Un retazo de la historia política de Venezuela

La vida efímera de aquella Carta Magna del año 1947, no le resta, de manera alguna, la importancia política y social a sus preceptos. El presidente de la República, los parlamentarios nacionales, de los estados y los ediles deberían ser electos bajo el sistema de primer grado. Se optó por las elecciones mediante el voto universal, directo y secreto. No era necesario saber leer y escribir para ejercer el sufragio y se precisa la condición del votante a partir de los 18 años. También se establece, por vez primera, derechos fundamentales sobre la familia, la salud, la seguridad social, la educación, el trabajo y la economía. La democracia liberal asoma sus primeros pasos.

Aquellas elecciones de diciembre del mismo año se llevaron a cabo sin vicisitudes pero “el clima político nacional continúa mostrando tonalidades de violencia y de oscuras amenazas” Tres candidatos participarían en la contienda: Rómulo Gallegos por Acción Democrática, Rafael Caldera por COPEI y Gustavo Machado por el Partido Comunista de Venezuela. Social demócratas, social cristianos y comunistas estaban en el ruedo.

“El 6 de enero de 1948, el Consejo Supremo Electoral declaro Presidente Constitucional de la Republica para el periodo 1948=1952 a Rómulo Gallegos,…quien obtuvo 871.752 votos contra 264.204 votos de Rafael Caldera…y 36.564 votos que alcanzo Gustavo Machado…”. Este ultimo logro un mayor número de votos en el Zulia, Caldera en el Táchira y Gallegos en Caracas. Un millón 183.764 fueron el total de electores.

El Salón Elíptico del Capitolio Nacional fue testigo de la entrega de un presidente a otro de las llaves tanto del sarcófago donde están las cenizas del Libertador como las del arca en el cual se guarda las actas del parlamento. Un adeco presidente nacido de un golpe de Estado contra Medina Angarita, el 18 de octubre de 1945, le entrega el poder a otro adeco que arriba al poder por elecciones de primer grado, realizadas el 14 diciembre de 1947. Gallegos habla de su disposición “de atenerse estrictamente al cumplimiento del deber”. Pero su gabinete ejecutivo no sería distinto al de Betancourt, salvo algunos gobernadores. Quizás el cambio más significativo fue el incorporar al poeta Andrés Eloy Blanco como titular de las Relaciones Exteriores. El continuismo de los golpistas adecos ahora se vestía de votos.

Un día del Señor fue la toma de posesión. Hasta militares de Estados Unidos, Colombia, Guatemala, Holanda e Inglaterra desfilaron ante el nuevo presidente. Los intelectuales de muchas partes del mundo que asistieron e hicieron entrega a Gallegos de una declaración ante la cual afirmo: “Espero que Santos Luzardo venza al fin a Doña Bárbara”. La oposición cataloga aquella toma de posesión como de una coronación. Los militares presionaban para que el gobierno fuese conformado por independientes y militares. Junto a los confusos rumores de las supuestos diferencias entre Gallegos y Betancourt, también se afirmaba que los desordenes eran promovidos por los copeyanos y los uniformados. Entre febrero a noviembre de 1948 duraría el gobierno de Gallegos. “El 12 de noviembre, el caricaturista Raman, Rafael Alfonzo Guzmán, publica en la primera pagina del El Grafico una caricatura que va a ser contunde y expresaría la situación política de entonces: de un frondoso árbol cuelga un mango que tiene pintadas las iniciales de Acción Democrática y debajo la leyenda: “Como mango maduro…”Aquellos rumores de un pliego de peticiones por parte de los militares se concretaría el 19 de noviembre. Su Ministro de la Defensa Delgado Chalbaud y los comandantes Pérez Jiménez y Llovera Páez se reunirían con el presidente. Exigían su desvinculación con AD y la expulsión de Betancourt, así como la prohibición de regreso al país y remoción de dos de sus compañeros de armas. En aquella entrevista histórica la suerte estaba echada como bien lo afirmaría el mismo Gallegos. Ni su reunión con Truman impidió su derrocamiento. El 24 de noviembre de 1948 Rómulo Gallegos y sus ministros pasaron a ser presos políticos.

