El 21 de diciembre de 2002 quedará para la historia como fecha representativa de lo que es posible cuando se conjugan la unión de un pueblo consciente y un gobierno nacionalista, al romper el sabotaje petrolero organizado por las empresas transnacionales y sus representantes connacionales, que pretendían con el detener nuestra principal fuente de ingresos, hacerles sucumbir, y así dejar atrás las políticas de interés nacional que venían desarrollándose.
Ese día el Buque Pilín León con su movilización logra romper el cerco, que consistió en estacionar buques petroleros en la entrada de los puertos y terminales impidiendo el embarque y desembarque de crudo y otros productos de la economía nacional. Paralizando el flujo normal de buques petroleros se da un aumento en los inventarios que condujeron a suspender la extracción de crudo… y declarar la imposibilidad de cumplir con los compromisos de suministros adquiridos previamente.
El lago de Maracaibo y el río Orinoco son las dos únicas vías acuáticas que permiten nuestro comercio internacional y cada buque, para sus maniobras de atención al capitán, atraque, amarre y desembarque, requiere de hecho y de derecho, la presencia de pilotos prácticos, los únicos profesionales de la marina mercante conocedores y autorizados para tales fines y desde luego también en su mayoría se sumaron al sabotaje en ausencia de estos... tales procedimientos son imposibles de realizar.
Como piloto práctico, responsable de la movilización del entonces Pilín León y con la experiencia de los sucesos de entonces, me pregunto ¿queda descartado otro sabotaje petrolero? Lamentándolo mucho No!, está TAN VIGENTE como entonces, sobre todo porque muchos de los que colaboraron con el sabotaje, increíblemente continúan prestando sus servicios, parece ser, que solo los enemigos del pueblo venezolano han cambiado de estilo para apostar e intentar una vez mas detener los avances de un nuevo modelo de desarrollo económico basado en la justa repartición de los ingresos, pues no es posible encontrarle otra explicación a la indiferencia de las autoridades a quienes compete, basándome para tales reflexiones en la observancia de las alarmantes condiciones y deficiencias de nuestros canales de navegación, a tal extremo que esta declarado su cierre técnico según información de PANORAMA 04/12/2007, el cual en manifestación pública y notoria refiere “SUSPENSIÓN DE LA NAVEGACION NOCTURNA por PROBLEMAS DE SEGURIDAD”.
Tal medida, además de ocasionar perdidas económicas hasta por 60 mil dólares diarios por buque, se le agrega el factor de riesgo que eleva Venezuela, a niveles superiores de desconfianza. ¿Que tan difíciles de superar son tales circunstancias, que pareciera no importarles sus consecuencias? Cómo es posible el cierre en horas nocturnas y no la solución del problema? de las 184 boyas en un porcentaje de un 80% se encuentran fuera de servicio, pero además el mantenimiento del canal, se encuentra igualmente suspendido sin que nadie logre justificarlo, podemos deducir entonces que pudiera estarse fraguando una nueva conspiración que de lograr suspender el transporte acuático generaría indudablemente las mismas consecuencias del sabotaje petrolero del 2002, es necesario entonces activar nuestras alarmas de alerta y llamar la atención a quienes compete para que no se repitan los acontecimientos que tanto daño causaron a nuestra economía aunque el pueblo una vez mas tendrá la palabra.