La estabilidad política venezolana es envidiable por la región

En la actualidad el país goza de una estabilidad política interna envidiable incluso por otros países del continente americano. La situación en Estados Unidos es implosiva, en Colombia se está agudizando el conflicto entre el gobierno y la guerrilla, en Ecuador hay tensión entre el parlamento y el Ejecutivo Nacional, en Bolivia sigue la inestabilidad debido a que la presidenta llegó por medio de un golpe de Estado.

En fin, Venezuela goza de una situación envidiable si lo comparamos con el resto de la región. Y está demostrado que la estabilidad política es el escenario ideal para que mejore la economía.

La estabilidad política es garantía que los mercados se estabilicen: el mercado de bienes y servicios, el de valores, de crédito, el mercado monetario, el cambiario y sobre todo, el mercado laboral. Si ha estabilidad política puede planificarse, ejecutarse e impulsar procesos productivos de cara hacer crecer el producto interno bruto (PIB).

Pueden hacérseles seguimientos e impulsar algunas fuerzas del mercado, valga decir, que el sistema económico pueda hacer visibles algunas limitaciones y fallas estructurales que afectan su libre desenvolvimiento. Que el Estado como gestor del bien común juegue su papel de orientador, coordinador, promotor y regular de las actividades económicas. Pero cuando ocurre una anarquía económica como ocurría hace un año atrás, era difícil para el gobierno fijar estrategias consonas con el interés nacional.

Porque digo esto, porque en una sociedad democrática como la nuestra, donde impera el Estado de derecho y de Justicia, el gobierno debe garantizar el cumplimiento de las reglas de juego. Que imponga el rol o papel tutelar del Estado para proteger a las personas o grupos vulnerables o necesitados: en materia de legislación laboral, seguridad social, asistencia pública, en su preocupación por defender el empleo, y en promover la participación popular y de emprendimiento de la sociedad, para ayudar a superar los males comunes, que afectan a todos por iguales.

En fin, a pocos meses de un proceso electoral tan importante que son las parlamentarias, en esta fase decisiva para la sociedad venezolana, el Estado debe garantizar la tranquilidad, la paz, la armonía en la economía. Debe garantizar el orden en el sistema político como lo tenemos en la actualidad.

Su acción es indispensable para garantizar que la economía cumpla sus ciclos, que dirija una política fiscal y crediticia acorde con las necesidades empresariales y de los emprendedores, así como una política laboral que resarza el daño infringido al salario por parte de los especuladores cambiarios y manipuladores de precios. Que el sistema monetario se estabilice y que el mercado cambiario no se vuelva volátil como ocurría hace un año atrás y que, en estos últimos días, lo hemos visto desestabilizado nuevamente.

Eso es lo que piden los empresarios y trabajadores formales e informales patriotas, los que quieren producir riquezas para la patria, los que aman esta tierra bendita que se llama Venezuela.



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Andrés Giussepe

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

 agiussepe@gmail.com

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