Ciudadanía, Subjetividad y Salud Pública

“No soy objetivo porque no soy objeto, soy subjetivo porque soy sujeto”, esta sabia frase dicha por alguien, que desconozco, quiero utilizarla como introducción al tema que quiero tratar hoy, no de manera profunda y exhaustiva, sino más bien panorámica sobre las relaciones, asociaciones y articulaciones que creo existen entre Ciudadanía, Subjetividad y Salud Pública, en nuestro afán por contribuir al debate conceptual e ideológico en la construcción del Ministerio del Poder Popular para la Salud y contribuir así a la realización de la salud como derecho.

En un artículo anterior nos referimos a la construcción de ciudadanía en salud y sostuvimos que los elementos constitutivos de la ciudadanía en salud eran:

1. Identificación con una cultura de vida y salud.
2. Considerar a la salud como un derecho humano y constitucional ligado a la vida.
3. Participación ciudadana como derecho y deber cívico.

Vistos estos tres elementos constitutivos de la ciudadanía en salud, es evidente su relación y asociación con la subjetividad como dialéctica entre singularidad, cultura y valores (derechos humanos y constitucionales)

La subjetividad como otras tantas categorías de uso cotidiano, tienen tal amplitud como escasa precisión.

Acerca de la subjetividad se han referido o realizado estudios, filósofos, científicos sociales, científicos del comportamiento y médicos.

Es por demás evidente, el origen filosófico de la subjetividad, de ahí que los que más han opinado acerca de ella han sido los filósofos.

En sentido general, como la definen en muchos diccionarios, subjetividad “es la propiedad de las percepciones, argumentos y lenguaje basados en el punto de vista del sujeto, y por tanto influidos por su prejuicio particular”.

Para Hegel subjetividad era el deber ser, intereses y finalidad, mientras que para Kierkegaard son percepciones y representaciones.

Protágoras sostenía que “el hombre es la medida de todas las cosas”

Georges Thines y Agnes Lempereur sostienen que subjetividad es: “la conciencia en tanto que interioridad, en oposición a la exterioridad de los objetos e incluso conr relación al cuerpo de un sujeto, en la medida en que se considera que el propio cuerpo está situado en el espacio como un objeto del mundo físico”.

Desde una perspectiva sociológica, Henry Pratt Fairchild se refiere a tres conceptos vinculados: Subjetividad: “lo que es sentido por experiencia íntima, sin posibilidad de comprobarlo directamente por observación o medida”. Valor subjetivo: “Juicio aceptado por personas, grupos o instituciones que surgen del contexto societal y es considerado por él”. Valor objetivo: Juicio aceptado por personas, grupos o instituciones formado y demostrado por el consenso de los competentes”.

Con el desarrollo en el siglo XIX de la Psicología como disciplina científica y de la Psiquiatría como rama de la medicina, todas las experiencias psíquicas, tanto normales como patológicas son consideradas subjetivas.

Los médicos en general, hablan de subjetividad para ratificar un juicio más afectivo que lógico.

Ahora bien, la subjetividad se realiza y requiere de un contexto relacional, de un “otro”, sea este una persona, una institución o una situación, de ahí surge la intersubjetividad en el encuentro con el “otro”, en las sociedades no occidentales de nuestros antepasados aborígenes, en donde no existían ni existen instituciones como las que conocemos en la sociedad occidental actual, se construye una subjetividad en el encuentro con la naturaleza, con el territorio, es una subjetividad situacional.

En la modernidad, con el surgimiento del Estado como institución, la subjetividad se institucionaliza y se “personifica” en la figura del ciudadano.

Ciudadano que con el avance de las ciencias biológicas, las ciencias psicológicas y las ciencias sociales es “científicamente fragmentado” en un ser biopsicosocial, surgiendo el biologicísmo tan arraigado en la práctica médica, el psicologisísmo y sociologisísmo que es el punto central de una ciencia del comportamiento y unas ciencias sociales un tanto burguesas y que convierten al ciudadano y su subjetividad en una entelequia.

La fragmentación del ciudadano y con ello su subjetividad, en tiempos del neoliberalismo, fortaleció tal fragmentación, acentuando el individualismo, el egoísmo y el darwinismo social: ¡Sálvese quien pueda!, ¡Que sobreviva el más apto!, “desciudadanizando” al ciudadano al convertirlo en un consumidor de bienes y servicios, a veces innecesarios.

Es necesario entonces, reconstruir al ciudadano y su subjetividad, en un contexto cultural y dialéctico, donde lo subjetivo es cultura singularizada tanto como cultura subjetivada y objetivada en los productos de la cultura, en las formas de intercambio, relaciones sociales y organización de la producción cultural y social.

En definitiva, la subjetividad es lo inevitable de lo humano y lo inevitable de lo humano son sus necesidades biológicas y espirituales básicas, que como valores humanos universales se transforman en derechos humanos, haciendo de éstos últimos, una fuente inagotable de ciudadanía que rehumaniza al Estado, como garante de derechos y entre ellos el derecho a la salud, a toda la ciudadanía, convirtiendo en un Estado de justicia social y derecho, y a nuestra democracia en participativa y protagónica.

Siendo la salud para los venezolanos y venezolanas un derecho humano asociado a la vida, y un deber cívico consagrado en nuestra Constitución Bolivariana, que obliga al Estado Venezolano a garantizar una salud pública de calidad, oportuna y de alta capacidad resolutiva, se hace evidente la relación y articulación entre Ciudadanía, Subjetividad y Salud Pública, camino que hemos iniciado, pero, aún falta mucho por hacer.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 6981 veces.



Pedro Alcalá Afanador

Doctor en Ciencias Gerenciales - Doctor en Ciencias Sociales - Especialista en Salud Pública - Psiquiatra - Médico Cirujano

 alcalaafanadorp@gmail.com      @alcalaafanadorp

Visite el perfil de Pedro Alcalá Afanador para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: