Hace unos días, a través de Internet, discutí con el rector Grima de la UNELLEZ, sobre unas cuentas que sacaba de los presupuestos universitarios, en un artículo en el que apoyaba al ministro Moncada. Le corregí algunos errores básicos en la cuestión presupuestaria y, como era de esperarse, el silencio fue su respuesta cuando no tuvo ninguna otra. En la discusión, a pesar de que fue en términos cordiales, llegó a acusarme de tener un pensamiento "homogeneizante" o algo por el estilo y que eso era fascismo. Mi réplica inquirió sobre su preparación como profesional de la psiquiatría o de la psicología, la cual por supuesto no posee, pues se trata de un físico. Como me llamó la atención su defensa de la política de puertas abiertas y me llamó la atención también la defensa que una persona como el profesor Sant Roz hiciera de su gestión, me dediqué a investigar un poco y ya dispongo de varios resultados interesantes, que explican muchas cosas. Los iré señalando en varias entregas.
Tengo en mis manos un artículo de Pedro Grima, publicado en la Revista de Investigación del CDCHT de la ULA, el año 2002, cuando Grima no tenía el aliciente que significa hoy ser rector, aunque sea de la UNELLEZ. En aquel momento, no parecía que Grima tuviera tanta convicción sobre el proceso revolucionario. Pero dejemos que él mismo sea quien hable: "HCh cometió graves errores: radicalizó demasiado su posición aislándose de sectores importantes de la clase media (abusó del ingrediente revolucionario), sobrestimó sus relaciones con Cuba (un país contradictorio, donde el conocimiento y el atraso se dan la mano) y los países árabes (también bastante contradictorios en sus políticas (..), siguió vistiéndose de militar, cuando el uniforme en Venezuela es visto como sinónimo de represión (..), no alentó la formación (..) de los partidos de oposición (..) empleó un lenguaje demasiado hostil contra los EEUU (en diplomacia (..) la lengua es el castigo del cuerpo".
Muy libre en su crítica el profesor Grima en aquel momento, cuando era simplemente profesor de la ULA. Continúa diciendo más adelante sobre la continuación exitosa de "este experimento" lo siguiente: "1. HCh y su ejecutivo deberán "civilizarse", es decir, no usar el uniforme militar y aceptar la oposición en algunos puestos claves del Ejecutivo, incluyendo algún ministerio. La mayoría de los militares tendrían que regresar a sus cuarteles y no ocupar puestos en la administración. (..) 3. En el plano internacional, Venezuela tendrá que asumir una postura más fuerte a favor de la democracia y en contra de todas las dictaduras (..) 4. HCh no puede aspirar a la reelección y debiera manifestarlo de inmediato. El próximo Presidente de Venezuela debe ser un civil. 5. Si los puntos anteriores no se realizan, es posible que HCh no llegue al final de período presidencial".
¿Qué les parece? No hay duda de lo que un cargo puede hacer. Este físico hoy acusa de fascista a quien le diga no a sus planteamientos, como hizo conmigo. Defiende una política de puertas abiertas, que al igual que la del señor que antes estaba en el rectorado (creo que se llamaba Carrillo), constituye un verdadero fraude contra los estudiantes, quienes son aceptados en carreras sin aulas, sin laboratorios, sin bibliotecas ni salas de computación, sin profesores preparados, sin programas técnicamente elaborados y sin servicios estudiantiles. Grima luce mucho más preocupado en hacer relaciones con alcaldes y gobernadores, que en la UNELLEZ. Está más interesado en construir la ciudad universitaria y en los negocios que de esa construcción se desprenden que en las condiciones académicas existentes y la preparación de los jóvenes pobres del presente. Sus posiciones son hipócritas; lo descompuso el cargo burocrático que le fue otorgado y, como veremos en otros artículos, la descomposición es grave y muy evidente a los ojos de cualquiera.
* Filósofo y economista
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