La Junta Militar de Gobierno arguye, entre paradojas, que aun reconociendo la pureza de las elecciones del 47 y los principios progresistas de aquella Carta Magna, Acción Democrática había capitalizado para ella los votos para beneficio exclusivo y la misma ley fundamental tiene vicios encaminados al ejercicio abusivo del poder. Había aparecido el gendarme necesario. Una extraña forma de dualidad constitucional comienza en el país.

La fuerza de la prepotencia militar como únicos electores, ahora de nueva estirpe, parecen seguir la heredad militar post gomecista. El 5 de diciembre de ese año Gallegos dice: salgo expulsado del país por las Fuerzas Armadas”. La Habana seria su destino. Pero también advierte “…que paralelo al antagonismo entre el poder civil y el poderío militar que tiene en Venezuela carácter histórico, venia desarrollándose y acentuándose el que se planteaba entre tenedores de las fuerzas económicas más poderosas del país, sin sensibilidad social…” AD quedaría degollada y URD, COPEI y el PCV gozarían de una mediana legalidad. El brazo obrero de los adecos, la CTV, también es disuelta. Ex ministros y ex parlamentarios pasan de ser presos políticos a exiliados políticos. La libertad de pensamiento y de reunión seria reglamentada.

Se inicia la década de los años cincuenta, la orden era regresar clandestinamente al país. La agitación comienza y el humor propina sus dardos políticos y contundentes. La Junta Militar es satirizada con el nombre de una manteca: los tres cochinitos. “gravemente irrespetuoso para las Supremas Autoridades de la República”. El gobierno arremete contra Tribuna Popular y El Nacional. Presos todos los redactores. Ni Arístides Bastidas se salvaría de las rejas. Pero el 1ro de mayo de 1950, cuarenta mil obreros petroleros inician un paro.

“las Fuerzas Armadas de cooperación asumieron el control de los campos petroleros, se suspendió el tráfico de vehículos y de peatones en los campos en huelga sin previo salvo conducto y se cortaron a las viviendas de los trabajadores los suministros de agua, luz y gas. La Junta Militar acordó la disolución de cuarenta y nueve sindicados de obreros petroleros y de la Asociación Nacional de Comercio, ANDE”.

La represión alcanza a los estudiantes y la disolución del Partido Comunista. Fracasa la sublevación militar de Barquisimeto y el asalto a la Base Aérea de Boca del rio. La Junta Militar ordena la cárcel para todos los comunistas que aparecían en la lista de los archivos de la seguridad entre los años 1936 al 1941. La gran torta. Muchos de esa lista ya no eran revolucionarios e incluso figuraban en altos puestos del gobierno gorila.

Descollaba una figura, cuyo padre había muerto en aquella expedición del Falke que arribo a las costas de Cumana, un 11 de agosto de 1929 para intentar derrocar la dictadura del Benemérito. De formación francesa, ingeniero y casado con una comunista, de origen rumano, Lucia Devine, se trata del Teniente Coronel Carlos Delgado Chalbaud Gómez. Ligado a la oligarquía bancaria y comercial de Caracas. No obstante por su desinterés por el choreo, propio de muchos militares de entonces y de ahora, y por no ser parte de francachelas se le llamo Señor Presidente, en diáfana aptitud de respeto y consideración.

El conspire contra Delgado Chalbaud venia sonando hace rato. Desde la Sierra de Coro, ocho hombres al mando de Rafael Simón Urbina asaltan el vehículo del Teniente Coronel. Transitaba hacia Miraflores. Algunos historiadores se hacen los locos al preguntarse ingenuamente ¿Quién inspiro ese asesinato? Y dan respuestas cutáneas y cómplices. El secuestro y eliminación de Carlos Delgado Chalbaud compromete al gobierno de Estados Unidos y a su aparato de inteligencia: la CIA. Así como al bastardo de Pérez Jiménez, su autor intelectual. No es iluso pensar que muy a pesar de su formación francesa, por lo menos, una mentada de madre dejo caer sobre sus captores y asesinos. Así no se mata a un hombre, carajo. Este vil asesinato constituye el primer magnicidio perpetrado en la historia republicana de Venezuela.


efrainvalentutor@gmail.com


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Efraín Valenzuela

Católico, comunista, bolivariano y chavista. Caraqueño de la parroquia 23 de Enero, donde desde pequeño anduvo metido en peos. Especializado en Legislación Cultural, Cultura Festiva, Municipio y Cultura y Religiosidad Popular.

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