone partidistamente. Se construye con formación política, ética y técnica del pueblo. Aquí es clave repensar el papel de las universidades, especialmente las Politécnicas Territoriales, creadas por la Misión Alma Mater y la Universidad de las Comunas, cuyo encargo social debe estar alineado con la decolonización del pensamiento y la praxis comunitaria como voluntad de vida.
Geopolítica de paz y genocidios silenciados
La Séptima Transformación propone una geopolítica de paz. Pero la dignidad de los pueblos no puede defenderse sin denunciar el genocidio del pueblo palestino, ni sin exigir respeto a las soberanías nacionales ante organismos internacionales como la ONU, OTAN o la OEA. Hoy, asistimos al colapso de la civilización moderna, incapaz de detener el horror. La paz real exige valentía política y ética planetaria.
Entre el sueño y lo concreto
El Plan de la Patria 2025–2031 está lleno de palabras hermosas. Pero el desafío no es solo soñar, sino traducir ese sueño en totalidades concretas. No habrá transformación posible si no desmontamos el "Estado Profundo" que corroe desde adentro al Estado constitucional. Descolonizar decolonializar es también erradicar ese Estado paralelo que bloquea toda posibilidad de liberación.
Finalmente, urge construir una nueva gramática política. Un ejemplo de contradicción semántica que favorece a nuestros adversarios: decir "salud preventiva". La salud no puede ser preventiva porque prevenir implica evitar que algo ocurra. Así, sin querer, negamos la salud. La salud debe afirmarse en su potencia, no en su negación.