Buscando afuera lo que está dentro

Cuando los defensores (a ultranza) del gobierno comienzan a reaccionar con tanta vehemencia: …"Si aquí gobernaran los gringos -como en tiempos de luis herrera, por ejemplo-. Tú ni siquiera podrías escribir esas cosas que escribes en esa porquería llamada aporrea" –nos escribe uno que defiende al gobierno de gente como uno- constatamos la creciente intolerancia con los críticos. Esto tiene su razón de ser en la falta de argumentos serios para defenderlo; o en la ignorancia, o en el miedo para ver sus contradicciones. Ya el chantaje de que "ésta es una revolución amenazada" no sirve de argumento para condenar la crítica, cuando es el mismo gobierno quien se enreda en esas amenazas, el que alimenta las mismas amenazas del enemigo durmiendo con él. …La impotencia desespera.

El capitalismo conspira para volver a tener el control sobre todos los recursos naturales del país y el control político. Para liberar los precios, para liberar toda la economía de controles, para hacer de las suyas con plena libertad. Mientras tanto socaba a la revolución moralmente desde adentro. Corrompe la moral haciendo de todo una mercancía, incluyendo la conciencia. Desarmando a la revolución de ideas, de principios. Obligando al gobierno a pensar como ellos. A creer en lo que ellos son y ellos hacen, a pesar de los discursos.

Venezuela no necesitaba asociarse con la empresa privada capitalista para desarrollar las fuerzas productivas. No había necesidad de darle la mano al capitalismo. Eso desmoralizó a la población. Eso confunde aún a la población ¿Cómo puede ser posible una revolución socialista apoyando al capitalismo? ¿Cómo es posible moralizar a la población a realazos?, ¿…Poner como modelos del esfuerzo y el trabajo a los capitalistas y al capitalismo? ¿…Desbaratar los esfuerzos de Chávez por educar a la población para que no fuera indiferente frente a la injusticia de la desigualdad, para que resistiera a la flojera y luchara contra la ignorancia, o en lo material deshacer lo hecho con las empresas socialistas, descalificándolas, desprestigiándolas, abandonándolas, regresándolas a sus antiguos dueños?

Así no se hace la revolución socialista. La revolución se hace, dice Fidel, con más revolución. El sacrificio de los líderes debe ser el modelo moral para la población. La rectitud en sus principios, modelos en el trabajo, modelos en el estudio. El líder debe ser el más honesto. No debe mentir. Si tu mientes, a pocos engañas y enseñas a mentir, así de simple. El daño que ha hecho en la población la mentira (el caso del Plan de la patria adulterado en uno importante) nada tiene que ver con el valor del engaño sino con la perdida de la verdad, de la fe, en el corazón de la gente. La gente no se engaña, pero aprende a mentir, comienza a no creer y termina no creyendo en nada. Donde nada vale, vale todo.

Es doloroso saber esto. Nadie puede complacerse en saber esto, pero es necesario, para poder avanzar, pararse sobre la tierra, ver y sentir la realidad, con todo el dolor que produce el desengaño. Buscar culpables fuera es síntoma de cansancio moral, el abandono temprano de la pelea. Es importante para poder pelear saber que somos los únicos responsables de las victorias y fracasos. Así como en nuestro lado hay un Plan, o debe haber un Plan de acción, el enemigo tiene el suyo. Y nos corresponde conocerlo, precavernos de él. No podemos vivir sorprendiéndonos por la maldad de nuestros enemigos. Y si nos "sorprende" con su maldad el único cupable de eso es el sorprendido boquiabierto. Sin embargo, hay gente que se auto-engaña con facilidad. Que se resiste a creer que está haciendo mal las cosas . Cuando los resultados son adversos, como fue el caso de las elecciones del 6 D, prefiere culpar al otro. Pero no se puede hacer o deshacer sin pagar las consecuencias, como si fuéramos solos en el mundo.

Por eso vale decir que el deber de un revolucionario es hacer la revolución y no perderse en coqueteos con el capitalismo. Y hacer la revolución es estar conscientes, actuar con conciencia de todo lo que se hace, para no ser sorprendidos por el enemigo. El capitalismo está más que claro en sus objetivos, por eso los revolucionarios socialistas debemos estar igualmente claros con los nuestros. No desviarnos de la estrategia, no buscar atajos capitalistas y después lamentarnos porque nos meten zancadillas.

El ser demasiados reactivos nos resiente. Vivir a la defensiva nos resiente y comenzamos a ver enemigos en todas partes, cuando el verdadero y más agresivo lo llevamos dentro. Ahora crece la opinión entre los defensores a ultranza de todo lo que hace el gobierno que el enemigo está en Aporrea, por ejemplo. Más adelante comenzarán a oír voces. El asunto es que esa locura es lo que motiva la persecución fascista, la cual pueden compartir con la derecha estos personajes evasivos, obsesionados con el engaño y auto engaño.

Yo digo como dice Amaranta Rojas que el capitalismo tiene su Plan, muy claro, muy definido, muy conocido. Es el deber del gobierno y de todos nosotros que lo conozcamos bien para no confundirlo con el nuestro. Porque, si se trata del mismo Plan, es decir, si el nuestro se parece al Plan de ellos ¿Para vamos qué pelear? Ellos son mejores capitalistas que nosotros.

Ahora, si nuestro Plan es socialista, debemos saber qué reacción esperar por su parte, la reacción de los capitalistas, para que no nos cojan boquiabiertos. El enemigo, hasta donde entiendo, es el capitalismo, no la crítica, no es Aporrea. Ahora, que el capitalismo haya alcanzado el corazón mismo del gobierno, no es culpa de la crítica ni de los críticos, es simplemente una realidad, que socaba a la revolución en silencio, entre gritos y discursos, porque lo que no se tolera afuera se está tolerando dentro, haciéndose los locos, disimulando como si no se les notara.

Y cuando son pillados en el disimulo empieza la persecución. A buscar traidores por todas partes, cuando son ellos mismos los que se traicionan, traicionan sus principios y al mismo pueblo que creyó en ellos. Lamentablemente el pueblo chavista los castiga de la única manera que sabe hacerlo, con el voto, y luego el gobierno lo culpa de su derrota. ...¿Cómo pueden hallar la verdad así, buscando afuera lo que está dentro?

hecto.baiz@gmail.com

 

 

 

 

 



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Héctor Baiz

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